
Verlo siempre en Español
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Hace ya más de dos siglos y medio, el fabulista griego Esopo afirmaba que “la unión hace la fuerza”. Y el tiempo le ha dado la razón. Si los seres humanos hemos superado muchos de los retos a los que nos hemos enfrentado, ha sido gracias a la colaboración y a la puesta en común de ideas con el fin de aportar soluciones.
Actualmente nuestros desafíos están centrados en la energía, el medioambiente, la medicina…, y resolverlos podría significar un futuro mucho mejor para nuestros descendientes. De ahí la utilidad de los hackathones, reuniones de hackers (en el sentido original -y nada peyorativo- de la palabra) en las que se trabaja de manera conjunta para resolver determinados problemas, usando la creatividad y la tecnología.
Dado nuestro interés por fomentar la innovación abierta, en 2015 celebramos uno de estos eventos dentro del marco de Endesa Energy Challenges, el cual fue todo un éxito; en junio de este año volvimos a repetir experiencia, en esta ocasión con un hackateen dirigido a niñas y niños de entre 10 y 14 años, enfocado en la robótica, y con un desafío muy claro: diseñar un robot que ayudara a cuidar el planeta; y a finales de esta semana colaboraremos con el Hackathon Industry, el primer hackathon europeo centrado en el campo de la Industria 4.0.
Tras la Industria 1.0, la Industria 2.0 y la Industria 3.0, estamos ante una manera novedosa e innovadora de gestionar los medios de producción, basada sobre todo en la digitalización y automatización de las fábricas. El término fue acuñado por el gobierno de Alemania para referirse a las fábricas smart del futuro, completamente informatizadas y con todos sus sistemas conectados al Internet de las Cosas. Gracias a diversas tecnologías conocidas como “habilitadores digitales”, se empiezan a combinar elementos físicos y virtuales para dar el paso necesario a la industria inteligente.
Estas fábricas deberán tener también la capacidad de gestionar Big Data. En palabras de Mark Watson, director asociado para la automatización industrial de IHS,
"El desafío para la cuarta revolución industrial es el desarrollo de software y sistemas de análisis que convierten el diluvio de datos producidos por las fábricas inteligentes en información útil y valiosa."
Los organizadores de esta iniciativa son Ennomotive, una empresa formada por expertos en crowd engineering (resolución colaborativa de retos relacionados con la ingeniería), que este año han escogido España como sede del evento. Este tendrá lugar durante el 30 de septiembre y el 1 de octubre, en el Área 31 del IE Business School, y va dirigido a personas de cualquier edad, ya sean profesionales o estudiantes. Además de nuestro apoyo y el de Ferrovial (otra compañía volcada en la innovación, y que plantea esta como un elemento clave a la hora de ser un emprendedor de éxito y de afrontar los desafíos propios del sector de las infraestructuras), la iniciativa cuenta también con el de diversas empresas tecnológicas, entre las que se encuentran Hemav, Stratasys y Universal Robots.
Habrá una treintena de participantes procedentes de diversos países de Europa, como Italia, Francia, Reino Unido o España, que tendrán a su disposición diferentes tecnologías (sensores, robots, impresoras 3D…) para desarrollar sus ideas, e incluso para fabricar prototipos de sus inventos (aunque también podrán llevar sus propios materiales).
Las ideas presentadas por los hackers serán totalmente libres, aunque relacionadas con la Industria 4.0. En nuestro caso, el reto lanzado consiste en aplicar esta industria smart al ámbito de la red e infraestructuras eléctricas, con el fin de desarrollar equipamiento tecnológico para los operarios. En el caso de Ferrovial, el desafío es el siguiente: ¿cómo aprovechar las nuevas tecnologías en construcción, reparación y mantenimiento de infraestructuras? Todas las propuestas deberán estar basadas en los tres campos propuestos por los organizadores: impresión 3D, cobots e internet de las cosas.
Como ya dijimos aquí, la primera impresora 3D se inventó en los años 80, pero ha sido ahora, en el siglo XXI, cuando, gracias a los avances tecnológicos, se está empezando a ver el increíble potencial de estos dispositivos. Cada vez son más los sectores que comienzan a aprovecharse de las ventajas que ofrece la impresión 3D, y dos de ellos son la ingeniería y la robótica: piezas, estructuras, motores… El abanico de posibilidades es enorme, y cada vez con unos costes menores.
En el caso específico de nuestro reto, el foco se encontraría en la creación, el reemplazo o la reparación de piezas para las herramientas que usan habitualmente los operadores que trabajan en la red eléctrica.
Los cobots, o robots colaborativos, serán de gran ayuda en el futuro para que los trabajadores de las fábricas mejoren su calidad de vida. Estos robots se encargaran de manipular materiales pesados o peligrosos, automatizarán tareas repetitivas y podrán gestionar operaciones de montaje de gran complejidad sin ayuda humana. Es por este y otros motivos que se trata de una de las tecnologías emergentes de nuestro siglo.
Para nuestro desafío buscamos un robot work pod, que sea capaz de ayudar con las tareas diarias, fácil de transportar y con la capacidad de detectar situaciones que puedan poner en peligro a nuestros trabajadores, como campos electromagnéticos o subidas repentinas de voltaje.
A principios de mes, hablábamos en el blog sobre el impacto que tendrá el Internet de las Cosas en las smart cities del futuro. El uso de esta tecnología en lo puramente industrial promete también avances muy interesantes: IoT podría ayudarnos, entre otras cosas, a reducir el impacto medioambiental de las fábricas, a mejorar la seguridad de las mismas o a gestionar más correctamente el mantenimiento de la maquinaria.
En relación con nuestro reto, lo que proponemos es diseñar sensores y dispositivos que se comuniquen a través del Internet de las Cosas, y que puedan, por ejemplo, regular el nivel de oxígeno en caso de escapes de gas o apagar de manera remota aparatos eléctricos potencialmente peligrosos. Además, su relación con el big data cambiará la forma en que consumimos energía.
Una vez finalizado el hackathon, los equipos participantes presentarán sus ideas ante un jurado formado por portavoces de la empresa organizadora, de los patrocinadores del evento y de organizaciones afines, como el Colegio Nacional de Ingenieros de la ICAI o el Observatorio Español de la Industria 4.0.
Las dos mejores ideas serán premiadas: el equipo que obtenga el primer puesto se llevará un kit Makeblock Ultimate Robot y, cada miembro, un kit de sensores Arduino y una placa NodeMCU. El que consiga el segundo, una GoPro Hero Session para todo el grupo y una placa Arduino UNO para cada componente del mismo.
Por nuestra parte, tenemos preparado un galardón especial para los ganadores que cumplan unos determinados requisitos: un año de prácticas remuneradas en Endesa, gestionadas por la Fundación Universidad-Empresa; en cuanto a Ferrovial, también premiará al equipo ganador que haya elegido resolver su reto específico: serán invitados a presentar su proyecto ante un equipo de directivos del área de Innovación de la empresa, y recibirán un exhaustivo informe de viabilidad del mismo.
En definitiva, y en palabras de Enrique Ramírez, CEO de Ennomotive, este hackathon es
"Una gran oportunidad para reunir a un grupo personas con la motivación de aprender y disfrutar creando soluciones innovadoras utilizando nuevas tecnologías como la robótica, impresión 3D e internet de las cosas (IOT)."
Si tenéis interés en seguir el evento, podréis hacerlo en Twitter a través del hashtag #HackIndustry40 o de la cuenta de Ennomotive.