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¿Cómo avanzar hacia el nuevo modelo energético? La apuesta por las energías renovables y la electrificación de la economía son dos pilares clave en el proceso de descarbonización.
En esa misma línea, la reducción de las emisiones en las centrales existentes es el siguiente gran paso que debemos lograr. Pero, ¿qué sucede con aquellos centros que dejan de ser útiles ante este objetivo? La economía circular se presenta como la aliada de la descarbonización a lo largo de todo ese proceso.
Es una realidad que ya está en marcha en todo el mundo. Países como China y Estados Unidos utilizan esta filosofía circular como base para reaprovechar los materiales y centros que pierden su uso inicial en el proceso de descarbonización.
En Europa existen numerosos ejemplos. El Museo Nacional Británico de Arte Moderno, Tate Modern, de Londres contiene ahora algunas de las más emblemáticas exposiciones de arte reciente, pero hace unos años era muy diferente. Hasta 1981, en su lugar podíamos encontrar la central de generación eléctrica de Bankside, toda una planta de combustión de petróleo que llegaba a producir 300 MW de electricidad.
Pero no hay que irse tan lejos para ver otros ejemplos. En Barcelona, la central catalana de electricidad, también conocida como central Vilanova, estuvo enfocada en la energía térmica desde 1896 hasta 1977. En la actualidad es un centro reformado que da lugar a una sala modernista donde se localiza el Espai Endesa, un centro educativo en el que los visitantes pueden conocer el proceso que sigue la energía mediante paneles interactivos.
El museo y centro cultural que ahora conocemos como CaixaForum de Madrid no ha sido siempre un espacio centrado en la cultura, sino que se integró sobre la antigua central eléctrica del Mediodía. Una planta de carbón que abasteció la zona sur del antiguo casco histórico de Madrid.
Otro ejemplo que encontramos en la misma capital es la central eléctrica de Mazarredo. Este centro es, en la actualidad, el espacio desarrollado para startups llamado Google Campus.
Futur-e: el futuro de los espacios energéticos
La economía circular está sirviendo como herramienta para crear valor compartido en el proceso actual de descarbonización. Este principio es el pilar del programa Futur-e del Grupo Enel, al que pertenece Endesa, una iniciativa con la que se busca un nuevo uso para las instalaciones de las centrales térmicas que han dejado de operar. Ya forman parte del programa 23 centrales y un antiguo espacio minero.
En España hemos llevado esta iniciativa a la zona de la central de Compostilla, en León. Con una convocatoria participativa, transparente y abierta invitamos a empresas, instituciones y otros agentes públicos y privados a presentar proyectos de inversión y creación de empleo en el espacio ocupado por la central o en sus zonas aledañas.
Nuestro plan de descarbonización continúa avanzando y la economía circular es la compañera ideal en este camino. El compromiso local, esa debe ser siempre la base del nuevo modelo energético.