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En España se recicló alrededor de 21 millones de toneladas de residuos en 2020, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Esto equivale a 210 millones de contenedores de reciclaje de 1 metro cúbico. Lejos de mejorar la situación, el Banco Mundial estima un crecimiento del 70% en la generación de residuos para 2025.
¿Puede ser la inteligencia artificial (IA) la solución? Casi la mitad de estos residuos generados en 2020 fueron depositados en vertederos, conllevando riesgos para el medioambiente.
Ahondemos un poco más en ello: la IA ofrece soluciones que van desde la recolección hasta el procesamiento y reciclaje. Esta tecnología facilita la toma de decisiones basada en datos, optimizando las operaciones y promoviendo prácticas más sostenibles. ¿Cómo? ¡Vamos a verlo!
La inteligencia artificial sí puede cambiar el panorama del reciclaje y la forma en la que lo hace es una prueba de ello:
Uno de los objetivos de integrar la IA para reciclar es promover una transición hacia una economía circular, donde los recursos se utilizan de manera más eficiente y se reduce al mínimo la generación de residuos. La IA ayuda a mantener el valor de los productos y materiales durante el mayor tiempo posible, pero ¿qué aporta en una economía circular?
El reciclaje es más efectivo gracias al análisis preciso de los materiales, asegurando que se reutilicen o reciclen en lugar de ser desechados. Además, al mejorar esta eficiencia, se fomenta la sostenibilidad, entablando con una gestión ambiental alineada a la perfección con Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La inteligencia artificial está redefiniendo la manera en la que reciclamos, aportando soluciones que no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también apoyan la sostenibilidad ambiental.
Con su capacidad para transformar datos en decisiones inteligentes, la IA en la gestión de residuos es un pilar crucial para conseguir un futuro más verde y sostenible, aunque todavía hay mucho camino por recorrer. Así lo ha comprobado Mikela Druckman.
Mikela Druckman, fundadora GreyParrot, ha desarrollado este sistema de inteligencia artificial que analiza las instalaciones de procesamiento y reciclaje de residuos. La tecnología se aplica en 50 lugares europeos, donde cámaras y software de IA estudian el flujo de desechos en tiempo real.
Pero también hay desafíos a los que hacer frente. Aunque no lo parezca, la identificación de objetos transformados, como una botella de Coca-Cola deformada y sucia, es uno de los mayores retos a los que se enfrentan.
Parece que la inteligencia artificial moldeará el reciclaje en un ecosistema inteligente, poniendo la guinda en una era de sostenibilidad avanzada, demostrando que el medio ambiente y la tecnología pueden entrelazarse a la perfección.