
Verlo siempre en Español
Verlo siempre en Español
¿Habéis leído el artículo de Carolyn Gregoire titulado «18 cosas que la gente muy creativa hace de forma diferente«? El artículo sumó cinco millones de páginas vistas y medio millón de “me gusta” en Facebook en sólo unos días. Todo el mundo quería saber cómo eran las personas creativas, innovadoras, y cómo serlo. O sentirse identificado y pensar “qué creativo soy”. Ahora Carolyne ha escrito junto a un psicólogo el libro Wired to Create ahondando en este mismo asunto: cosas que hacen las personas creativas y el resto, no. Entre esas cualidades están: la curiosidad, el gusto por jugar con las ideas, la capacidad de soñar despierto… pero ni rastro de la, para mí, la gran característica de los creativos e innovadores: la sinvergonzonería. Como lo lees.
¿Nunca habéis sentido tanta tanta vergüenza que morirse parecía una buena opción? Pues yo…alguna vez…. Recuerdo una que sí, tranquilos, tiene que ver con la creatividad. Tendría unos 9 años y estaba con mi mejor amigo del colegio en una fiesta en el campo, en una feria rural de esas. Y de repente, allí en medio, entre vacas, manzanas de caramelo, algodón y campesinos, apareció El Tarangu. Si eres de los que han jugado con las chapas de Kas y de Coca-Cola, recortando cromos de ciclistas para ponerles la cara, y con tiza has dibujado el Alpe D’uez, sabes de quién hablo. Era como encontrarse, ahora, con Iniesta o alguien así.
Total, que yo quería a toda costa acercarme, pedirle un autógrafo, sacarme una foto con él…algo… pero no me atrevía. Mi mejor amigo, en medio segundo captó la idea y me llevó casi arrastrando de la mano ante el ciclista. “Hola, Tarangu”, le espetó. “¿Te haces una foto con nosotros?”. Efectivamente, aún no había móviles, no. Es más, es que nosotros ni llevábamos una cámara encima… Él dijo “Claro”, y nos pusimos juntos, sonriendo, pero sin saber a dónde mirar… “¿Quién tiene la cámara?”, preguntó el ciclista. “No, nosotros no llevamos ninguna”, contestó mi amigo… “Pues no pretenderás que la lleve yo…”, nos dijo entre risas el campeón ciclista. “Ya, claro…es que era tan buena idea que…”, contestó avergonzado mi amigo. Y yo estaba en un punto de ignición previo a la combustión que me impedía mirarle a la cara.
“Venid conmigo, está mi mujer por ahí y lleva una cámara. Nos hacemos una foto y os la mando yo…jajaja…mira que pedir una foto sin tener con qué hacerla…jajaja”. Así que un mes después, de su puño y letra, recibimos una nota con una estupenda foto de los dos con El Tarangu. Yo, en la imagen, sigo colorada. Pero mi amigo tiene en la cara una expresión de triunfo… No por la foto, no, sino por ser consciente de su atrevimiento. De ser un tipo con mucha cara.
Y eso, creo, hacen los creativos y los innovadores. No esperan a tenerlo todo claro, todo atado, todas las herramientas, el power point perfecto…no. Una buena idea es una buena idea aunque falte algún detalle por resolver…aunque nos expongamos, al decirla en voz alta, a que nos ridiculicen o nos digan un “eso no se puede hacer” o “¿qué estás diciendo?” o “qué tontería”… No importa. Nosotros sabemos que ahí hay una buena foto. Que tengamos cámara o no, es un detalle sin demasiada importancia…