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El coche eléctrico se ha ido consolidando poco a poco como una alternativa real a los vehículos de combustión, y las dudas de los posibles compradores acerca de su autonomía, su velocidad o su precio se han ido a despejando progresivamente. Son cada vez más una opción de compra real. Los precios no son tan elevados como muchos piensan y su autonomía ha aumentado con respecto a los últimos años.
Según el modelo, la autonomía puede alcanzar hasta los 741 km. Una cifra más que suficiente si tenemos en cuenta que los trayectos diarios son, por lo general, inferiores a los 60 km. Además, todos los esfuerzos del sector están centrados en aumentar este número, y la compañía Mercedes Benz ha sacado en 2023 un prototipo, el Mercedes Vision EQXX, que cuenta con más de 1.000km de autonomía.
La velocidad de los eléctricos tampoco debe preocuparnos, teniendo en cuenta que algunos modelos pueden superar los 260km/h sin ningún problema. Su coste de recarga queda en torno a los 5€ cada 100 km, si bien depende del vehículo.
Sabiendo esto, solo nos queda preguntarnos: ¿cómo mantenemos un vehículo eléctrico?, ¿cuáles son las mejores condiciones para que resulte verdaderamente eficiente?
La ciudad: el escenario ideal del coche eléctrico
Lo primero es saber por dónde es mejor circular con un vehículo eléctrico. El coche eléctrico fue creado en un primer momento para la ciudad gracias a que cada vez hay más medidas contra la contaminación. Al haber una baja circulación y un mayor número de paradas y puntos de recarga, es el escenario ideal.
Eso no significa que el usuario de un coche eléctrico deba temer a las autopistas. Sí, en ese terreno se consume más energía de las baterías, pero los avances en movilidad eléctrica aportan cada vez un mayor número de facilidades.
Dónde y cuándo cargarlo un coche eléctrico
El coche eléctrico necesita de un punto de recarga para poder enchufarse a una red eléctrica. Este punto puede estar en el garaje de nuestra casa, en el parking de un centro comercial, en determinados aparcamientos a lo largo y ancho de las calles de la ciudad o en electrolineras.
Nos encontramos cuatro tipos de recarga:
- Convencional: son las más comunes en el ámbito doméstico y con una potencia entre 3,7kW y 7,4kW
- Semirrápida: este tipo de carga se emplea para aquellos usuarios que vayan a permanecer entre una hora y hora y media aparcados. Se tratan de recargas que se realizan en centros comerciales, de trabajo, supermercados, etc.) Tiene una potencia entre 7,4kW y 22kW).
- Rápida: es una recarga y es perfecta para estaciones de servicio o restaurantes de carretera donde el usuario permanecerá por un corto periodo de tiempo (entre 20 y 30 minutos). Tiene una potencia de 43kW en corriente alterna y 50kW en corriente continua.
- Ultrarrápida: Es lo último en recarga y tienen una potencia de salida desde 150kW. ¡La batería se puede cargar en sólo 5 minutos!
En cuanto al cuándo, lo mejor es cargar el vehículo por la noche para ajustarse a las tarifas eléctricas más económicas.
Trucos para aumentar la autonomía del coche eléctrico
Acelerar y frenar para una mayor eficiencia energética
La rápida respuesta del motor de un coche eléctrico nos hace reaccionar con el impulso de pisar a fondo el acelerador. Sin embargo, hay que evitarlo para no malgastar la energía de la batería.
El freno, por su parte, permite recuperar energía eléctrica y es conveniente aprovecharlo lo máximo posible.
Vigilar la calefacción
En invierno ponemos la calefacción hasta en el coche y lo mismo ocurre en verano con el aire acondicionado. El uso de estos afectará al consumo del vehículo eléctrico. Lo mejor es ajustar la temperatura del interior del coche mientras este está en el garaje y conectado a un punto de recarga. Con ello ahorramos en la energía de la batería.
Retirar los elementos que no vayan a ser necesarios
¿Llevas baca en el coche? El portaequipajes o cualquier elemento decorativo que rompa la forma aerodinámica de tu vehículo puede afectar al rendimiento del coche eléctrico. Incluso los elementos más pequeños tendrían que ser retirados cuando no sean necesarios para que no afecten a la eficiencia del vehículo.
La inercia y la planificación del viaje
El vehículo eléctrico necesita que mantengas la velocidad de la forma más constante posible. Para ello será mejor que procuremos anticiparnos a las paradas, ya que alargar la autonomía del coche hasta un 20% es posible si el viaje está bien planificado.
Una buena forma de ahorrar en energía es dejar que el vehículo se mueva por inercia lo máximo posible, sin tener que acelerar. Esta es una situación de la que podemos aprovecharnos al llegar a una calle en pendiente, o cuando nos aproximamos a un semáforo.
Los modos de conducción
Casi todos los vehículos eléctricos modernos permiten modificar su rendimiento para satisfacer nuestras necesidades a la hora de conducir con solo pulsar un botón. Algunos modos aumentan el rendimiento a costa de la batería, otros permiten maximizar el rango de batería a costa de la aceleración e incluso hay modelos que ayudan a los conductores a maximizar la eficiencia cuando bajan por una pendiente.
Es fundamental experimentar y probar con cada modo, pero también con el resto de consejos para la eficiencia del coche eléctrico. Comprobar por uno mismo los datos de diferentes estilos de conducción es la manera más eficaz de comprender mejor las diferencias entre ellos.