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¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial avanza con paso de gigante y ya consigue suplantar algunas de las funciones humanas. ¿Las máquinas nos hacen ser más eficientes? ¿Estamos ante la progresiva desaparición del trabajo humano o simplemente ante una nueva forma de colaboración?
La definición nos dice que la inteligencia artificial (IA) se trata de la combinación de algoritmos planteados para crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Una tecnología que, aunque nos pueda parecer compleja y lejana, está presente ya en nuestro día a día a todas horas. Una revolución con aplicaciones concretas como la domótica.
Los grandes avances en los microprocesadores, y su capacidad para manejar cada vez más información, han dado paso a una evolución imparable de las máquinas. El debate está abierto: ¿se desarrollarán en algún momento máquinas tan inteligentes como los humanos? ¿O incluso más inteligentes? Y esto, ¿cómo nos va a afectar?
Cómo cambia tu vida con la inteligencia artificial
Los microprocesadores y los algoritmos acaban aterrizando en nuestro día a día en la forma, por ejemplo, de robot-aspiradores como los Conga o los Roomba. O cuando Google nos dice el camino más rápido para llegar a nuestro trabajo.
La inteligencia artificial es una realidad que está ahí, nos guste más o menos, y difícilmente lo que pensemos de ella va a detener su avance. La clave es enfocarlo de la siguiente manera: ¿qué me puede ofrecer la IA para facilitarme la vida?
Por supuesto, existen varios tipos de inteligencia artificial. Sin ser exhaustivos, estos son algunos de ellos:
- Sistemas que piensan como humanos: por ejemplo, las redes neuronales artificiales.
- Sistemas que actúan como humanos: los robots o androides.
- Sistemas que piensan racionalmente: sistemas expertos, usados para el gran manejo de datos.
- Sistemas que actúan racionalmente: los agentes inteligentes, como por ejemplo Google News o los asistentes virtuales de Alexa y Google.
- Big Data: uso de datos procedentes de miles de millones de dispositivos para así proporcionar ventajas comunicacionales, comerciales y empresariales.
La inteligencia artificial y el empleo
La irrupción de la IA es absolutamente real y sus efectos sobre el mercado laboral ya empiezan a notarse. De hecho, los organismos internacionales han empezado a pensar en crear una normativa que regule el uso de la inteligencia artificial.
Están en el horno varias medidas, como por ejemplo que las máquinas tributen a la Seguridad Social y que sea obligatorio contratar un seguro para las máquinas de mayor envergadura, de tal manera que sus dueños asuman los costes.
Países como Estados Unidos y China nos llevan mucha ventaja. La consultora estadounidense Gartner predice que ya en 2020 en estos dos países "el 85% de la interacción entre empresas y clientes será gestionada por IA".
El sueño de opositar y convertirse en funcionario para tener un trabajo para toda la vida podría desvanecerse para siempre. Hacienda se está planteando sustituir algunos funcionarios por robots, implementando en el día a día procesos de automatización de tareas administrativas (RPAs), capaces de utilizar información de sistemas de datos estructurados y no estructurados, dando lugar a nueva información estructurada. Existe ya un proyecto piloto para comprobar la rentabilidad y viabilidad de esta iniciativa.
Según los datos de varios estudios, el negocio de los robots administrativos tiende a crecer un 60% cada año. Con ellos se puede reemplazar a una o más personas por unos 11.200 euros al año, con el añadido de que los robots trabajan las 24 horas del día.
Al hilo de todo esto, el último informe del BBVA Research sobre la automatización de la economía española afirmaba que el 36% de los puestos de toda la economía está ya en riesgo elevado de ser automatizado.
En Hacienda, por ejemplo, los RPAs serían útiles, eficientes y rápidos para todo lo que tiene que ver con análisis y gestión de expedientes de contratación y expedientes históricos, el cuadre de facturas y justificantes de compras, o la comprobación de las bajas de los ciudadanos.
"Un robot ya puede sustituir a uno o más administrativos, trabajar 24 horas al día y costarle a la empresa únicamente 11.200 euros al año."
¿La inteligencia artificial nos ayuda o nos suplanta?
El sector financiero, las auditorías o las gestorías de procesos administrativos son algunos de los que encabezan la lista de sectores con gran introducción de procesos automáticos delante de un ordenador. Y en los famosos call centers hasta el 70% del trabajo conversacional de empresas con clientes se podría resolver con un robot.
Pero no todo es tan sencillo de llevar a cabo, y hay muchas otras preguntas. Cuando un sistema informático da una respuesta a algo, si a continuación necesitamos saber el porqué a eso que nos acaba de decir, o indagar un poco más, ¿va a poder contestarnos?
En este dilema, de si la IA y las máquinas nos ayudan o nos suplantan, hay dos teorías:
- Las máquinas nos reemplazarán en menos de 100 años.
- Lejos de anularnos, las máquinas nos harán ser más eficientes y trabajaremos con ellas en equipo.
Para no quedarnos con la distopía, cabe citar ejemplos más utópicos, como el del sector sanitario. Un futuro cercano en el que la tecnología permitirá identificar y prevenir enfermedades con mucha más precisión que ahora. Los profesionales de la medicina no se irán al paro, sino que manejarán esta información especializada y tendrán un control total de la evolución del paciente. Expertos en Big Data, Analytics e IA, trabajando juntos pueden desarrollar algoritmos capaces de efectuar previsiones muy exactas de supervivencia a determinadas enfermedades. Como resultado, la sanidad será más efectiva para todos.
Resulta difícil imaginar un día en el que se entre a un bar, se le pida un café a un robot, y este vaya a ser capaz de llevarte sacarina porque se acuerda que lo tomas así cada mañana, templado, sin espuma, y que prefieres bizcocho en vez de tostadas con él.
Sin embargo, parece perfecto que un dron (eso sí, bajo control humano) sobrevuele los alrededores de un parque natural y, gracias a sus recorridos, sepa definir qué plantas están enfermas, pueda dar pistas a los biólogos que estudian los vuelos de las aves y sus trayectorias, o emita el aviso de animales que están en peligro en el momento justo para poder salvarlos.
La pregunta de si la inteligencia artificial va a dejarnos sin trabajo no tiene, por lo tanto, una respuesta clara. Dependerá de cómo lo hagamos, de cómo evolucionen nuestros trabajos y de si seremos capaces de mejorar ayudados por máquinas.
"Hay dos teorías enfrentadas: que las máquinas nos reemplazarán en menos de 100 años o que trabajaremos en equipo con ellas para gozar de una vida mejor."