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Hablar de redes sociales nos conduce inevitablemente a pensar en Facebook. Le llaman la red social por excelencia aunque nunca voló sola, al menos desde que Twitter quiso ponerse a su altura. Una plataforma que con sus publicaciones de solo 140 caracteres llegaba al mercado para ofrecer algo distinto, inmediato y conciso. Detrás de esta simple pero genial idea se encuentra Jack Dorsey y su biografía, que con tan solo 42 años es el actual CEO de la compañía que engloba más de 300 millones de usuarios activos.
La historia de Jack Dorsey, como la de la mayoría de emprendedores, comienza a una temprana edad. Puede que esa curiosidad precoz por entender el mundo sea un rasgo que se extienda a todos los genios, en su caso se confirma la regla. En 1984 cuando sus padres compraron el primer ordenador, Jack tenía 8 años, pero no lo utilizaba para jugar como haría alguien de su edad. Él disfrutaba creando mapas, haciendo representaciones de ciudades y creando puntos que se moviesen por ellas. Trataba de pensar en lugares y entender el comportamiento de las personas que los daban vida.
Esta pasión que casi rayaba la obsesión fue la base para todos los programas que desarrolló en su adolescencia sobre mensajería. Eso y un espíritu innovador que en vez de buscar una evolución lógica de la tecnología quería situarse siempre un paso más allá.
Su espíritu analítico le condujo a obtener su primer trabajo tras avisar a una empresa tecnológica de mensajería de un agujero de seguridad en su web. Sabía dónde quería estar y a qué puerta había ido a tocar, a pesar de que significase dejar sus estudios para retomarlos en otra universidad. Y aunque nunca llegó a terminar sus estudios, en 2006 mientras trabaja en una empresa de podcasts vislumbró la oportunidad de crear algo grande.
Analizar el momento para emprender
Jack Dorsey hizo un análisis del panorama que se vivía a principios de los 2000 para hallar las ventajas y carencias que existían. Solo tuvo que poner sobre la mesa su gran pasión por los mapas y la mensajería para dar con la tecla, al menos para llamar la atención de los inversores. Si los SMS estaban la orden del día y el boom de internet no hacía más que empezar, lo innovador resultó dejar la esencia de los mensajes cortos derribando sus carencias en la web. Y aunque el proceso fue algo complejo hasta 2008, sabemos por la historia de las redes sociales que Twitter fue todo un éxito.
Dorsey es una persona afortunada que sabe cómo equilibrar su gran pasión con las necesidades digitales actuales y un gran espíritu innovador, es apreciable en su perfil. No hay más que ver que las redes sociales no han sido su único objetivo. También ha creado una exitosa fintech llamada Square tomando de nuevo como punto de partida una necesidad y adaptando la solución a nuestro tiempo. En este caso hablamos de una aplicación que permite hacer pagos a través de la misma ya sea por el teléfono o a través de un diminuto lector de tarjetas conectado al smartphone.
Avanzar sin olvidar los principios
Los últimos movimientos de Jack Dorsey en la red social se han orientado a crear un panorama más real y honesto, incluso pudiendo parecer un gesto de debilidad. Tras el boom de las fake news y movimientos de manipulación en la red tomó la valiente decisión de tratar de acabar con ello con una serie de medidas, entre las que se encontraba el cierre de cuentas fraudulentas. En un primer momento los titulares señalaron la multitud de usuarios perdidos y aunque los números daban la razón a la prensa, lo cierto es que los beneficios han aumentado. Un síntoma que ha servido como aprobación a la nueva política adoptada.
Las redes sociales han llegado para ser parte de la sociedad y aunque es un sector donde todo tiene principio y fin, la biografía de Jack Dorsey muestra cómo ha sabido cómo reafirmar el papel de Twitter. Algunas veces considerada caída en desgracia, otras como una pieza fundamental del social media, pero de momento, gracias a su creador, una plataforma orientada a proteger a sus usuarios.
*Imagen principal de Newspix/Getty Images