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Tras hablaros hace unas semanas sobre cinco de los inventos más innovadores creados por el ser humano, queremos ocuparnos en este nuevo post de desvelar los entresijos y contaros curiosidades de otros dos: la lámpara eléctrica y el automóvil.
La lámpara eléctrica
Antorchas, candiles, quinqués, tizones, velas… Durante siglos la iluminación de los lugares habitados por el ser humano dependió enteramente del fuego, ya fuera prendiendo aceite, gas o una mecha. Así que una pregunta acabó surgiendo en algunas de las mentes más innovadoras de la sociedad: ¿cómo generar luz sin fuego? La respuesta a esta pregunta residía en una de las formas de energía más versátiles -y también una de las más importantes para el ser humano-: la electricidad.
El primer “iluminado” en este ámbito fue el químico Humphy Davy, quien consiguió crear luz, de manera fugaz, haciendo pasar una corriente eléctrica por unos filamentos de platino. Varios inventores de finales del siglo XIX de diversas nacionalidades–como el alemán Heinrich Göbel, el ruso Aleksandr Lodygin o el inglés Joseph Wilson Swan- continuaron experimentando en este sentido, y así aparecieron las primeras lámparas eléctricas.
Así pues, muchos ingenieros y científicos contribuyeron en el desarrollo de la lámpara incandescente. Sin embargo, el invento final ha sido históricamente atribuido al prolífico inventor estadounidense Thomas Alva Edison, que el 21 de octubre de 1879 presentó en sociedad su lámpara incandescente, la cual proporcionó luz durante 48 horas seguidas.
"¿Sabías que… lo que le otorgó la “victoria” a edison sobre el resto de inventores fue la larga duración de sus bombillas, conseguida gracias al uso del vacío absoluto?"
Una bombilla está compuesta por una ampolla de cristal en cuyo interior se ha hecho el vacío, o que ha sido rellenado por un gas noble, y que contiene unos filamentos que pueden estar hechos de diferentes materiales: carbón, wolframio, platino, tungsteno… Estos filamentos se ponen incandescentes al ser atravesados por una corriente eléctrica y es así como producen luz. Las bombillas también han vivido una evolución a lo largo de los años, hasta llegar a las modernas bombillas LED, que funcionan con diodos y son más eficientes.
El automóvil
Si alguien le pudiera decir a Leonardo Da Vinci que cinco siglos después de su muerte, en el siglo XXI, los seres humanos podríamos recorrer cientos de kilómetros en unas pocas horas gracias a un vehículo que va sobre ruedas, descubriría que no iba muy desencaminado con algunos de sus bocetos. Es patente la innovación que supuso la aparición de los primeros vehículos motorizados, especialmente en el ahorro de tiempo.
Hay que remontarse al siglo XVIII para encontrar el primer automóvil de la historia. Fue inventado por el escritor francés Nicolas-Joseph Cugnot, y funcionaba con un motor de vapor. En 1876, el ingeniero alemán Nicolaus Otto desarrolló un invento que fue decisivo para el desarrollo de los automóviles modernos: el motor de combustión interna. Su función era aprovechar la energía generada por la ignición de un combustible –por aquel entonces, gasolina, descubierta en 1857- para obtener energía mecánica.
Tres años después otro alemán, Karl Benz, desarrolló el primer automóvil que usaba el motor diseñado por Otto (tenía tres ruedas y era monoplaza), el cual patentó un lustro después. Fue en 1908 cuando otro de los grandes nombres de la industria automovilística, Henry Ford, empezó a producir coches en cadena: el Ford T, que fue un inesperado éxito de ventas.
Sin embargo, el motor de combustión conlleva – debido a la quema de gasolina o diésel- la emisión de gases a la atmósfera. Actualmente, y como ya comentamos en el blog, una de las principales bazas para la movilidad sostenible es el desarrollo e implantación del vehículo eléctrico. Coches que funcionan con electricidad, que no producen ni contaminación atmosférica ni sonora.
¿Qué inventos creéis que deberían aparecer en futuros posts del blog sobre este tema?