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Construir desde el origen una compañía es una auténtica proeza, más aún si se trata de una tecnológica cuyo sector evoluciona frenéticamente. Sin embargo, remontar el rumbo de una de estas empresa a la que todos situaban en su ocaso es aún más memorable. Satya Nadella, el actual CEO de Microsoft, se ha convertido en las alas del Fénix que ha logrado que en tan sólo cuatro años la compañía vuelva a situarse entre las más valoradas. ¿Sus claves? Innovación, cooperación, valentía y liderazgo.
Satya Nadella, nacido en la India en 1967, es un ingeniero eléctrico y de sistemas que se define como un constante aprendiz, lo que no hace extrañar que se mudase a Estados Unidos para continuar su formación tras su paso por la universidad. Puede que algunas historias de superación conlleven idas y venidas, pero en su caso fue una carrera de fondo de más de dos décadas en la empresa de Redmond.
Él mismo recuerda cómo ha evolucionado a lo largo de los años en un proceso que engloba tanto lo profesional como lo personal. Nadie cuestiona su capacidad de empatizar a la vista de los resultados de su liderazgo, algo que no siempre fue así. En su primera entrevista laboral reveló una carencia que le hizo pensar que perdería el puesto al que aspiraba. Preguntado sobre qué haría si encontrase un bebé tumbado en el suelo llorando, él respondió convencido que llamaría al teléfono de emergencias. El entrevistador al finalizar se acercó y le comentó que le faltaba empatía y si alguna vez se encontraba en esa situación cogiese al bebé en brazos.
Este episodio fue tan importante para Nadella que una de las líneas que ha seguido al llegar a su puesto de CEO es humanizar la compañía. Ha escuchado la opinión de los trabajadores que en sus propias palabras “estaban cansados y frustrados, hartos de perder y de quedarse atrás a pesar de sus estupendos planes e ideas”. Su estilo compasivo, completamente opuesto al de su antecesor, ha logrado emprender una evolución lógica basada en la innovación y heterogeneidad de opiniones.
Innovación como elemento esencial
“Nuestra industria no respeta la tradición, solo la innovación”. Y puede que para muchos esta cita de Nadella no les resulte novedosa, pero ilustra cómo supo trasladar esta esencia a sus actos. Incluso antes de ocupar el cargo de CEO de Microsoft, su puesto más relevante fue como director del área Cloud. Una tecnología que ha avanzado hasta convertirse en uno de los pilares para la transformación digital.
Una de las bondades de la nube es la ventaja que ofrece a los usuarios en cuanto a movilidad. Nadella, consciente de ello, implementó esta característica en casi todas las áreas de productos y servicios de la compañía. Desde hardware convertible de dimensiones apropiadas para su portabilidad, hasta software que facilitase su acceso desde cualquier dispositivo y lugar.
No sólo llevó la innovación por bandera en su camino para reflotar Microsoft, sino que también ha realizado un ejercicio de apertura al exterior, en el sentido de innovación abierta, dando numerosos acuerdos de cooperación con otras compañías. De esta manera centró el crecimiento en el apoyo a nuevas tecnologías en vez de en la oposición y búsqueda de nuevas alternativas. Incluso potenciando sus servicios en algunas plataformas que hasta ahora se habían considerado enemigas.
El sector tecnológico ha demostrado ser un escenario donde sólo unas pocas ideas alcanzan la cumbre. Nadella ha apostado por la descentralización de la cartera de productos y servicios sin centrarse sólo en aquellos que sirven de base económica. Ha tomado muchas decisiones valientes que hasta ahora han resultado acertadas porque como recuerda “te renuevas cada día a ti mismo. Algunas veces tienes éxito, otras veces no, pero seguir intentándolo es lo que cuenta”.
Y menos mal que antes de dejar la India no tenía tan claro el concepto de persistencia. Uno de sus sueños era ser jugador profesional de cricket y de no haberse frustrado su carrera deportiva, hoy no estaríamos ante el CEO de una de las tecnológicas más importantes del mundo. Por eso su historia no se escribe en una zona de confort, sino en el aprendizaje continuo.
(Imagen de cabecera: fotografía de Satya Nadella de Wikimedia Commons).