
Cero en la red. ¿Y ahora qué?
Un “apagón total” o black out es una situación extraordinaria que pone a prueba el conjunto del sistema eléctrico afectado. Operador del sistema (OS), generación (GEN) y distribución (GDRD) aplican procedimientos ensayados en simulaciones. Pero la realidad no es un simulacro. En e-distribución lo vivimos así…
Por Juan Ortiz Noval
Es la mañana del 28 de abril. La actividad se desarrolla con normalidad en los centros de control de las redes de e-distribución de Endesa. Los 5 centros de control (en Sevilla, Zaragoza, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Barcelona) gestionan una red eléctrica formada por casi 1.100 subestaciones y líneas eléctricas de alta, media y baja tensión, que, si las uniéramos todas, una detrás de otra, puestas en fila, darían 8 veces la vuelta a la Tierra. La actividad se centra en la ejecución de los aproximadamente 450 trabajos programados que cada día se ejecutan sobre la red de distribución: nuevas infraestructuras, renovación, mantenimiento, automatización, etc.
Mientras, el sistema eléctrico opera con normalidad. Las interconexiones internacionales, así como el enlace con el sistema balear, están activos.
A las 12:33h, el black out es una realidad: 10,6 millones de clientes de e-distribución se han quedado sin luz en la Península.
Primeros pasos de la reposición: coordinación e información
La situación se confirma inmediatamente por parte de los centros de control de Andalucía y Extremadura, Aragón y Cataluña. Mientras, Baleares, aun habiendo perdido el enlace con el Sistema Peninsular, funciona normalmente con la generación disponible en las islas. Las Islas Canarias, desconectadas del sistema peninsular, no manifiestan ningún problema.
Los procedimientos de crisis se ponen en marcha: se constituyen las mesas de coordinación en cada uno de los tres territorios afectados de nuestra red y una mesa de coordinación central situada en Madrid. Estamos listos, empieza la reposición.
Los primeros pasos de la reposición son muy distintos para los diferentes operadores:
- El Operador del Sistema (Red Eléctrica, REE), responsable de garantizar el equilibrio entre la producción y la demanda en el sistema eléctrico, solicita la activación a determinadas centrales hidráulicas, aquellas que son capaces de ponerse en marcha sin necesidad de energía eléctrica proveniente del exterior. Este proceso se conoce como “black start”. También, inicia la segmentación de la red eléctrica de transporte en pequeñas islas que podrán ser energizadas una vez las centrales estén listas para operar.
- Los Gestores de las Redes de Distribución (GDRD) o Distribuidoras tienen un rol muy diferente, centrado en dos ejes de actuación: la comunicación a las administraciones y clientes con especiales necesidades, y la predisposición de la red de distribución para una reposición que será gradual siguiendo las indicaciones del operador del sistema.
Se comunica con las Administraciones (Comunidades Autónomas, Delegaciones del Gobierno, Delegaciones de Industria, Ayuntamientos) y servicios de emergencia (Protección Civil, 112) constituyendo mesas de coordinación. Se comparte el proceso de reposición que se va a iniciar, se valoran los impactos, los tiempos estimados de reposición. Pero también se identifican situaciones críticas o necesidades que hay que prever durante la reposición. Por ejemplo, se verifica la situación de los diferentes hospitales para asegurar que los grupos electrógenos de los que disponen se hayan activado.
De 0 a 100: cómo se reconectó el sistema de forma progresiva
El operador del sistema confirma que la generación está operativa, se empiezan a visualizar tensiones en las pequeñas islas que se han formado. Cuando estas son estables, el operador del sistema da instrucciones a las distribuidoras para empezar a añadir carga a las islas. A las 14:00h, el 1% de los clientes vuelve a tener luz.
Poco a poco, las distribuidoras reciben instrucciones de conectar a sus clientes con el límite de unos incrementos máximos de carga, en función de la capacidad de la generación de la isla. Primero 25 o 50 MW y, a medida que se estabiliza el sistema, más potencia en cada incremento.
Otras generaciones se pueden poner en marcha con ayuda de la primera energización. La carga proveniente de la distribución sigue aumentando. El sistema rearranca.
El operador del sistema empieza a conectar entre sí las islas iniciales y estas empiezan a extenderse como manchas de aceite por todo el territorio nacional.
El proceso se desarrolla ordenadamente, paso a paso, con excepción de una recaída en la zona sur que obliga a volver a empezar de cero.
Hacia las 22:00h se alcanza la realimentación del 50% de los clientes afectados con una red estable que se va consolidando paulatinamente.
En Andalucía, la recuperación del suministro avanza como una mancha de aceite que crece desde Cádiz, se extiende hacia la provincia de Málaga y hacia el oeste hacia la provincia de Badajoz. En Aragón, desde la frontera con Navarra y, en Cataluña, partiendo de la interconexión con Francia hacia el centro de Cataluña y hacia el gran polo de consumo que representa Barcelona y su cinturón industrial.
A medida que entra la madrugada, el proceso de reposición se acelera y el consumo disminuye. En Aragón, desde su centro de control confirman que, a la 1:39h, el 100% del mercado se ha restablecido. En todo el territorio peninsular donde opera e-distribución a las 02:00h, el 74% de los clientes han sido repuestos. Más de 7,8 millones de hogares ya tienen luz.
Cataluña restablece la situación normal de la red a las 3:01h. Ya son 8,5 millones de hogares que vuelven a la normalidad, el 81% del total afectado.
En Andalucía, debido a la recaída inicial, el proceso no se encuentra tan avanzado. Hay que actuar desplazándose a las subestaciones que han perdido la comunicación telemática, aunque resta energía en los servicios auxiliares para operarlas. El personal pasa la noche trabajando, desde los centros de control, a pie de calle.
Son las 11:00h de la mañana del 29 de abril, el 99% del suministro se ha restablecido. Después de la larga jornada, la normalidad vuelve a nuestras ciudades.
Un equipo de casi 850 personas comprometido para prestar un servicio esencial
En el proceso de reposición, durante las horas más intensas de la madrugada del 29, casi 90 técnicos desde los centros de control y aproximadamente 750 personas repartidas por todo el territorio trabajaron en el respeto de las normas de operación. Se realizaron aproximadamente 25.500 maniobras sin ningún error de maniobra ni incidente de seguridad.
Más allá del funcionamiento técnico de toda la compleja infraestructura, esta situación excepcional ha puesto de manifiesto, una vez más, el compromiso, dedicación, espíritu de servicio y profesionalidad del numeroso equipo de personas de e-distribución que se ha volcado en el incidente con el propósito de restaurar la normalidad a nuestros clientes. Todas ellas sienten la responsabilidad del servicio esencial que prestan a nuestra sociedad.
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