
La vuelta a la vida del buitre negro en el Pirineo de Lleida
A través de nuestro Plan de Conservación de la Biodiversidad, seguimos trabajando en proyectos como la creación de Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS), con el que, junto a la Asociación Trenca, hemos conseguido repoblar el Pirineo Catalán de buitres negros.
Históricamente, la imagen del buitre siempre se ha asociado a valores culturales negativos como, por ejemplo, la traición, la maldad o la mala suerte. De hecho, como explica Gerard Plana, técnico de conservación en Trenca, a estas aves rapaces siempre se les ha marcado como un animal relacionado con la muerte. Sin embargo, lejos de los prejuicios, existen diversos motivos para admirar, proteger y conservar a estos animales.
El papel más importante de las aves necrófagas, es decir, aquellas que se alimentan de cadáveres, es eliminar todos los restos animales que quedan en el campo y que podrían ser un foco importante de enfermedades. Por esta razón, los buitres tienen un impacto clave sobre el equilibrio natural de los ecosistemas y la diversidad.
En el año 2000 las normativas que se impusieron a raíz de la alarma sanitaria por la “crisis de las vacas locas” obligaron a retirar los cadáveres de los animales de todas las explotaciones ganaderas. Esto derivó en una fuerte crisis alimentaria para las diferentes especies de buitres, que produjo una merma de sus poblaciones.
Sin embargo, tras casi medio siglo desaparecido y 20 años después de esta gran crisis, el buitre vuelve a sobrevolar las montañas del Pirineo de Lleida. Actualmente, este es uno de los pocos lugares en los que pueden observarse diferentes ejemplares de buitres: negro, leonado, alimoche y quebrantahuesos.
El buitre negro, aunque es uno de los más especiales con su característico plumaje casi negro, su metro de altura y sus 10 kilos de peso, también ha sido uno de lo más afectados a lo largo de los años. Por eso varias entidades y asociaciones llevamos trabajando más de una década en su reintroducción al Pirineo Catalán, con el objetivo de concienciar, conservar y proteger a este gigante del cielo.
En Endesa, partiendo de nuestro Plan de Conservación de la Biodiversidad, impulsamos el proyecto de creación de Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS) en los Pirineos de la mano de la asociación Trenca. Como asegura Núria Vallverdúç, técnica de conservación en Trenca: “Para nosotros es muy importante el apoyo de compañías como Endesa. No es fácil encontrar personas que puedan financiar este tipo de acciones”.
“Para nosotros es muy importante el apoyo de compañías como Endesa. No es fácil encontrar personas que puedan financiar este tipo de acciones”.
– Núria Vallverdú, técnica de conservación en Trenca.
En total, hay cuatro Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS). Gracias a ellos, el buitre negro, que come unos 300 kg de carroña al año, recibe la alimentación necesaria para su conservación. Estos puntos se abastecen de los animales muertos no aptos para consumo humano, cedidos por los ganaderos de la zona.
El reto de asegurar el futuro de esta especie
La instalación del PAS es clave para la reintroducción de especies desaparecidas, pero hay que ir más allá. Ahora, tal y como explica Núria Vallverdú, “el reto es que, tanto la población local como la sociedad en general, se involucren en la conservación de este ejemplar, entendiendo que es lo mejor para el futuro”
“El reto es que, tanto la población local como la sociedad en general, se involucren en la conservación de este ejemplar, entendiendo que es lo mejor para el futuro”.
– Núria Vallverdú, técnica de conservación en Trenca.
Este proyecto, además, va estrechamente ligado a la educación ambiental, ya que, como comenta Gerard Plana, técnico de conservación en Trenca, “hay que explicar a los niños que los buitres están haciendo un gran favor a la naturaleza”. Por ello, desde 2019 también se hace un fuerte trabajo de concienciación y difusión en las escuelas de la zona.
En 2020 se habilitó uno de los lugares más especiales para poder apreciar los increíbles ejemplares de buitre: Casa Daniela. Su objetivo es convertir este lugar en un punto de encuentro para los amantes de la fotografía, sin molestar a las aves y favoreciendo la economía local.
Desde que este proyecto se puso en marcha, hemos conseguido una colonia de buitres negros que ronda los 70 individuos. Nuestro objetivo es que, en un futuro, estas aves no necesiten de los PAS y puedan desarrollarse de una manera natural.
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