
Las plantas solares y eólicas, ¿pueden generar electricidad las 24 horas del día?
La sostenibilidad energética del futuro se encuentra en la energía solar y eólica. Combinar ambas fuentes energéticas nos permite obtener beneficios óptimos y una utilización más eficaz de nuestros recursos.
Los fenómenos atmosféricos y meteorológicos son un factor determinante a la hora de generar energía renovable. Tanto la energía solar como la energía eólica dependen de las condiciones climáticas para su producción. El camino hacia la descarbonización pasa por encontrar la manera de optimizar la generación de energía limpia compensando los momentos de menor producción con otras soluciones.
Los paneles solares, que permiten generar energía renovable a partir de la radiación solar, enfrentan el desafío de no poder producir electricidad durante la noche.
La energía eólica, por su parte, ostenta el papel predominante en la generación renovable de España, contando con una capacidad instalada de 29.994 MW. Durante 2022, esta capacidad creció un 4,9% respecto al año anterior, lo que se tradujo en la incorporación de 1.400 MW adicionales en todo el territorio español, según el Informe de Sistema Eléctrico realizado por Red Eléctrica. Pero todavía existen momentos puntuales en los que no pueden generar energía al no haber viento.
El avance en la creación de plantas híbridas de energía está experimentando un crecimiento significativo. La combinación de tecnologías como la energía fotovoltaica y eólica, junto con sistemas de almacenamiento a gran escala, está adquiriendo una relevancia cada vez mayor. Este nuevo enfoque se presenta como una manera efectiva de asegurar la producción constante de electricidad mediante el uso de fuentes renovables complementarias.
Almacenamiento de energía
La energía producida por las plantas fotovoltaicas y los aerogeneradores puede ser almacenada. Esto es beneficioso, ya que permite no desperdiciar energía y poder utilizar los excedentes energéticos en el momento que haga falta. La energía almacenada podrá ser utilizada en los momentos del día donde la demanda energética sea más alta.
Existen diversos sistemas para el almacenamiento de electricidad, como el almacenamiento de energía mediante gravedad, que convierte la energía cinética, derivada del movimiento, en electricidad. En momentos de alta demanda y escasa disponibilidad de viento o sol, este sistema libera la electricidad aprovechando la fuerza de la gravedad, activando los alternadores.
Por otro lado, las baterías son los dispositivos de almacenamiento más conocidos, con una variedad de tipos, entre los que destacan las baterías de litio. También son cada vez más frecuentes las baterías de hierro, capaces de almacenar energía mediante procesos de oxidación y reducción eléctrica, lo que posibilita el almacenamiento por varios días.
El sistema termosolar con almacenamiento se refiere a las centrales termosolares capaces de generar energía a partir del calor solar y almacenarla en tanques de sales para liberarla durante las horas nocturnas, cuando no hay luz solar disponible.
Las baterías desempeñan un papel crucial al almacenar temporalmente la electricidad y liberarla en la red cuando sea necesario, maximizando así la capacidad de la red eléctrica. Además, contribuyen a prevenir congestiones eléctricas y a ajustar la generación según la demanda.
El almacenamiento de energía es imprescindible para la producción de energía renovable como son la solar y la eólica. La posibilidad de acumular energía hará posible la óptima gestión de estas energías. Permitirá evitar el desperdicio de energía que se produce con los vertidos y, además, evitará la intensa competencia de los mercados eléctricos.
Beneficios de la producción conjunta de energía eólica y energía solar
Una de las principales ventajas que tiene la producción de energía solar y eólica es la disminución del uso de los combustibles fósiles, lo que supone una reducción de emisiones. Al tratarse de fuentes de energía renovables, la materia prima de la que se extrae su producción es inagotable.
Las centrales híbridas representan una solución efectiva para compensar la variabilidad de las fuentes de energía renovable. Los patrones de generación de energía fotovoltaica y eólica a menudo se complementan de manera óptima.
Los parques eólicos, por lo general, suministran cantidades significativas de electricidad en días ventosos de otoño o invierno, así como durante las noches, mientras que los parques solares hacen lo propio en días soleados de primavera o verano.
La combinación de energía solar y eólica ofrece claras ventajas, entre las que destaca el impulso de instalaciones que, debido a su antigüedad, ya no operan a su capacidad máxima. El impacto medioambiental y paisajístico de estas instalaciones es inferior al generado por la construcción de una nueva planta.
Además, se logra una reducción de costes en términos de gestión y logística, al tiempo que se fomenta la creación de empleo y la inversión a nivel local. Este enfoque también disminuye la necesidad de inversiones públicas.
La energía solar y la energía eólica constituyen el futuro energético sostenible. La hibridación de ambas energías permite obtener óptimos beneficios, así como un uso más eficiente de los recursos utilizados.
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