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"Quien domine la inteligencia artificial va a dominar el mundo". Así de categórica es Cristina Aranda, experta en aplicación del lenguaje natural en inteligencia artificial (IA), cuando habla sobre esta tecnología. Aranda es responsable de desarrollo de negocio en Taiger, empresa de inteligencia artificial especializada en la automatización del conocimiento y el procesamiento del lenguaje natural y ha estado en nuestra sede de Madrid hablando sobre los sesgos inconscientes en la IA.
La IA está presente en nuestro día a día, desde los mapas que usamos en el móvil hasta las sugerencias de nuevos contenidos que nos ofrecen las apps de música o vídeo. Los algoritmos ya toman decisiones por las empresas y pueden intervenir en decisiones tan importantes como si se nos concede un crédito. Estas herramientas están basadas en algoritmos que no son neutros, porque reflejan los sesgos inconscientes de sus creadores. Y los creadores de IA son, en un 80%, hombres blancos heterosexuales de cultura judeocristiana. Como señala Aranda, “tenemos que hackear los sesgos en los datos, pero sobre todo en las personas”.
“Nuestros propios sesgos y la falta de multidisciplinaridad y diversidad en los equipos que desarrollan estas tecnologías son algunos de los grandes retos de la IA.”
Cristina Aranda, responsable de desarrollo de negocio en Taiger
Esta falta de diversidad en el origen de la IA puede tener un impacto muy negativo en los sectores más vulnerables de la sociedad, porque siempre prevalecerán los intereses de los sectores más poderosos. Por eso, expertos como Aranda realizan una labor de activismo en favor de la diversidad en el ámbito de la tecnología, para conseguir que los equipos de trabajo en torno a la IA incluyan diversidad de identidad, de conocimiento y, sobre todo, busquen con sus creaciones un impacto positivo en la sociedad.
Una de las carencias del sector tecnológico es, precisamente, la mínima presencia de mujeres en los equipos de trabajo y en los ámbitos de decisión. Por eso Aranda es especialmente activa en la promoción del talento femenino en el mundo de la ciencia y la tecnología. Como cofundadora de Mujeres Tech, una asociación de comunidades del sector tecnológico que busca despertar y potenciar el talento femenino, quiere conseguir que "esta sociedad sea más inclusiva, productiva y colaborativa gracias a un mayor número de mujeres en el sector digital."
Actualmente la media de programadoras en empresas como Twitter, Google o Facebook es de un 15%. Y solo 29 de cada 1.000 mujeres se licencian en carreras de ciencias. Queda mucho camino por delante para conseguir una igualdad real en el ámbito tecnológico. Pero ya hay una buena noticia: los perfiles de humanidades como el de Aranda, que es licenciada en filología hispánica, ya han llegado al mundo de la tecnología y su papel no es ni mucho menos secundario. La inteligencia artificial permite dotar de cognición a una máquina y, para ello, necesitamos lingüistas, filósofos, historiadores, sociólogos... que complementen la visión técnica de los ingenieros e informáticos para crear algoritmos que contribuyan a crear un mundo mejor. Para todos.