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¿Cómo funciona el coche eléctrico y quién lo inventó?
Aunque a priori puedas pensar que el coche eléctrico es un invento moderno, la idea de impulsar un vehículo con energía eléctrica ya ocupó a inventores y mecánicos de hace siglos. Te contamos cómo ha ido perfeccionándose el coche eléctrico hasta nuestros días.
¿Cómo funciona el coche eléctrico?
Los coches eléctricos cuentan con un motor alimentado por energía eléctrica. Esta puede proceder de baterías eléctricas (que ser recargan conectándose a la red eléctrica) o bien con pilas de combustible de hidrógeno.
Por un lado, todos los coches tienen sistemas que funcionan con electricidad (radio, faros, limpiaparabrisas). Pero aquellos que son eléctricos, además, pueden prescindir de elementos como la transmisión de varias velocidades, el sistema de alimentación y el sistema de escape, que sí son necesarios en motores de combustión.
Los coches eléctricos cuentan, a grandes rasgos, con los siguientes elementos:
- Motor eléctrico: pueden disponer de hasta dos motores.
- Transmisión: generalmente de una sola velocidad.
- Inversor: convierte la corriente continua de las baterías o pilas en corriente alterna.
- Controladores: como su nombre indica, se encargan de supervisar que todo funciona correctamente.
- Cableado: corresponde a las dos redes eléctricas.
- Batería: las más antiguas son de plomo, pero los modelos más nuevos incorporan baterías de litio y derivados, como el polímero de litio.
- Sistema de gestión térmica de batería: para evitar sobrecalentamientos.
- Sistema de recarga y enchufe.
¿Quién fue el inventor del coche eléctrico?
1827, el primer coche eléctrico de Ányos Jedlik
Este científico húngaro-eslovaco es padre de numerosos avances en mecánica, uso y almacenamiento de electricidad. La dinamo es uno de sus inventos, aunque no llegó a patentarlo.
Jedlik conectó una de esas dinamo a un pequeño vehículo, creando el prototipo del primer coche eléctrico.
1834, los prototipos de Thomas Davenport y el de Sibrandus Stratingh
Mientras, al otro lado del mundo, en Estados Unidos, el herrero Thomas Davenport trabajaba en el desarrollo de motores eléctricos alimentados por baterías. Consiguió impulsar un vehículo por la vía férrea, estableciendo un precedente para lo que posteriormente fueron los tranvías.
Ese mismo año, por las calles de Groningen (Países Bajos) circuló un vehículo accionado por un motor eléctrico. Su autor, Sibrandus Stratingh, era un profesor de física holandés, que con ayuda de colaborador Christopher Becker, había conseguido diseñar un prototipo de motor eléctrico de cédulas primarias no recargables.
1832-1839, el carruaje adaptado de Robert Anderson
El empresario escocés Robert Anderson desarrolló locomotoras eléctricas alimentadas por baterías galvánicas. Consiguió adaptar carruajes a estas máquinas.
1867, Franz Kravogl y su prototipo en la Exposición Mundial de París
El inventor austriaco Kravogl presentó en la Exposición Mundial de París el coche eléctrico Flocken Elektrowagen, que tenía dos ruedas.
1890, la exhibición del carruaje eléctrico de William Morrison
William Morrison era un químico nacido en Escocia que había emigrado a Estados Unidos. Tenía un laboratorio secreto en Des Moines, donde experimentaba con baterías de almacenamiento y motores eléctricos. En 1887 hizo sus primeras pruebas con un carro propulsado por un motor eléctrico. Tras su perfeccionamiento realizó una exhibición en 1890 ante miles de personas, que despertó el interés de los medios y de la opinión pública. Llegó a fabricar y vender 11 de estos carruajes eléctricos, que tenían autonomía para unos 80 kilómetros, con baterías que tardaban en recargarse unas 12 horas.
1889, La Jamais Contente, el primer coche de carreras eléctrico
El piloto e inventor belga Camille Jenatzy también desarrolló vehículos impulsados por energía eléctrica, llegando a abrir una fábrica. Su afición a las carreras lo llevó a diseñar el primer bólido, La Jamais Contente, que batió el récord de velocidad convirtiéndose en el primer coche del mundo en alcanzar los 105,8 km/h en 1889 en una competición al Norte de París. La industria tardó nada más y nada menos que 50 años en fabricar un coche que superara esta marca.
1898, el primer Porsche fue un coche eléctrico
Con tan solo 22 años, Ferdinand Porsche diseñó su primer vehículo, el Egger-Lohner C.2 Phaeton con motor eléctrico. Podía alcanzar los 35 km/h con 80 kilómetros de autonomía gracias a su motor eléctrico de 3 caballos. Se fabricaron 4 coches de este modelo, que se estrenó en Viena en 1988 y se presentó un año después en la Exhibición Internacional de Berlín. Si quieres admirar uno de estos primeros coches eléctricos, puedes hacerlo en el Porsche Museum de Stuttgart.
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1903, se funda la Fritchle Automobile & Battery Company
Oliver Parker Fritchle, químico estadounidense, funda una compañía de baterías y coches eléctricos en Denver. Uno de sus productos más populares fue el Fritchle Victoria Phaeton, acompañado de estrategias de marketing muy novedosas para dar a conocer sus virtudes. Tenía 10 caballos, una velocidad máxima de 40 km/h y una autonomía de 90 kilómetros.
En 1912 abre una tienda en Nueva York, donde la fiebre el coche eléctrico hace que sus avenidas se lleven de estos vehículos.
1911, Detroit Electric se consolida como fabricante de vehículos eléctricos
La compañía se fundó una década antes, pero gracias a la participación de Henry Ford y Thomas Edison, Detroit Electric vendió un millar de coches eléctricos al año durante la década de 1911-1921. Grandes personalidades como John D. Rockefeller presumían de contar con uno de sus modelos en sus garajes.
Los coches funcionaban gracias a las baterías de niquel-hierro de Edison y alcanzaban 130 km/h con una única recarga.
La irrupción de la Primera Guerra Mundial hizo bascular a la industria del automóvil hacia motores de combustión, relegando al olvido al coche eléctrico.
1959, se comercializa el Henney Kilowatt
Aunque la industria estaba centrada en los combustibles fósiles, nunca se abandonó el desarrollo de prototipos eléctricos. En la década de los 50, Renault recibe una curiosa petición: Russell Feldman, presidente de la National Union Electric Corporation de Estados Unidos, propietario de las carrocerías Henney y de la fábrica de baterías Exide, pide un prototipo de vehículo eléctrico para promocionar esta energía.
De la mano de Victor Wouk, Lee DuBridge y Linus Pauling consiguieron ensamblar un motor eléctrico en el maletero delantero de la carrocería del Renault Dauphine, especialmente ligera e indicada para la potencia de un motor eléctrico. Alcanzaba hasta 65 km/h, con una autonomía de 75 kilómetros. Sólo se fabricaron unas 60 unidades del Henney Kilowatt, que supuso un hito al resucitar la idea del vehículo eléctrico aportando importantes innovaciones que marcaron el diseño de coches eléctricos que vendrían después.
1966, General Motors lanza su Chevrolet Electrovair
La empresa de Boston llevaba tiempo investigando cómo adaptar un motor eléctrico con suficiente potencia a una carrocería ligera con un espacio amplio en el maletero. El modelo elegido fue en Covair. Se probó en Monza en 1966 y llegó a superar los 120 km/h, con 115 caballos de potencia. Su autonomía podía llegar a los 80 kilómetros. Nunca se llegó a comercializar, pero sin duda, su tecnología fue utilizada para desarrollar otros modelos como el Impact Concept Car de 1990, incluso los vehículos que circularon por la superficie de la Luna acompañando a Buzz Aldrin y Neil Armstrong en 1969.
1996, la experiencia del EV-1 de General Motors
Desde los años 60, General Motors había continuado innovando alrededor del coche eléctrico. En 1996 lanzó el modelo EV-1 (Experimental Vehicule 1), como respuesta a la sensibilidad por la protección del Medio Ambiente y la lucha contra la emisión de gases que se había generado en el Estado de California.
La California Air Resources Board (CARB) estableció una normativa medioambiental que obligaba a los 7 grandes fabricantes de coches a dedicar el 2% de su producción anual a vehículos de emisiones 0 en 1998, el 5% a partir de 2001 y el 10% a partir de 2003 para seguir vendiendo sus productos en California, a cambio de ayudas económicas a los fabricantes.
General Motors lanzó entonces su EV-1, que aunaba su legado en innovación, diseño y fabricación de coches eléctricos, de los cuales llegó a comercializar un millar de ejemplares, principalmente destinados a el alquiler de coches.
En paralelo, otras marcas lanzaron sus coches eléctricos como el Toyota Rav4 EV (1997), el Ford Range EV (1993), el Ford Think City (2001) o el Nissan Passadena Hypermini (1998). En 1998 el Sur de California contaba con 300 cargadores públicos, la mayoría en zonas comerciales, para dar cobertura a estos coches.
En 2003, el cambio de políticas en el Estado de California llevó a retirar las ayudas y enterrar la normativa, por lo que los fabricantes no solo abandonaron los proyectos, sino que retiraron y destruyeron los vehículos ya que no era rentable darles soporte en caso de avería.
Sin embargo, sus usuarios estaban muy satisfechos con sus vehículos, que contaban con buenas prestaciones y se alineaban con sus convicciones sobre sostenibilidad, y muchos se organizaron para solicitar que se les permitiera comprarlos y conservarlos, sin éxito.
En 2004, General Motors donó uno de estos vehículos al Smithsonian Institution de la ciudad de Washington y se puede contemplar en sus museos.
2003, nace Tesla Motors (ahora Tesla Inc)
Martin Eberhard y Marc Tarpenning eran dos ingenieros que apostaban por la sostenibilidad. Crearon Tesla Motors con la idea de diseñar utilitarios eléctricos asequibles. Es curioso que Tesla surgiera el mismo año en que las grandes empresas de automoción dejaron de lado sus proyectos de coche eléctrico, poniendo de relieve la necesidad de nuevas estrategias para la innovación en este campo, dando respuesta a la creciente demanda de la sociedad de vehículos sin emisiones.
Desde su creación, Tesla ha encarnado la vanguardia de la consolidación del vehículo eléctrico hasta nuestros días. Ha lanzado diferentes modelos que se han convertido en los vehículos eléctricos más vendidos. El Tesla Model 3 vendió cerca de medio millón de ejemplares en todo el mundo en 2021.
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