Si prefieres ver la web siempre en español, haz click aquí.
La transformación en las redes de distribución eléctrica: todo lo que debes saber
Para comprender la importancia de la transformación en las redes de distribución de electricidad es necesario entender qué es flexibilidad de la red y por qué esta es clave para la transición energética.
Generar nuestra propia energía con paneles solares en el tejado de nuestra vivienda o empresa ya es una realidad pero ¿quién nos habría dicho que se podría almacenar la energía sobrante en nuestro vehículo eléctrico? ¿Y conocer nuestro consumo energético y las posibles incidencias en la red en tiempo real? Estas ideas que hace años solo tenían cabida en nuestra imaginación son ya una realidad gracias a la flexibilidad de las redes de distribución eléctrica.
¿Por qué es necesario transformar la red de distribución eléctrica?
La electrificación de la economía es clave para avanzar en la reducción de emisiones y alcanzar un futuro descarbonizado en 2050. Esta transición energética va acompañada de dos grandes transformaciones que impactan en la red de distribución eléctrica:
- está cambiando la forma de generar la electricidad, tienen más presencia las energías renovables y crece el autoconsumo.
- hay una mayor electrificación de la demanda, con nuevos usos de la electricidad, como el vehículo eléctrico, y nuevos sistemas de climatización más eficientes.
En este nuevo escenario, el papel de las compañías encargadas de transportar la energía eléctrica desde las redes hasta los puntos de consumo es clave para asegurar el suministro eléctrico y equilibrar los flujos de energía. Estas compañías son los distribuidores de electricidad, que necesitarán apostar por la digitalización y la flexibilidad para responder a las nuevas necesidades.
“La transformación de las redes de distribución es un proceso en marcha que conlleva importantes beneficios para la sociedad”, afirma José Manuel Revuelta, director general de Infraestructuras y Redes de Endesa. “Es una evolución que nace, al mismo tiempo, del reto global de descarbonización del modelo energético actual y de la necesidad de cambio tecnológico para adaptar las redes al nuevo contexto medioambiental, socioeconómico e industrial en que vivimos”.
“La transformación de las redes de distribución es un proceso en marcha que conlleva importantes beneficios para la sociedad”.
– José Manuel Revuelta, director general de Infraestructuras y Redes de Endesa.
¿Qué es una red eléctrica flexible?
Para entender qué es una red eléctrica flexible, imagina un barrio residencial con una fuerte concentración de generación fotovoltaica en las horas centrales del día, es decir, las doce del mediodía y las cuatro de la tarde. En este momento, es posible que coincida una punta máxima de producción fotovoltaica con un nivel mínimo de consumo si muchas personas no están en sus hogares. Este fuerte excedente de generación podría provocar saturaciones o sobretensiones en la red.
Es aquí donde entran en juego los mercados de servicios de flexibilidad en los que el distribuidor de electricidad podría solicitar cierta flexibilidad sobre las instalaciones de generación o sobre la demanda del área afectada para aumentar su consumo o reducir puntualmente la generación fotovoltaica.
El desarrollo de los mercados de servicios de flexibilidad facilita el máximo aprovechamiento de la producción renovable y de los nuevos usos de la electricidad. Este nuevo modelo de gestión y operación de la red de distribución busca no solo un uso más eficiente de las redes, sino también poner el consumidor final en el centro de la transición energética y abrir nuevas oportunidades de negocio.
¿Para qué sirve la flexibilidad de la red?
Cuando hablamos de la flexibilidad de la red, nos referimos a la capacidad de adaptación de la misma a condiciones cambiantes, diversas y dinámicas, cuyo objetivo es mantener el máximo equilibrio posible entre lo inyectado y lo retirado de la red.
Por tanto, cuando las reconfiguraciones de la red de distribución no son suficientes, es necesaria una operación flexible sobre la generación y la demanda para anticipar saturaciones y problemas de calidad de suministro.
Para lograr la “flexibilidad”, la operación de la red de distribución debe pasar de ser estática a convertirse en una operación dinámica donde la red se vaya reconfigurando de forma automática y dinámica según los flujos.
¿Qué es la digitalización de la red?
La digitalización es clave para conseguir que las redes sean infraestructuras mucho más resilientes y flexibles que, además, contribuyan al crecimiento de la economía y a la creación de empleo de calidad.
Los distribuidores de electricidad necesitan nuevas herramientas basadas en la digitalización y monitorización de sus activos para realizar análisis que les permitan anticiparse e implementar soluciones. Por ejemplo, la predicción meteorológica es esencial para predecir los flujos eléctricos de las próximas horas. Como asegura José Manuel Revuelta, “operar las redes de distribución de un modo más flexible, permitirá avanzar con más rapidez en la necesaria transición energética mediante el aprovechamiento de la mejor tecnología disponible”.
¿Qué significa pasar de una red pasiva a otra inteligente?
Una economía electrificada requiere disponer de unas redes eléctricas más digitalizadas. El uso de nuevas tecnologías y las herramientas de monitorización y captación de información permiten disponer de mayor conocimiento de la red y aplicar soluciones basadas en inteligencia artificial para su gestión óptima y eficiente.
En Endesa, por ejemplo, hemos desarrollado un sistema que permite reponer el suministro de las instalaciones eléctricas de forma autónoma e instantánea y, por tanto, sin tener que enviar a nuestro personal a campo. Ello agiliza enormemente los plazos de reposición de suministro, especialmente en escenarios de adversidad climatológica extrema. Como explica José Manuel Revuelta, “ya estamos implementando soluciones que nos permiten incluso anticipar incidentes antes de que éstos lleguen a producirse”.
¿Qué particularidades tiene España?
El caso de España es muy particular. Dado su elevado número de horas de luz solar, con una media de aproximadamente 2.500 horas de sol anuales, nuestro país está realizando una fuerte apuesta por el desarrollo de las instalaciones fotovoltaicas. Estas plantas producen electricidad únicamente durante las horas de sol, pero el consumo de electricidad es necesario también durante la noche. Por lo que la flexibilidad es esencial para lograr una perfecta coordinación entre generación, demanda y redes de distribución.
Durante la última década, se han desarrollado diferentes soluciones digitales en la mayoría de los sectores relacionados con la transición energética y los vehículos eléctricos han conseguido triplicar sus ventas en 2020. Sin embargo, esta electrificación requerirá un sistema flexible para poder alcanzar los objetivos de descarbonización, descentralización y digitalización.
¿Qué estamos haciendo desde Endesa y Enel para contribuir a la digitalización y la flexibilidad de la red?
Actualmente, en Endesa estamos haciendo una fuerte apuesta por la transformación digital en todas nuestras líneas de negocio. Entre estas, se encuentra la digitalización en la distribución, en la que hemos desarrollado y colaborado en diferentes proyectos de flexibilidad:
- Proyecto Coordinet. Proyecto cuyo objetivo es desarrollar un sistema eléctrico mucho más abierto, participativo y seguro, en el que los distintos agentes puedan aportar con sus generaciones y consumos servicios adicionales a la red eléctrica.
- Proyecto Smartnet. También hemos colaborado en SmartNet, un proyecto europeo que nace con el fin de mejorar tanto la eficiencia como la estabilidad de la red eléctrica. Al mismo tiempo, intenta crear una red más sostenible y flexible donde se incremente el aprovechamiento de los recursos de los clientes y donde haya una disminución de pérdidas y emisiones al reducir las sobrecargas en las redes.
- Flexibility Labs. Este proyecto forma parte de las iniciativas del Grupo Enel para el desarrollo de la flexibilidad en las redes de distribución. Con cuatro sedes, ubicadas en Milán y Bari, en Italia, y en Málaga y Barcelona en España, se centran en diferentes aspectos de la flexibilidad en la red para reproducir las complejas condiciones operativas reales de las redes eléctricas para experimentar soluciones de flexibilidad innovadoras.