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¿Te imaginas verdaderos superalimentos para los humanos? ¿Alimentos capaces de cubrir todas las necesidades nutricionales básicas de una persona? Es lo que se ha propuesto encontrar el proyecto Algae For Healthy World (algas para un mundo sano). Una iniciativa en la que participan siete empresas e instituciones y que nace al amparo de la central térmica de Endesa en Carboneras (Almería), donde desde 2006 se investiga la utilización de las microalgas en la captura de CO2 por su alta capacidad de absorción.
Para que nos hagamos una idea, el poder de absorción de CO2 de las microalgas es cuatro veces superior al de un bosque, por eso en Carboneras se inició la investigación con las microalgas en esa línea. Pero ahora el estudio se centra en los usos nutricionales de estos microorganismos. “Hoy en día ya conocemos propiedades generales de las microalgas, pero nosotros queremos ir más allá. La idea es obtener productos alimenticios de alto valor añadido que se utilicen en la industria agroalimentaria, farmacéutica o gastronómica”, explica Roberto Andrés, responsable del proyecto y de la planta piloto de microalgas de Endesa.
Las microalgas no son algo nuevo en el campo de la alimentación. Estos microorganismos que conviven a diario con nosotros en playas y costas ya eran utilizados como alimentos en la antigua China hace más de 2.000 años. Se recurría a ellos para la alimentación en épocas de escasez y hambruna, aunque sus usos no han sido, ni antes ni hasta el momento, explotados. Ahora el proyecto A4HW (por sus siglas en inglés) tiene dos años para convertirlo en realidad. Dos años para transformar tres microalgas -Spirulina, Nannochloropsis Gaditana y Pyrocistis- en verdaderos superalimentos: pigmentos antioxidantes, compuestos bioactivos de naturaleza proteica, o azúcares. Y todos ellos alternativas a las grasas hidrogenadas que tantos problemas cardiovasculares causan.
“A partir de las microalgas obtendremos productos de alto valor añadido que pueden utilizarse en la industria agroalimentaria, farmacéutica o gastronómica.”
Roberto Andres, responsable de la Planta Piloto de Microalgas de Endesa
Todos los actores, involucrados con el proyecto
Algae For Healthy World es un proyecto liderado por Endesa, coordinado por la Universidad de Cádiz y participado por socios como AINIA, Mar de Cristal Marilium, el CSIC, Novatec y Neoalgae. Cuenta con un presupuesto de un millón de euros (cofinanciados por fondos FEDER de la Unión Europea, dentro del programa Retos Colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades) y se propone posicionar a España como líder en la producción de estos bioproductos.
Uno de los aspectos en los que el proyecto A4HW se propone avanzar es en el conocimiento de la bioluminiscencia. La investigación desarrollada por Mar de Cristal Marilium, capitaneada por el chef y “estrella Michelín” Ángel León, a partir de los estudios desarrollados por la Universidad de Cádiz, sede del Campus de Excelencia Internacional Global del Mar, servirá de punto de partida. Su laboratorio de investigación ha sido capaz de sacar la luz del mar para servirla en la mesa. Y es que ha conseguido seleccionar distintas bacterias y especies de fitoplacton luminiscentes, darles las condiciones óptimas de temperatura, PH o nutrientes y conseguir una técnica capaz de generar luz en un plato durante más de 20 minutos.
El CSIC aportará al proyecto sus conocimientos en el campo de la microbiología y biología molecular. AINIA participará como centro tecnológico especializado en las tecnologías más pioneras del sector alimentario. Neoalgae (compañía especializada en el asesoramiento para el cultivo de microalgas) realizará los diseños de los sistemas de cosechado y sistemas de control que optimicen la producción de microalgas. Y Novatec (empresa de ingeniería) cubrirá el espacio que existe entre el laboratorio y los procesos industriales en el campo de las aplicaciones de microalgas.
Todo pensado a escala industrial
En estos momentos Algae For Healthy World se centra en conseguir mejoras para incrementar la velocidad de crecimiento de las microalgas. La idea es desarrollarlo a escala industrial, de tal manera que se obtenga un precio sostenible en un mercado cada vez más competitivo. Y en este punto, en Endesa jugamos un papel fundamental a través de nuevos fotobiorreactores “raceway”, con capacidad 18 veces superior a los utilizados hasta el momento.
“De momento la producción estimada es de 500 litros al año de biomasa por cada raceway pero se espera que la capacidad pueda ser todavía mayor”. Miguel Gutiérrez sabe bien de lo que habla. Es Jefe de Operaciones de la planta piloto de microalgas de Endesa. Cada día ve crecer a esas plantas para después cosecharlas, secarlas y liofilizarlas. El resultado: un producto de alto valor añadido.
En Endesa sabemos de lo importante de este reto. Si conseguimos desarrollar la tecnología de cultivo industrial colocaremos a España a la cabeza de un nuevo mercado. “Estos productos contienen una cantidad de proteínas que una vez hidrolizadas sirven para que las plantas lo absorban de una manera muy fácil. Esto les ayudaría, por ejemplo, a inmunizarse frente a enfermedades o plagas”, apunta Miguel. Y esto es lo que pretendemos en Endesa: hacer viable el escalado industrial de la tecnología aplicada a las microalgas, para que sea sostenible desde todos los puntos de vista - económico, social y medioambiental-.
El objetivo de todos es que se popularicen las microalgas en nuestra dieta diaria y que su producción sea una realidad porque sea viable. La producción de biocompuestos a partir de estos microorganismos para la aplicación alimentaria y su cultivo sostenible abre las puertas a una tecnología que podría poner fin a la escasez de alimentos en un futuro ¿Podría pensarse en paliar las necesidades alimentarias en las zonas más desfavorecidas? ¿Será este el paso definitivo para crear los superalimentos del futuro? Con preguntas parecidas comenzaba el proyecto. En dos años, el final de esta historia.
Nota adicional : el proyecto Algae for Healty World, A4HW, cuenta con un presupuesto de un millón de euros para un plazo de desarrollo de dos años y ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades bajo el programa Retos Colaboración (en concreto “Reto de Seguridad y calidad alimentarias; actividad agraria productiva y sostenible, recursos naturales, investigación marina y marítima”), y cofinanciado por Fondos Estructurales de la Unión Europea (FEDER), con el objetivo de promover el Desarrollo Tecnológico, la Innovación y una Investigación de calidad.
La planta de microalgas en Endesa, en cifras
- El poder de absorción y fijación de C02 de las microalgas es cuatro veces superior a la misma superficie de masa forestal.
- La planta de microalgas de Endesa en Carboneras, en condiciones normales (temperatura, aporte de CO2, luz solar, …), permite alcanzar una recolección media de concentración algal de 9.000 litros semanales durante todo el año.
- Tras proceso de separación de elementos líquidos y producto sólido, se obtiene 1 tonelada de biomasa de microalgas anual con un contenido de 20-25% de microalgas.
- Un mes y medio es lo que tarda el ciclo de crecimiento y desarrollo de las microalgas desde la fase de cepario hasta su recolección cuando están en estado óptimo.
- 18.000 litros es la capacidad de cada uno de los dos biorreactores tipo raceways de cultivo de microalgas. De cada uno se obtienen unos 500 litros de biomasa al año.
- El proceso de centrifugado permite separar la parte sólida de la parte líquida y obtener una biomasa concentrada al 20% de producto microalgal.
- 1 gr/litro es la concentración ideal del cultivo a la cual se ha de cosechar y separar la parte sólida de la líquida.
- La biomasa centrifugada se congela para después liofilizarse, para que las microalgas mantengan todas sus propiedades y estén listas para su aplicación como biocompuesto alimentario.
- 20 gramos por metro cuadrado es la productividad actual de la planta de microalgas de Endea de 1.500 metros cuadrados ubicada en Almería.