Explora tu futuro 2.0: despertar vocaciones STEM reales
¿Cuándo se despierta una vocación? A veces, basta una experiencia para que un joven descubra que la ciencia, la tecnología o la sostenibilidad no son conceptos abstractos, sino caminos posibles. En Fundación Universidad-Empresa, junto a Endesa, creemos que el talento necesita vivencias que inspiren y conecten. Así nació Explora tu futuro 2.0.
Por Carmen Palomino Pérez
Hay una pregunta que me acompaña desde hace años: ¿cuándo se despierta una vocación? No hablo de ese momento fugaz en el que alguien nos dice "tú vales para esto", sino de ese instante -casi mágico- en el que algo hace clic. Cuando una joven, en mitad de un taller sobre energía sostenible, levanta la mano y dice: “Yo quiero hacer esto”. Cuando un grupo de estudiantes, resolviendo un reto sobre movilidad eléctrica, no solo aprende, sino que se siente capaz. Capaz de aportar. De cambiar las cosas.
Eso es Explora tu futuro 2.0, un programa que nace desde la convicción de que la experiencia es la mejor herramienta para aprender… y para inspirar.
Desde la Fundación Universidad-Empresa llevamos más de medio siglo conectando el mundo educativo con el profesional. Y si hay algo que nunca ha cambiado en este tiempo es nuestra fe en el talento joven. Sabemos que no basta con formar: hay que emocionar, acompañar y dar sentido al conocimiento. Hay que crear oportunidades para que las vocaciones florezcan.
Explorar, tocar, decidir
Recuerdo una de las primeras sesiones de Explora tu futuro. Los alumnos entraban algo desorientados, con esa mezcla de expectación y desgana que a veces tienen los adolescentes. Pero a los pocos minutos, cuando empezaron a manipular sensores, a diseñar soluciones, a debatir sobre cómo mejorar la eficiencia energética de su colegio… ocurrió lo inesperado. Se olvidaron de la timidez, del móvil y hasta de la hora. Se implicaron de verdad. Y al salir, no preguntaban si había aprobado. Preguntaban si había más.
Ese es el impacto que buscamos con este programa, desarrollado junto a Endesa. Llevar la ciencia y la tecnología a las aulas, sí, pero sobre todo acercarlas a la vida. A su vida. Mostrar que las STEM no son solo siglas complejas, sino respuestas posibles a los desafíos de hoy: el cambio climático, la movilidad del futuro, la transición energética. Y que ellos y ellas -sí, nuestros jóvenes- pueden ser parte de la solución.
La vocación como semilla
A menudo se habla de la escasez de perfiles técnicos, del reto de atraer más mujeres a las carreras científicas, de la desconexión entre formación y empresa. Y es cierto. Pero en lugar de quedarnos en el diagnóstico, en la Fundación Universidad-Empresa elegimos actuar. Porque si queremos que el futuro sea sostenible, diverso e innovador, debemos empezar por sembrar hoy.
Y sembrar significa escuchar, observar y diseñar experiencias que dejen huella. Como las que vivimos en Motor Student Madrid o en los centros educativos de Madrid y Sevilla, donde cada sesión de Explora tu futuro 2.0 se convierte en una oportunidad real para descubrir talentos ocultos y pasiones dormidas.
Un puente con sentido
La alianza con Endesa no es solo una colaboración institucional. Es la unión de dos visiones que creen en el poder de las personas para liderar el cambio. Que entienden que la innovación no vendrá solo de la tecnología, sino del talento comprometido. Que saben que el futuro se construye entre todos.
Juntos estamos llegando a cientos de jóvenes, con un mensaje claro: tú importas. Tus ideas importan. Y tu futuro empieza hoy.
El reto y la oportunidad
Como sociedad, tenemos una responsabilidad compartida: despertar vocaciones, sí, pero también mantenerlas vivas. Acompañar al talento con oportunidades reales. Y, sobre todo, ofrecer referentes, experiencias y espacios donde los jóvenes puedan verse reflejados.
Desde la Fundación lo seguiremos haciendo, como llevamos haciendo más de 50 años: conectando personas, proyectos y propósitos. Porque, al final, lo que realmente transforma no es una charla, ni siquiera una clase brillante. Es la experiencia. Esa que cambia una mirada. Que enciende una chispa.
Y esa chispa puede ser el principio de todo.
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