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El acceso al agua es y será en los próximos años uno de los principales problemas de nuestro planeta. El uso eficiente del agua será clave para asegurar ese recurso, tan escaso como preciado. Y en la gestión del agua, la explotación de los embalses tiene una especial importancia.
España cuenta con más de 375 embalses, fundamentales para el suministro de agua, la agricultura y la producción de energía hidroeléctrica.
Los embalses son grandes depósitos de agua construidos por el hombre mediante una presa que almacena el agua de ríos o arroyos. A diferencia de los pantanos, que pueden ser naturales o artificiales, los embalses son siempre artificiales, tienen mayor capacidad de retención de agua y requieren estudios previos para su construcción.
Aunque se utilizan como atracciones turísticas o para deportes acuáticos, estas masas de agua tienen muchas más funciones de las que podemos imaginar. ¡Te contamos cuáles a continuación!
Para entender la importancia de los embalses, es necesario conocer sus usos y los beneficios que generan:
Para llevar a cabo estas funciones, es crucial una administración cuidadosa y eficaz. Lo que nos lleva a preguntarnos… ¿Quién gestiona los embalses en España?
La gestión de los embalses en España es una tarea que involucra tanto al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como a los Organismos de cuenca. Juntos aseguran la utilización eficiente y sostenible de los recursos hídricos, garantizando el suministro de agua, la protección contra inundaciones y la preservación del medioambiente. Veamos cómo:
El MITECO es la autoridad central que supervisa la política hídrica nacional. A través de la Dirección General del Agua, desarrolla y planifica los planes hidrológicos y define políticas de gestión sostenible, asegurando el cumplimiento de la normativa ambiental y la protección de los ecosistemas acuáticos.
También publican informes periódicos sobre la situación de sequía y escasez de agua, aportando datos actualizados sobre los niveles de los embalses y la disponibilidad de recursos.
Los organismos de cuenca son entidades autónomas adscritas al MITECO, y son los responsables de la gestión de los recursos hídricos de la demarcación hidrográfica correspondiente. Las demarcaciones hidrográficas pueden ser intercomunitarias en cuyo caso dependen del MITECO o intracomunitarias en este caso dependen de la Consejería Autonómica con competencias en materia de Agua.
Estas entidades incluyen las Confederaciones Hidrográficas como la del Ebro, el Tajo o el Duero.
Sus funciones principales son regular el uso del agua para diferentes fines (como el riego agrícola), la conservación del Dominio Público Hidráulico, mantener las infraestructuras hidráulicas, supervisar la calidad y la cantidad de agua mediante monitoreos constantes y facilitar la participación de los ciudadanos a través del Consejo del Agua de la demarcación.
¿Y en situaciones de crisis meteorológicas? La gestión del agua en épocas de sequía es crucial para asegurar el suministro y el uso eficiente de los recursos hídricos. Te contamos quién y cómo la administra en España.
En situaciones de sequía, los organismos de cuenca gestionan el uso del agua para satisfacer las necesidades prioritarias como el abastecimiento de agua potable, el riego agrícola, y los usos industriales.
¿Cómo lo hacen? Coordinando los horarios y volúmenes de desembalse de manera que se maximice la eficiencia y se minimice el desperdicio, particularmente durante la noche, cuando la demanda para riego es mayor.
La producción de energía hidroeléctrica se realiza de forma compatible con otros usos del agua, ya que el agua no se consume, se reintegra al cauce y puede ser aprovechada para nuevos usos. Además, en situaciones extremas, las centrales pueden ajustar su producción para liberar solo la cantidad mínima de agua necesaria.
Los embalses juegan un papel crucial en la regulación y almacenamiento del agua y más en un país con la variabilidad climática que tiene España.
En España, los embalses garantizan el abastecimiento de agua para consumo humano, agrícola e industrial. Además, ayudan a prevenir las inundaciones controlando la liberación de agua durante episodios de fuertes precipitaciones
Además, nuestros embalses contribuyen a la generación de energía renovable, lo que reduce nuestra dependencia de fuentes fósiles. Esto contribuye a la sostenibilidad de la economía y permite disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el medioambiente.
A esto se suma que para optimizar la gestión de los embalses desde 2015, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMet) y la Dirección General del Agua han desarrollado S-ClimWaRe. Se trata de una herramienta que ofrece predicciones estacionales de precipitaciones y aportaciones hídricas, ayudando en la toma de decisiones para una gestión eficiente del agua.
El cambio climático está afectando a los patrones de precipitación y complicando la gestión de los recursos hídricos, por ello es esencial adaptar la gestión de los embalses a los desafíos climáticos actuales. Las innovaciones en la gestión del agua serán clave para optimizar la explotación de los embalses en España.