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¿Qué tienen en común emprendedores de la talla de Bill Gates, Elon Mask, Richard Branson, Steve Jobs o Mark Zuckerberg? Que todos comenzaron a innovar a una edad muy temprana.
Está claro que la experiencia no es un factor determinante para crear algunos de los mejores inventos y no es una de las 10 competencias para ser un emprendedor de éxito. En este sentido, las nuevas generaciones de jóvenes podrían ser una de nuestras bazas más importantes a la hora de engendrar y desarrollar ideas disruptivas, capaces de cambiar el sistema establecido.
Dos jóvenes generaciones
Dos son las generaciones de gente joven que conviven actualmente en nuestra sociedad: la Generación Y, cuyos miembros -nacidos entre 1980 y 1992- también son conocidos como millennials, y la Generación Z, o generación post-milenio, que comprende a los nacidos entre 1992 y 2010.
Los primeros se mueven como pez en el agua en el ámbito de las redes sociales, de la tecnología y de los dispositivos inteligentes. Los millennials son nativos digitales muy bien preparados, exigentes y que valoran la participación y la colaboración.
La generación Z es diferente. Los jóvenes Z son impacientes y tienen una relación con el mundo virtual mucho mayor. Nacidos con la cultura DIY, son autodidactas y tratan de solucionar las dificultades de manera personal. Son, por lo tanto, implicados y prácticos, además de realistas y tolerantes.
Resulta vital hoy en día invertir esfuerzos en formar e instruir a estas nuevas generaciones para que puedan desarrollar todo su potencial y, por ende, las herramientas para mejorar las sociedades que en un futuro cercano tendrán que ocuparse en gestionar. Es por este motivo que proyectos como Pangea nos parecen tan interesantes.
El proyecto Pangea
Pangea es una plataforma global que nace en 2014 con la idea de dar a conocer al mundo a esos jóvenes emprendedores capaces de transformarlo. Para ello, y en colaboración con organizaciones y empresas, se dedica a promover el desarrollo de iniciativas protagonizadas por gente joven con habilidades e ideas capaces de lograr un gran impacto social.
En definitiva, el objetivo de Pangea es impulsar un movimiento que despierte y potencie el talento de las generaciones más jóvenes del planeta, pues son ellas quienes tienen la llave del cambio en sus manos.
El proyecto incluye también el desarrollo de una aplicación para dispositivos móviles que pretende conectar entre sí a jóvenes de todo el mundo (que tengan capacidades diversas, pero también metas comunes) con un claro objetivo: darles el impulso necesario para desarrollar de manera colaborativa proyectos de cualquier índole.
Team A: jóvenes con mucho talento
Dentro de este marco, y como parte de la iniciativa Endesa Energy Challenges, nos unimos al Team A de Pangea, un programa que busca generar propuestas y soluciones a los retos a los que nos enfrentamos como sociedad, y también a los que probablemente tengamos que hacer frente durante las próximas décadas.
Ocho han sido los talentosos jóvenes que han formado parte de este prestigioso equipo; han trabajado juntos durante tres meses, con el fin de intentar resolver algunos de los desafíos energéticos actuales, tanto en relación a los clientes de la compañía (ya sea para conseguir mejorar el servicio que se les ofrece, o la interacción digital con ellos), como en pro de renovar el modelo energético actual.
Además, los ocho participantes han aportado su visión particular acerca del funcionamiento del sector energético en este siglo, clave para lograr la satisfacción y el bienestar de futuros usuarios.
Shiva Nathan: brazo robótico
En 2014, un chico hindú de tan solo quince años recibió un premio de 5.000 dólares en el Mobile Word Congress gracias a un dispositivo de su invención. Shiva Nathan –así se llama el precoz inventor- había diseñado un brazo robótico que se podía controlar con la mente. Aunque suene a ciencia ficción, esta interfaz brain-computer (cerebro-ordenador) es muy real, y salió de la mente innovadora de un adolescente.
Nathan obtuvo la ayuda de la empresa NeuroSky para construir su prototipo. Esta compañía fabrica máquinas portátiles que sirven para realizar electroencefalogramas; gracias a la tecnología de uno de sus productos, los auriculares Mindwave Mobile, Nathan consiguió desarrollar un software capaz de captar y traducir las ondas mentales mediante un dispositivo Bluetooth inalámbrico. Estas ondas son las que, una vez enviadas al brazo robótico, le permiten realizar diferentes movimientos. Para ello, el usuario solo debe activar un sencillo mecanismo cerebral: vaciar la mente para flexionar el codo, y focalizarse en un pensamiento simple (como una letra o un número) para mover los dedos.
Con el dinero obtenido por el premio, Nathan (cuya idea original era diseñar videojuegos controlados por la mente) tiene la intención de mejorar su prótesis para que esta pueda ser operada por el movimiento de los ojos. El invento de Shiva podría ayudar a miles de personas por todo el planeta, y además, gracias al uso de componentes baratos (como placas Arduino o macarrones termorretráctiles), a un precio razonable: un brazo de este tipo se podría adquirir por 1.000 dólares, cuarenta veces menos de lo que cuestan algunas prótesis similares en el mercado.
Los miembros del Team A, procedentes de diversos países de todo el mundo, son Sofya Abramchuk (@sofy_abr), Eric W. Beydoun (@EricBeydoun), los españoles Marieta Caballero y Alejandro Carderera, Johnny Cohen, Arthur Gopak (@GPacHQ), Param Jaggi (@ParamJaggi) y Rahul Puniani (@rahulnik3).
Todos cuentan con capacidades intelectuales y creativas excepcionales (algunos de ellos, como Jaggi o Cohen, incluso forman parte de la notoria lista de Forbes 30 under 30 -jóvenes promesas norteamericanas menores de treinta años-) y, sobre todo, con muchas ganas de transformar el futuro para mejorarlo. Como afirma Juan Antonio Garrigosa, director de Innovación de Endesa,
"Una de las cosas que aprendemos de estos jóvenes es que su ego lo llenan haciendo cosas útiles para la sociedad; llevar a cabo un proyecto que ayude a los demás es una de sus principales motivaciones."
La incorporación del Team A es una rama más de nuestra apertura a la aplicación del modelo de innovación abierta a todos nuestros proyectos. Un modelo que, como ya comentamos con anterioridad en el blog, está rompiendo con el sistema tradicional, mucho más cerrado, en el que las investigaciones y el aporte de ideas para mejorar el producto de la empresa solo provenían del departamento de I+D de la misma, y en el que los proyectos se mantenían en el secretismo más absoluto.
Gracias a este nuevo paradigma de innovación, ahora no solo se está abierto a ideas internas, sino a aquellas que provengan del exterior. Cualquier ayuda o iniciativa que impulse la regeneración del panorama energético actual será bienvenida.