{{article.title}}
Si prefieres ver la web siempre en español, haz click aquí.
Electrificación
La electricidad producida por energías renovables es la solución más eficiente y rentable para alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea.
En el marco del Pacto Verde Europeo, la Unión Europea se ha fijado alcanzar la neutralidad climática para 2050. Con el fin de lograr este objetivo, ha incrementado su ambición para 2030, comprometiéndose a reducir las emisiones en al menos un 55% en comparación con 1990.
Para disminuir los niveles actuales de emisión de gases de efecto invernadero, debemos apostar por las energías renovables e impulsar el aumento del número de vehículos, productos o procesos que pueden electrificarse. Hoy, la electricidad producida por energía renovable es la solución más eficiente y rentable para conseguir estos objetivos.
La electricidad producida por energía renovable es la mejor opción para descarbonizar los usos energéticos de aquellos sectores que causan la mayoría de los gases de efecto invernadero. Estos son principalmente en transporte, la edificación y la industria.
El transporte: si queremos alcanzar las cero emisiones netas en 2050, el 60% de los vehículos vendidos a nivel mundial deben ser eléctricos para 2030. Por ello, desde Endesa X, trabajamos para facilitar el acceso a puntos de recarga a todos los conductores de vehículos eléctricos. Nuestro objetivo es alcanzar los 66.000 puntos de recarga a cierre de 2025 (públicos y privados), cinco veces más que a final de 2022.
El sector de la edificación representa un 40% del consumo de energía total y un 75% se produce a partir de combustibles fósiles, principalmente por el uso de la calefacción. Por ello, trabajamos para ofrecer a nuestros clientes soluciones digitales relacionadas con las instalaciones y el consumo de energía. Desde Endesa X ofrecemos dispositivos inteligentes para gestionar de manera eficiente la calefacción, instalación de paneles solares y puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Por su parte, las empresas del sector industrial, que transforman materias primas en productos de consumo, también deben centrar sus esfuerzos en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La electrificación directa de los procesos industriales deberá alcanzar el 37% en 2030 y el 46% en 2050 para cumplir con los objetivos europeos. Esto se podrá conseguir cambiando de combustible en procesos industriales como los del hierro y el acero mediante el uso de hornos de arco eléctrico. En los sectores difíciles de electrificar, se podrá recurrir a electrificación indirecta con hidrógeno verde o e-combustibles.
La electrificación de los usos finales tendrá que apoyarse en una generación de energía cada vez más descarbonizada, con una participación de la mezcla de energías renovables que aumentará al 60% para 2030 y al 84% para 2050. Por eso estamos haciendo un gran esfuerzo en el desarrollo de parques renovables y en la digitalización de la red. Para 2040, tenemos el objetivo de ser una empresa 100% descarbonizada.
“Para 2040, tenemos el objetivo de ser una empresa 100% descarbonizada.”.
Otra alternativa para la descarbonización de la economía es la electrificación indirecta. Para aquellos sectores “difíciles de reducir”, como por ejemplo la aviación o el transporte marítimo de larga distancia, es posible producir hidrógeno verde a partir de electricidad renovable y, con ello, obtener combustibles neutros de carbono en forma de gas o líquido.
Entre 2030 y 2050, el hidrógeno y la electrificación deben convertirse en nuestros aliados para reducir la mayor parte de las emisiones en la producción primaria y secundaria de aluminio. Según BloombergNEF, es posible reducir todas las emisiones del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la producción de aluminio gracias al uso de hidrógeno para, aproximadamente, la mitad de las emisiones y gracias a la electrificación para un tercio.
Los costes de hidrógeno verde continúan siendo más altos que los del azul. Pero, estos deberían comenzar a bajar a medida que aumente la fabricación de electrolizadores. Monitorizar la evolución del mercado de hidrógeno verde es clave para identificar oportunidades de negocio adicionales y contribuir a la descarbonización en los próximos años.
Las redes de distribución son esenciales para la electrificación y deberán ganar flexibilidad para garantizar la calidad del suministro.
La digitalización de las redes de distribución permite a los consumidores asumir un papel proactivo en el sistema energético y favorece modelos de consumo más eficientes y sostenibles.
Para alcanzar cero emisiones en 2040, serán muy relevantes las inversiones en las redes eléctricas. Por ello, en nuestro Plan Estratégico 2024-2026, 2.800 millones de euros irán destinados a la red de distribución, con el objetivo de seguir mejorando la calidad del servicio y facilitar el acceso a las nuevas formas de producir y consumir electricidad.
{{article.title}}
{{article.title}}
{{article.title}}
{{article.title}}
{{article.title}}
{{article.title}}