
Verlo siempre en Español
Verlo siempre en Español
Este año Madrid será la ciudad anfitriona de la COP25 (Conferencia de las Partes). Una cumbre anual organizada por Naciones Unidas y formada por representantes de países de todo el mundo con el objetivo de lograr acuerdos globales que ayuden a minimizar los retos que plantea el cambio climático.
Este evento anual tiene lugar dentro de un contexto de evolución social y de continuación de un fenómeno iniciado hace décadas basado en el desplazamiento de la población hacia las grandes ciudades e incide de forma directa en el cambio climático. El éxodo rural que se continúa viviendo en todo el mundo afecta a la masificación de las ciudades y a la necesidad de una búsqueda de soluciones que las convierta en smart cities sostenibles.
Entre otros, las diferentes conferencias anuales de Naciones Unidas han servido para firmar acuerdos tan importantes como el Tratado de Kioto y el Acuerdo de París que impulsan medidas concretas en la lucha contra el cambio climático. Si bien no todos los encuentros anuales han sido tan relevantes, estos son algunos de los hitos de los 25 años de historia de la Conferencia de las Partes:
Alemania fue el primer país que acogió la Conferencia de las Partes. Lo hizo en 1995 y supuso el primer gran paso frente al cambio climático. La COP fue el primer debate en el que se reconocía el cambio climático de manera oficial.
Para comprobar sus efectos, los 118 países participantes optaron por iniciar un análisis que, durante los dos próximos años, comprobaría el estado del clima en todo el mundo y ayudaría a tener una visión más clara de la magnitud de la situación y qué medidas eran necesarias.
Aun así, la concepción de aquel entonces en poco se parecía a la actual en relación al estado del medioambiente. La aceptación de estos problemas relacionados con el clima como un hecho real supuso el germen de una transformación social y económica que seguiría evolucionando a lo largo de los próximos 25 años.
Dos años después de la primera conferencia, el evento anual ya había logrado contar con 51 países más. Una cifra de 169 participantes dispuestos a establecer líneas de actuación frente a un reto global que había quedado mucho más definido que en años anteriores gracias a los diferentes estudios que se habían realizado.
Este fue el marco en el que se elaboró y firmó el Protocolo de Kioto, el primer gran acuerdo sobre el cambio climático que obligaba a todos los países miembros de forma legal a establecer leyes claras que frenaran las acciones que podían contribuir de manera negativa al cambio climático.
De manera específica, el Protocolo de Kioto obligaba a reducir las emisiones en un 5,2% durante el periodo de 2008 a 2012. Un acuerdo a largo plazo que precisaba de una década para buscar herramientas de aplicación y medición, así como modificar las leyes oportunas que permitieran comenzar con acciones concretas para lograr el objetivo marcado.
Italia recibió en 2003 una conferencia que, además de continuar apuntando detalles del Protocolo de Tokio, daba una especial importancia a los bosques en temáticas y medidas pactadas.
Con un número de participantes casi invariable que llegaba a los 167, esta conferencia logró incluir actividades tan importantes como aquellas relacionadas con la forestación y reforestación de los bosques dentro de un nuevo marco que introducía en los planes del momento nuevos ecosistemas no planteados hasta la fecha.
Durante el 15 aniversario de la COP celebrado en Dinamarca, el objetivo principal era lograr una estrategia de sostenibilidad que diera continuidad al Tratado de Kioto, que finalizaba en 2012. El año de celebración de este evento, 2009, marcaba la fecha máxima para elaborar un nuevo marco económico y social.
Aunque los detalles que cerraban el nuevo escenario no se dieron hasta la COP18, los 191 participantes de esta edición cumplieron con una negociación iniciada dos años atrás y que mostraba un nuevo modelo centrado en la reducción de emisiones de CO₂ a la atmósfera, tras los recientes descubrimientos que detallaban aún más los efectos secundarios de esta acción.
El Tratado de Kioto ya había iniciado su segundo periodo con medidas concretas de cara a 2020, pero la COP21 celebrada en Francia en 2015 quería ir más allá: lograr que el aumento medio global de la temperatura no supere el 1,5 ºC.
Con el objetivo inicial de desarrollar estas medidas para aplicarlas a partir de 2020, las 196 partes participantes adoptaron un nuevo gran acuerdo que les obligaba a seguir líneas estratégicas centradas en la economía sostenible como base de un nuevo modelo adaptable y resistente que necesitaba contemplar el respeto por el medioambiente en todas sus facetas. Según el propio texto del acuerdo, estas son las medidas principales:
Madrid es la embajadora de la COP25 del 2 al 13 de diciembre. Un evento que, bajo la presidencia de Chile, se celebra para establecer medidas que aseguren la correcta medición de las acciones que todas las partes deben realizar para cumplir con el Acuerdo de París.
El evento tiene lugar un año antes de la actualización del plan de dicho acuerdo, por lo que el objetivo principal es la involucración de todos los países a través de la creación de guías que permitan ir un paso más allá en la lucha contra el cambio climático.
La conferencia servirá para hacer un balance de todas aquellas acciones que ya se hayan implementado y para valorar nuevas en terrenos tan importantes como los mares y océanos. Estos últimos contarán con un gran protagonismo, con especial atención a su situación actual y a la evaluación de acciones de adaptación en sus ecosistemas.
197 son los participantes que llegan a Madrid para desarrollar un nuevo plan de futuro que tendrá que valorar todos los retos de la sociedad actual. Una cumbre en la que se definirá el futuro del clima mediante acciones concretas que forma parte de un plan global que nos afecta a todos.