12 mayo: Día de la sobrecapacidad de la Tierra
El planeta tiene unos recursos limitados. El día de la sobrecapacidad de la Tierra marca la fecha en la que se han consumido todos los recursos que puede generar en un año. Se suele calcular por países y, para España, este año fue el pasado 12 de mayo. Una fecha que marca una economía insostenible en relación a la biocapacidad y la huella ecológica que creamos. Muchas son las acciones que se están desarrollando para reducir nuestro impacto en el planeta, como la aplicación de la economía circular, un modelo de producción y consumo que persigue alargar el ciclo de vida de los productos lo máximo posible.
Por Raquel Canales Escribano
El pasado 12 de mayo de 2023 fue el Country Overshoot Day para España o, lo que es lo mismo, el día de la sobrecapacidad de la Tierra. A partir de esa fecha, se habrán consumido la totalidad de recursos que el planeta puede renovar en un año. Este día se calcula a través de dos conceptos principales: la biocapacidad del planeta, que es la capacidad del planeta para generar recursos (en hectáreas globales) y la huella ecológica, es decir, el consumo anual de recursos ecológicos por parte de la humanidad.
Esta fecha, sin duda, refleja la presión que estamos ejerciendo sobre el planeta, poniendo de manifiesto la necesidad de modificar la forma en la que producimos y consumimos a día de hoy. En 2023 ha sido el 12 de mayo, pero ¿qué ha ocurrido en años anteriores? Desde 1971 esta fecha límite se ha adelantado continuamente, de modo que en 2018 la fecha fue el 11 de junio, en 2019 el 29 de mayo, en 2020 el 27 de mayo y en 2021 el 25 de mayo.
Fechas que marcan una economía insostenible en lo que respecta a la relación con la biocapacidad y huella ecológica de nuestro planeta, debido principalmente a determinadas acciones del ser humano como el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero debido principalmente a la quema de combustibles fósiles, la deforestación o la sobreexplotación agrícola, entre otras. El modelo de consumo actual supone que, cada año, necesitamos el equivalente a 1,75 planetas para cubrir nuestras necesidades de recursos, de los cuales el 68% son no renovables (como, por ejemplo, minerales o combustibles fósiles).
"El modelo de consumo actual supone que, cada año, necesitamos el equivalente a 1,75 planetas para cubrir nuestras necesidades de recursos".
La buena noticia es que en los últimos años se está avanzando de manera cada vez más ambiciosa en regulación y acciones sostenibles por parte de países, gobiernos, empresas y sociedad en general. Sin duda, estamos viendo importantes compromisos que persiguen el objetivo de reducir esta deuda y conseguir una economía sostenible. Concretamente Europa, se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática para 2050, lo que supone una importante transición hacia la descarbonización por parte de los países.
Entre estas acciones que empujan a los países hacia las cero emisiones netas, destaca la economía circular, un modelo de producción y consumo que persigue alargar el ciclo de vida de los productos lo máximo posible. Mediante este modelo económico, se optimizan los recursos, se reduce el consumo de materias primas y se aprovechan los residuos reciclándolos o dándoles una nueva vida para otro uso convirtiéndolos en nuevos productos.
A día de hoy, nuestra economía es lineal, es decir, extraemos recursos, producimos, consumimos y desechamos y esto es uno de los motivos por los que estamos generando esa presión sobre el planeta. La economía global es, hoy en día, solo un 7,2% circular.
"La economía global es, hoy en día, solo un 7,2% circular".
Según la Fundación Ellen Macarthur, la economía circular se basa en tres principios: eliminar los residuos y la contaminación, circular los productos y materiales y regenerar la naturaleza. Estos tres principios persiguen la utilización de energías y materiales renovables, con el objetivo también de desvincular la actividad económica del consumo de recursos finitos. La economía circular cuenta con el conocido diagrama de mariposa que permite ilustrar el flujo continuo de materiales en una economía circular. Existen dos ciclos principales:
- Ciclo biológico: para materiales que pueden biodegradarse y regresar de manera segura a la tierra. Este ciclo se refiere principalmente a los productos que se consumen, como los alimentos. Sin embargo, algunos otros materiales biodegradables, como el algodón o la madera, pueden eventualmente pasar del ciclo técnico al ciclo biológico una vez que se han degradado hasta un punto en el que ya no se pueden usar para fabricar nuevos productos.
- Ciclo técnico: para los productos que se usan en lugar de consumirse. Los productos y materiales se mantienen en circulación a través de procesos como la reutilización, reparación, remanufactura y reciclaje.
Por tanto, para el sector empresarial, la economía circular supone reevaluación y transformación de los modelos de negocio desde una visión sistémica que genera valor para las empresas y que también es la respuesta para otros desafíos globales como el cambio climático, la generación de empleo, la salud y el bienestar, o la generación de valor social, entre otros.
Esta transformación va desde el aprovisionamiento, fomentando a través de los diseños el uso de materias primas recicladas, pasando por la generación de energía a través de fuentes renovables, el proceso de producción y transporte, y el final de vida útil de los productos con el objetivo de volver a incorporarlos en la economía.
Endesa forma parte del Grupo de Acción de Economía Circular de Forética, iniciativa empresarial cuyo objetivo es liderar la transición de las empresas hacia un modelo de economía circular, trabajando principalmente en torno a tres objetivos: impulsar la ambición empresarial en la materia, acelerar la acción a través de las principales herramientas para avanzar hacia un modelo de economía circular y potenciar las alianzas.