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El cambio climático es una de las grandes preocupaciones de este siglo y hay un despertar de conciencias preparadas para combatirlo con todas las soluciones posibles. Una de ella es la inteligencia artificial (IA), una tecnología en constante evolución que permite el aprendizaje automático.
Los expertos aseguran que la inteligencia artificial va camino de conseguir inteligencia sobrehumana. De hecho, la IA ya ha derrotado a los mejores jugadores de ajedrez. Es un arma poderosa, tanto, que puede contribuir a la protección medioambiental o a su destrucción.
Recientemente se ha publicado el estudio Tackling Climate Change with Machine Learning, con el objetivo de hacer un llamamiento a los profesionales que trabajan en distintos campos de la inteligencia artificial. Lo que se pretende es que los investigadores más destacados estudien la forma en la que sus hallazgos y avances pueden contribuir a luchar contra el cambio climático.
Hasta 13 áreas relacionadas con el aprendizaje automático que pueden ayudar a luchar contra el calentamiento global se presentan en este estudio.
David Rolnick, alumno posdoctoral de la Universidad de Pensilvania y uno de los autores del estudio, asegura que la inteligencia artificial contribuye de forma significativa al aprendizaje automático, y por tanto ayuda a encontrar soluciones, pero no resuelve todos los problemas.
Por ejemplo: la producción de energía limpia y la reducción del CO₂ que emitimos son campos de estudio que abren un abanico de posibilidades a desarrollar como la construcción de edificios eficientes, las nuevas formas de transporte, o la fabricación de innovadores materiales bajos en carbono.
Por otra parte, el investigador en digitalización y sostenibilidad de la ONG ambiental Germanwatch, Hendrik Zimmermann, señala que la única vía para poder gestionar de forma eficiente los datos medioambientales a escala mundial solo es posible con IA:
«Para poder diseñar este sistema, necesitamos tecnologías digitales y una gran cantidad de datos que deben recopilarse y analizarse rápidamente. Los algoritmos de inteligencia artificial o aprendizaje automático pueden ayudarnos a gestionar esta complejidad y llegar a cero emisiones».
Un sencillo ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ayudar a reducir un 5% el consumo de energía:
El Instituto Borderstep, ubicado en Berlín, ha implementado algoritmos predictivos de aprendizaje automático para ahorrar del 20% al 25% en la energía utilizada para calentar un grupo de 250 apartamentos en la capital alemana. El sistema consiste en usar sensores ubicados alrededor de apartamentos y edificios que pueden determinar cuándo los residentes están en casa y aumentar la temperatura. A través del uso el sistema aprende automáticamente del comportamiento de los sensores conectados entre sí y ajusta la energía necesaria.
En materia de energía, la IA podría optimizar, no solo su consumo, también su producción. En la consultora IBM un equipo está utilizando un método de aprendizaje automático que utiliza funciones matemáticas conocidas como «neuronas artificiales» para tratar de predecir fallas de parques eólicos marinos que permitan optimizar el mantenimiento. Esto contribuye a reducir los costes operativos y las emisiones que producen las inspecciones y el mantenimiento de las turbinas eólicas, donde a menudo se precisan helicópteros para desplazar al personal.
Implementar estas funciones y almacenar los datos climatológicos permite realizar predicciones mucho más precisas. Gracias a ello se puede reducir el tiempo de inactividad de las turbinas y por tanto generar energía limpia de forma más económica.
El crecimiento de la inteligencia artificial es imparable y aún queda mucho que estudiar sobre ella. Todavía hay personas que ponen en duda si su desarrollo nos beneficia o nos perjudica. Muchas personas creen que la IA eliminará su puesto de trabajo, pero la realidad es que se busca cómo emplear las máquinas inteligentes para pedirles que realicen tareas automáticas por nosotros.
Relacionado con la inteligencia artificial desde Endesa lideramos el proyecto PASTORA, (Preventive Analysis of Smart Grids with Real Time Operation and Renewable Assets Integration). El objetivo de PASTORA es adquirir conocimiento que ofrezca el big data para tratar de anticiparse a cualquier incidencia que pueda tener la red. Un total de 37 centros son monitorizados desde nuestros sistemas para dar servicio a clientes reales que permitan obtener conclusiones.