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Vivimos en la era dorada de la movilidad eléctrica. Su evolución es palpable en características técnicas y en ventas y la tendencia indica que continuará en esa línea de crecimiento en las próximas décadas y en sus diferentes vertientes. Más del 80% de las ventas de autobuses en 2040 será de modelos eléctricos y el precio de sus componentes se abaratará. Esas son algunas de las conclusiones que Bloomberg NEF (BNEF) lanza en su último estudio Electric Vehicle Outlook 2019.
La movilidad urbana e interurbana forma parte de un cambio global que no solo afecta a los vehículos privados. En ese proceso, las empresas deben aportar una visión innovadora que muestre cómo será el futuro mediante la búsqueda de prototipos para operaciones alternativas de activos de movilidad.
Ese es el significado de PALOMA (cuyo acrónimo es Prototype for Alternative Operation of Mobility Assets), el primer prototipo mundial de carga rápida por contacto en el suelo de autobuses eléctricos. Se trata de un proyecto que hemos desarrollado junto a las compañías Alstom y Mansel en la ciudad de Málaga mediante la implantación de un autobús eléctrico y la instalación del sistema de carga en las paradas finales de la línea.
“Esta tecnología permite que el autobús eléctrico mantenga la autonomía suficiente como para aguantar la jornada entera sin tener que volver a cocheras antes de tiempo para una recarga completa”
Un proyecto para duplicar la autonomía de los autobuses
Esta tecnología está integrada en el asfalto de las últimas paradas para permitir la carga rápida y eficaz del autobús eléctrico mediante contacto directo. Este tipo de sistemas facilitan la integración de los cargadores en el paisaje urbano, no añaden obstáculos a la circulación habitual del tráfico y mejoran la autonomía del autobús, que solo necesitará parar para la recarga completa al final de la jornada.
Debido a las características del proyecto, también hemos implementado un sistema de monitorización avanzado de la red eléctrica de distribución de media y baja tensión a través de un centro de transformación automatizado.
El objetivo de esta iniciativa es duplicar la autonomía de los autobuses sin variar los tiempos de espera de los pasajeros, con el consiguiente avance en la innovación tecnológica que rodea a la movilidad eléctrica.
Málaga, laboratorio de pruebas para la movilidad del futuro
La tecnología tranviaria es la que ha servido de base para desarrollar el sistema utilizado en PALOMA. Su nombre es SRS (Solución de Recarga Estática) y funciona a través de las técnicas de alimentación por suelo de la compañía Alstom, que recarga al autobús mediante zapatas colectoras que están situadas en la parte inferior del vehículo y que se activan mediante señales de telecomunicaciones.
Málaga es la localización seleccionada para ello, ya que sirve de laboratorio de pruebas real y de referencia con este y otros proyectos que llevan años en marcha gracias a nuestro Living Lab Smartcity Málaga, en el que probamos y validamos diferentes tecnologías que acercan a la ciudad al estatus de smart city.
El proyecto PALOMA está cofinanciado por la Unión Europea con fondos FEDER y por el CDTI, Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. Cuenta también con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, el Ministerio de Economía y Competitividad y la Universidad de Málaga.