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Sí, y estamos en el camino para lograrlo. Ya hay países donde el 100% de la electricidad generada procede de fuentes renovables, como en Nepal, Albania o Paraguay. Y otros muchos en los que ese porcentaje es mayor del 90%, como Uruguay, Noruega, Islandia, Costa Rica, República Centroafricana o Etiopía.
Los datos de desarrollo de nueva capacidad renovable en el mundo son prometedores: las energías renovables ya dominan el mercado global de nueva capacidad de generación y se han convertido en las fuentes de electricidad más baratas en muchos mercados.
Según los datos de IRENA, la Agencia Internacional de Energía Renovable, en 2023 hubo un nuevo récord mundial en la capacidad de generación renovable, llegando a los 3.870 GW. Además, de la nueva energía instalada ese año (473 GW), el 81% fue más barata que la generada por combustibles fósiles.
También son esperanzadores los datos de consumo de electricidad: en nuestro país, 2024 fue un año excepcional para las energías limpias: el 56% del mix eléctrico fue renovable, seis puntos más respecto a 2023.
Los datos demuestran que es posible una generación 100% renovable, pero sabemos que además es necesario. El cambio climático es el mayor reto al que se enfrenta hoy la humanidad y frenarlo es la única forma de asegurar nuestra supervivencia. La apuesta por energías limpias que no generen emisiones es clave para lograrlo.
Para controlar el incremento de la temperatura media global del planeta y cumplir el compromiso global de los Acuerdos de París, la Unión Europea (UE) se ha comprometido a ser la primera zona climáticamente neutra en 2050. Para ello prevé reducir las emisiones en al menos un 55% en 2030 respecto de los niveles de 1990, lo que requiere una mayor proporción de energías renovables. En concreto, propone aumentar al 40% el objetivo vinculante relativo al aporte de fuentes de energía renovable en la combinación energética de la Unión.
La UE se ha comprometido a ser la primera zona climáticamente neutra en 2050. Para ello, propone aumentar al 40% el aporte de fuentes de energía renovable en la combinación energética.
Objetivos del Pacto Verde Europeo.
En línea con los objetivos europeos, el gobierno español propone alcanzar en 2030 un sistema eléctrico con, al menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable. La hoja de ruta para conseguirlo la marcan el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Ley de Transición Ecológica.
Por nuestra parte, ponemos nuestro granito de arena como la eléctrica integrada con menos emisiones de la Península Ibérica. A finales de 2024, el 88% de nuestra producción de energía peninsular ya ha estado libre de emisiones de CO2.
Y en 2040, seremos 100% renovables, adelantándonos así diez años al límite marcado por la UE para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al menos el 80% de la población mundial vive en países importadores de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, todos los países tienen potencial para producir energía renovable y ganar así seguridad e independencia energética, cada vez con un coste menor.
"Todos los países tienen potencial para producir energía renovable y ganar así seguridad e independencia energética".
World Energy Transitions Outlook, International Renewable Energy Agency.
Actualmente estamos viviendo en toda Europa un incremento del precio de la electricidad en el mercado mayorista producido por el elevado precio del gas. Necesitamos el gas para producir electricidad porque, de momento, las energías renovables no dan la estabilidad necesaria para poder garantizar el suministro eléctrico. Por eso es tan importante avanzar en el desarrollo de estas tecnologías.
La energía producida por fuentes renovables es más barata y además permite reducir nuestra enorme dependencia de los combustibles fósiles y, por lo tanto, de otros países. Cuanto antes lleguemos a esa economía descarbonizada, antes dejaremos atrás esa dependencia y los vaivenes en el precio asociados a ella.
Cuantas más renovables entren en la producción de energía, más bajará el precio de la electricidad. Para lograrlo, la investigación en este ámbito es decisiva:
La innovación en los materiales ha hecho competitivas las plantas fotovoltaicas incluso desde el punto de vista económico respecto a las fuentes fósiles, de acuerdo con IRENA (International Renewable Energy Agency). Gracias a la investigación, la capacidad fotovoltaica global ha aumentado de 40 GW en 2010 a 1.419 GW en 2023.
La innovación en los materiales ha hecho competitivas las plantas fotovoltaicas incluso desde el punto de vista económico respecto a las fuentes fósiles, de acuerdo con IRENA (International Renewable Energy Agency). Gracias a la investigación, la capacidad fotovoltaica global ha aumentado de 40 GW en 2010 a 1.419 GW en 2023.
La innovación en los materiales ha hecho competitivas las plantas fotovoltaicas incluso desde el punto de vista económico respecto a las fuentes fósiles, de acuerdo con IRENA (International Renewable Energy Agency). Gracias a la investigación, la capacidad fotovoltaica global ha aumentado de 40 GW en 2010 a 1.419 GW en 2023.
Las energías renovables están inevitablemente sujetas a variaciones de disponibilidad. Por eso es necesario poder almacenarla a gran escala y ponerla a disposición del sistema eléctrico cuando se necesita. Actualmente los sistemas más utilizados son las baterías de litio o de flujo (además de los sistemas hidroeléctricos de bombeo), pero poco a poco se está avanzando en nuevos materiales y soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia y los costes del almacenamiento.
Las energías renovables están inevitablemente sujetas a variaciones de disponibilidad. Por eso es necesario poder almacenarla a gran escala y ponerla a disposición del sistema eléctrico cuando se necesita. Actualmente los sistemas más utilizados son las baterías de litio o de flujo (además de los sistemas hidroeléctricos de bombeo), pero poco a poco se está avanzando en nuevos materiales y soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia y los costes del almacenamiento.
Las energías renovables están inevitablemente sujetas a variaciones de disponibilidad. Por eso es necesario poder almacenarla a gran escala y ponerla a disposición del sistema eléctrico cuando se necesita. Actualmente los sistemas más utilizados son las baterías de litio o de flujo (además de los sistemas hidroeléctricos de bombeo), pero poco a poco se está avanzando en nuevos materiales y soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia y los costes del almacenamiento.
Sabemos que la energía limpia es la fuente de electricidad más rentable, tanto para el planeta como para nuestro bolsillo. Ya tenemos la tecnología necesaria para acelerar la transición hacia un modelo de generación libre de emisiones. El futuro solo puede ser renovable.