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Jueves, finales de mayo y suena el despertador a las 6 de la mañana. ¿Dolor? No, placer. Un encuentro de #endesachallenges sobre innovability nos espera en Carboneras y Totana.
Nos desplazamos al sudeste peninsular con el objetivo de conocer los proyectos que Endesa está desarrollando en sus instalaciones de las provincias de Almería y Murcia. ¿Motivo? La búsqueda de proyectos smart nos ha traído hasta aquí después de recorrer más de 30.000 km al hilo de Mi Ciudad Inteligente.
La central térmica de Carboneras y la planta solar fotovoltaica de Totana será nuestro destino. ¿Por qué venimos hasta aquí? Porque son dos instalaciones, una con mucha proyección en el pasado y otra reciente, de muy diversa génesis, tipología y época, pero con un mismo objetivo: producir energía. Estas plantas de alta generación tienen propuestas muy innovadoras, pese a su desigual naturaleza, cada una adaptada a su fuente de energía natural.
Reinnovación en #endesachallenges
Hablamos de reinnovación como apócope de la renovación y la innovación. ¿Renovarse o morir? Sin duda, renovarse. Esta es la línea que ha decidido adoptar Endesa desde hace muchos años para centrales antiguas, con proyección en el tiempo, de energías convencionales o tradicionales, y para aquellas nuevas.
La innovación forma parte clave de la estrategia de Endesa. En la apuesta por las energías renovables está el presente. Pero no sólo esto, sino que tratar de aprovechar al máximo, implementando tecnología, innovaciones (reinventándose, en definitiva) en aquellas centrales tradicionales para prolongar su ciclo de vida, es fundamental.
La transición energética hacia las energías renovables, alternativas e «inagotables» debe ser un proceso paulatino, adaptativo y gradual. Solo de este modo se podrá conseguir un mix energético basado finalmente en varias fuentes de energía con un único denominador común: la no utilización de combustibles fósiles. Y así lo ve la compañía: optando por nuevas fuentes, pero además renovándose en las senior.
Algae For Healthy World, superalimentos que absorben CO2
Superalimentos. Así, bajo este sobrenombre, nos llevaron hasta Carboneras (Almería). La central térmica, denominada «La Fábrica» por los habitantes de la zona, tenía mucho con qué sorprendernos. El proyecto Algae For Healthy World (A4HW), de producción de microalgas en esta central térmica del litoral de Almería es una propuesta pionera. Su ubicación es idónea, puesto que requiere de agua, sol y CO2 para funcionar.
Actualmente tiene una productividad de 20 g/m2 para una superficie de planta de 1.500 m2, con un poder de absorción y captación medio de CO2 cuatro veces superior a la de una masa forestal.
Pero el propio valor añadido de estas microalgas no reside únicamente en su capacidad de producción, sino en un sinfín de aplicaciones: alimentación, industria farmacéutica, biocombustibles, biofertilizantes, cosmética, etc. En definitiva, un proyecto que se sintetiza en la valorización del CO2 por un lado, y la creación de un coproducto que permite hacer frente a las exigencias de la Unión Europea haciendo más viable la permanencia de este tipo de centrales hasta el horizonte 2050, establecido por la propia UE.
Un #endesachallenges para cocinar spirulina
En GEOCyL no sabemos de cocina, pero sí de medioambiente, de cambio climático y de esforzarnos por hacer las cosas bien, así que dimos lo mejor de nosotros mismos.
Allí nos pusieron, ¡a cocinar! Y, solo con la ayuda de grandes chefs de la gastronomía almeriense, conseguimos sacar unos platos que, además de sabrosos y vistosos -unos más que otros-, están repletos de nutrientes y proteínas para el ser humano. Una delicia. Y es que estas microalgas pueden casar bien con un entrante (como una ensalada con vinagreta), un plato principal (atún en tempura) o un postre a base de merengue. Así terminamos, bailándolo.
Aunque utilizamos más tipos de microalgas, en este #endesachallenges, la spirulina fue nuestra reina de la cocina.
Planta solar de Totana: 250.000 paneles de energía renovable
Me quedé asombrado cuando me contaron lo que íbamos a conocer en la segunda jornada: la planta de producción de energía solar fotovoltaica, propiedad de Endesa, más grande de España. Como especialista en movilidad y profesional de las ciudades inteligentes, las energías renovables son un pilar fundamental de todo lo que veo. Los territorios inteligentes o smart lands deben basarse en las fuentes de energía alternativas, su importancia es vital. No se concibe una smart city sin energías renovables, igual que no sería de recibo usar esa energía para algo que luego no va a utilizarse de forma «inteligente».
Lo que tienen emplazado en la planta solar de Totana es impresionante: 84 MW de potencia instalada, 250.000 paneles solares que se organizan en torno a más de 2.700 seguidores («seguidores del sol», para quién no sepa) a lo largo de unas 140 hectáreas.
Todas estas placas serán capaces de producir más de 150 GWh en los próximos meses (para abastecer a unos 30.000 hogares) y evitar la emisión de aproximadamente 105.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera (lo que equivaldría a la superficie de 200 campos de fútbol llenos de coches de combustión con el motor encendido). Cifras de récord.
Pero no es sólo eso, la creación de empleo -más de 125 puestos de trabajo directos- y sus medidas de CSV (creación de valor compartido), tales como: reutilizar paneles experimentales, vallados cinegéticos o el Open Day para los vecinos, hacen de esta planta un proyecto ejemplar. La inversión tiene el propósito de ayudar a España a alcanzar la meta fijada para el año 2020 de cubrir el 20% de consumo energético con energías renovables.
Por último, que yo no me he presentado: soy Pablo Rodríguez Bustamante (@pablo_bustaman), DEA en Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio, apasionado de los #endesachallenges.