
El búho real, el urogallo y cómo las nuevas tecnologías están ayudando a su conservación
Odile Rodríguez de la Fuente, bióloga e hija del famoso divulgador, nos acompaña a conocer algunos de los proyectos de conservación del búho real y del urogallo. O lo que es lo mismo, del rey de la noche y del fantasma del bosque.
En el mundo existen alrededor de 18.000 especies de aves, entre ellas más de 200 clases de búhos. Pero hay una que destaca por encima del resto: el búho real. Aunque es conocido como el ‘Gran Duque’, Félix Rodríguez de la Fuente también lo llamaba el ‘Rey de la Noche’ o el ‘Príncipe de las Tinieblas’.
Estos apodos no son casualidad, ya que además de ser un gran depredador, es la mayor ave nocturna que tenemos en Europa. Una de las joyas de la corona de la fauna desde la Península ibérica hasta la de Kamchatka, en Rusia. A pesar de esto y de que todas las aves rapaces diurnas la respetan y la evitan, se encuentra en un estado de conservación desfavorable en nuestro continente. En el caso de España, está incluida en el “Listado de especies silvestres en régimen de protección especial” y, en Cataluña concretamente, está catalogada como protegida.
Con el objetivo de mejorar esta situación en la comunidad catalana, en 2021 se puso en marcha un proyecto enfocado a estudiar su comportamiento para, así, reducir su mortalidad.
El proyecto de conservación del búho real
Como explica Jaume Balsells, director general de Birding Natura, el proyecto del búho real, impulsado por Endesa y en colaboración con la Generalitat de Cataluña del MITECO y del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat, se lleva a cabo en distintos puntos de Cataluña. “Lo dividimos en cuatro áreas con el fin de estudiar cómo se comporta esta especie en zonas muy distintas ecológicamente hablando”, explica Balsells. Así, lo desarrollamos en el Baix Empordà, las Terres de l’Ebre, Catalunya Central y Plana de Lleida.
“Desde Birding Natura tenemos claro que debemos aprovechar las últimas tecnologías para poder acometer mejores propuestas de salvaguarda”, añade Balsells. Desde hace años, se emplean emisores que permiten saber dónde están estas aves, además de las posibles causas de muerte o la interacción con factores peligrosos, entre otras cosas.
Por ello, en la primera fase del proyecto se instalaron dispositivos de radioseguimiento sobre seis ejemplares adultos. Estos permitían tener un control gracias a un módulo GPS que se alimenta con una batería que tiene autonomía de un año. Diariamente, los datos recogidos se descargan en un servidor y con esta información se elaboran diferentes informes de actividad. Ya se han instalado otros seis emisores en polluelos para obtener datos desde su primer vuelo.
“Las últimas tecnologías nos pueden ayudar a la preservación de determinadas especies como el búho real”.
– Jaume Balsells, director general de Birding Natura
La siguiente fase del proyecto consistió en monitorizar con una cámara las 24 horas del día un nido con cinco huevos en Les Garrigues (Lleida). “Tuvimos la suerte de que, de una puesta de cinco huevos, eclosionaron todos y volaron del nido. Un hecho muy inusual”, explica Jaume Balsells.
El objetivo de incorporar esta cámara, que funciona con energía solar y conexión 4G, era ver cómo evolucionaba el nido sin interacción humana. Se pudo ver en streaming el nacimiento de los cinco búhos, cómo la madre les daba calor y cómo jugaban los polluelos hasta que levantaron el vuelo. “Creo que aún no somos conscientes de todo lo que nos pueden ayudar las últimas tecnologías a la preservación de especies animales como el búho real”, concluye el director general de Birding Natura.
El urogallo, también en peligro
El urogallo es otra ave fascinante que, lamentablemente, también corre peligro. Está considerada una de las especies más amenazadas de la península Ibérica, ya que su población ha sufrido una regresión muy importante, sobre todo en los últimos 15 años. Como explica Guillem Mas, director de Paisatges Vius, se trata de un pájaro forestal que, aunque es de gran tamaño, es muy difícil de ver. “Le llamamos el fantasma del bosque”, confiesa.
Gran parte de la actividad de Paisatges Vius está orientada precisamente a acciones de conservación de la especie. “Somos como un complemento de la administración. Nosotros nos dedicamos a solucionar problemas concretos en poblaciones de urogallo concretas”, afirma el director. También colaboran con la administración estatal a través de Fundación Biodiversidad y, desde hace un tiempo, están empezando a colaborar con empresas privadas, como es el caso de Endesa.
El pasado mes de mayo, pusimos en marcha un proyecto de conservación del urogallo que incluye la señalización del cableado de nuestras líneas eléctrica del Parc Natural de l’Art Pirineu, en el municipio de Rialp (Lleida). El fin era hacer visible este cableado aéreo para que el urogallo no colisione al atravesar el bosque de un lado a otro.
Para ello, colocamos catadióptricos, unos dispositivos que suenan cuando giran y también son reflectores de luz. “Cada vez hay más gente en la montaña y más actividades durante todo el año. Nuestro objetivo es que la gente sea consciente de que hay especies sensibles y les indicamos cómo comportase para ayudarles en su conservación”, concluye Guillem Mas.