
Verlo siempre en Español
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Hace tiempo hablamos en el blog de la importancia de las ciudades inteligentes en la creación de un nuevo paradigma energético global mucho más sostenible y eficiente. Una Smart City es aquella urbe que permite a quienes la gobiernan implantar medidas tecnológicas que recaben datos útiles (de ahí el creciente valor de los Big Data) y conocer en tiempo real los problemas y, por tanto, las necesidades de la ciudad, para poder gestionar sus recursos de una manera más sostenible. O -por aportar otra definición- en palabras de Xavier Blanch, cofundador del Smart Cities Institute,
"Una Smart City es una ciudad que planifica, prioriza, implementa e integra proyectos y servicios de la mano de las nuevas tecnologías con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el desarrollo del municipio y la productividad del sector empresarial bajo una perspectiva de sostenibilidad y eficiencia."
En España contamos con dos Smart Cities, Málaga y Barcelona (de las que ya hemos hablado en el blog), que destacan por sus interesantes proyectos de sostenibilidad, pero en esta ocasión queremos hablaros sobre algunas de las ciudades inteligentes más importantes del mundo, y de las características que les otorgan ese calificativo.
Esta municipalidad turística de Brasil tiene el honor de haberse convertido en la primera Smart City de Sudamérica. Gracias al proyecto Cidade Inteligente Búzios, diseñado por Enel -y basado en el modelo desarrollado para Málaga-, Búzios es ya un referente en el consumo eficiente de energía eléctrica en la zona sur del continente americano.
La ciudad cuenta con una red de contadores inteligentes (Smart Grid) que permiten realizar una telegestión eficiente del gasto eléctrico en los hogares, y con una flota de vehículos eléctricos (con sus respectivos puntos de carga) que ayudan a favorecer la movilidad sostenible entre sus habitantes. Otras acciones del proyecto incluyen la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios públicos (con el fin de reducir las emisiones de CO2) y de luminarias LED para el alumbrado público.
Por otro lado, este proyecto incorpora también un destacado componente social, basado en dos importantes puntos:
A pesar de ser una de las ciudades más pobladas de África (con más de tres millones de habitantes), esta gran urbe sudafricana es pionera en la aplicación de iniciativas urbanas inteligentes en ese continente. Al adoptar en 2010 un ambicioso plan de acción energético (denominado Action Plan for Energy and Climate Change), el ayuntamiento de Ciudad del Cabo dejó claro que una de sus prioridades era la eficiencia energética. Para tal fin, se ha instalado por toda la ciudad un sistema de iluminación inteligente (semáforos incluidos), que funciona mediante retroalimentación y con bombillas LED de bajo consumo.
Otra de las acciones tomadas por los responsables de la ciudad es el reacondicionamiento de edificios para que sean menos contaminantes. Por ejemplo, los tradicionales calentadores de agua se están remplazando poco a poco por otros que funcionan con energía solar.
Galardonada en 2014 con el Premio Capital Verde Europea, la capital de Dinamarca se encuentra en las primeras posiciones de la lista de ciudades del mundo donde mejor se vive.
Con el firme propósito de convertirse en una ciudad “carbono neutral” en 2025, se trata, sin duda, de un referente de sostenibilidad en toda Europa gracias a las medidas tomadas por su gobierno. Destacaremos cuatro de ellas:
Se la conoce como “la ciudad jardín” debido a su enorme cantidad de parques y jardines, y es la urbe más cosmopolita y con mayor número de habitantes de Australia. Uno de los objetivos de sus gobernantes es reducir a cero las emisiones netas de dióxido de carbono antes de 2020.
El primer paso para llevar a cabo este plan fue diseñar un proyecto bautizado como 1200 Buildings (1.200 edificios), que consiste en reformar más de un millar de inmuebles comerciales -que son los más contaminantes- con el fin de aplicar mejoras medioambientales, y convertirlos así en edificios energéticamente eficientes.
Melbourne cuenta también con una flota de autobuses denominada Skybus Super Shuttle, un medio de transporte público sostenible, que genera niveles muy bajos de CO2; el funcionamiento de su sistema es tan óptimo que se está estudiando implantarlo en otro tipo de vehículos, como turismos e incluso aviones.
Si hablamos de smart cities en Asia, Singapur es sin duda el mejor ejemplo del continente; en 2006, esta ciudad-estado presentó el plan iN2015 (Intelligente Nation 2015), que pretende utilizar las TIC para transformar diversos sectores de la sociedad.
Uno de sus planes más importantes, desarrollado conjuntamente con China, es la construcción de Tianjin Eco-city, una ciudad que cumplirá con los estándares más elevados de sostenibilidad: edificios eficientes de última generación, empleo de energías renovables, medios de transporte ecológicos, etc.
También es destacable el proyecto LIVE Singapore!, realizado en colaboración con el SENSEable City Laboratory del MIT (Massachusetts Institute of Technology); con esta iniciativa se pretende mejorar la vida de los ciudadanos, gracias a unos sensores instalados en diferentes puntos de la ciudad. La idea es que los singapurenses puedan utilizar una plataforma abierta que les permita acceder a una serie de datos en tiempo real (de nuevo, Big Data) sobre diferentes aspectos de la ciudad (como, por ejemplo, el tráfico); estos datos resultarán de gran utilidad a la hora de tomar decisiones cotidianas.
Esta ciudad, ubicada en la costa del Pacífico, es la tercera más grande de Canadá y una de las más comprometidas con el cuidado del medio ambiente; en 2009 se presentó desde su gobierno el plan Greenest city 2020, que pretende convertir Vancouver en la urbe más “verde” del mundo de aquí a cuatro años. Entre sus objetivos, reducir los kilómetros recorridos por los vehículos motorizados en circulación, disminuir su huella ecológica per cápita o eliminar la dependencia de los combustibles fósiles. De momento, el plan está funcionando de manera óptima; por ejemplo, el 90% de la electricidad de la ciudad se genera actualmente a partir de energías renovables (aunque desde el gobierno de Vancouver se han comprometido a alcanzar el 100%).
La ciudad cuenta además con uno de los mejores edificios sostenibles del mundo, el Centro de Convenciones, cubierto por seis hectáreas de zona verde -con su propio ecosistema-, y que dispone, entre otras cosas, de un eficiente sistema de climatización y de una fachada diseñada de tal forma que aprovecha grandes cantidades de energía solar, lo que facilita el ahorro en el gasto eléctrico.