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En el año 2000, la aparición de la EET (Encefalopatía Espongiforme Transmisible), también denominada “crisis de las vacas locas”, tuvo importantes consecuencias en el medioambiente y la conservación de las especies. Las normativas que se impusieron a raíz de esta alarma sanitaria obligaban a la retirada de los cadáveres de animales de todas las explotaciones ganaderas, lo que provocó una crisis alimentaria para las especies de rapaces necrófagas, que consecuentemente vieron mermadas sus poblaciones.
En Endesa, dentro de nuestro Plan de Conservación de la Biodiversidad, vimos la necesidad de incentivar y apoyar iniciativas de alimentación asistida que ayudasen a restablecer este equilibrio perdido para muchas especies necrófagas y grandes rapaces del pirineo. Desde 2011, impulsamos el proyecto de creación de Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS) en los Pirineos de la mano de la asociación TRENCA y, más recientemente, también de la asociación Naturaleza Rural. Una iniciativa que da soporte al su programa de reintroducción del buitre negro, especie que había desaparecido de esa zona.
Estas actuaciones concretas se enmarcan en nuestro continuo trabajo de adecuación de las líneas eléctricas para la protección de estas especies. De forma paralela a estos proyectos, en Endesa centramos nuestros esfuerzos en el aislamiento de las líneas utilizadas como apoyo por parte de estas aves, la instalación de balizas reflectantes, y todas las mejoras que sean necesarias, con el objetivo de evitar incidentes y contribuir a la conservación de las especies.
Gracias a nuestra colaboración se han instalado tres PAS en la zona del Pirineo de Lleida y se ha dado asistencia a otros dos en la zona del pirineo de Huesca, que han permitido cubrir las necesidades que las aves carroñeras no podían obtener de forma natural, además de disponer para ellas el alimento de forma controlada sanitariamente.
“La instalación de PAS es clave para la reintroducción de especies desaparecidas como el buitre negroel alimoche, el quebrantahuesos y otras grandes rapaces. Gracias a ellos tienen asegurado el alimento y mejora su éxito reproductor.”
Jesús Almarza, Técnico de TRENCA.
Las aves necrófagas y su presencia equilibrada son fundamentales como eliminadoras de focos de infección en nuestros campos y su desaparición desestabilizaría el equilibrio natural de los ecosistemas. Buitre negro, quebrantahuesos y alimoche, y otras grandes rapaces, todas ellas especies protegidas, son los principales beneficiados de la presencia de los PAS en la actualidad. Al tener asegurado el alimento, aumenta su éxito reproductor y, por tanto, la supervivencia de estas especies protegidas.
El programa de puntos de alimentación asistida de Endesa da soporte al proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos que desarrolla TRENCA. Se inició en 2007 ante la necesidad de recuperar esta especie reproductora, desaparecida en la segunda mitad del siglo XIX. El objetivo es que esta nueva población refuerce el vínculo con la población francesa, aumentando la variabilidad genética.
Los resultados más recientes del proyecto demuestran su éxito a través de la presencia de ejemplares de buitre negro en todos los PAS. Aunque también destaca la aparición del buitre leonado con gran presencia de individuos entre los 90 y 200 ejemplares y de otras especies como el Alimoche, el Quebrantahuesos o el Milano Real con hasta 9 individuos. Incluso han atraído como punto de alimentación al Milano negro con hasta 12 individuos, el Águila Real, el Bustardo ratonero con hasta 4 individuos y el Cuervo con presencia de 30-50 individuos.
El proyecto permite hacer un seguimiento de las especies objetivo con observaciones directas y a través de fototrampeo. En los más de doce años que se viene trabajando en el mismo se ha conseguido una colonia estable importante de buitre negro (cercana a los 200 individuos). Gran parte de este éxito es debido a los PAS, que se han convertido en una pieza clave para la alimentación de esta especie. Acuden a ellos con frecuencia, sobre todo en los momentos más importantes en la cría de los pollos, lo que facilita el éxito reproductor de la especie.
Ganaderos y granjeros de la zona ceden los terrenos para los PAS y participan en la entrega de carroña aportando, por ejemplo, las bajas de sus explotaciones. Estos productos cárnicos no aptos para consumo humano se unen a los que facilitan mataderos de la zona.
Los técnicos de TRENCA y Naturaleza Rural, de la mano de Endesa, son quienes coordinan todo el proceso, realizan el seguimiento de las especies, y ordenan los trabajos de mantenimiento y limpieza de los comederos.
La técnica de aporte de alimento se ha mejorado con los años. Actualmente se centra en piezas pequeñas y algo escondidas, las que prefieren el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche. De esta forma no se beneficia a otras especies carroñeras que no tienen problemas de población en la zona, como es el caso de buitre leonado, que come piezas grandes y en manada.
El proyecto de implementación de Puntos de Alimentación Suplementaria para aves necrófagas del Pirineo va ligado a la educación ambiental. Durante el año 2019 se ha difundido entre las escuelas y colegios de la zona a través de talleres y charlas didácticas. Además, cada año se permite la visita de quienes estén interesados en conocer de cerca las aves necrófagas.
Este proyecto ha alcanzado una importante envergadura y ha sido publicado en importantes revistas de carácter científico como "Journal of Applied Ecology" y "Nature".
El objetivo de futuro es que estas aves no necesiten de los PAS para su alimentación y puedan desarrollarse de manera natural. Los PAS seguirán proporcionando un importante soporte para la gestión de ganado u otros animales muertos, suponiendo un beneficio tanto ambiental como económico.