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Os ofrecemos la entrevista realizada a Marieta Caballero, otra de las componentes del talentoso Team A de Pangea, el equipo de jóvenes excepcionales con el que ha podido colaborar Endesa dentro del marco de Endesa Energy Challenges.
Esta madrileña de veinte años es sin duda el miembro más artístico de todo el equipo: representante española del programa YEFF (Young European Film Forum) en Bruselas, es también cortometrajista y confundadora de la productora audiovisual Tuelf Producciones y de la empresa Cocinema Ltd.
Emprender no fue una decisión como tal, simplemente sabía que me gustaba el cine y entre mis compañeros y yo pusimos en marcha una productora donde elaboramos cortometrajes, spots, y documentales entre otras creaciones. Emprender, para mí, fue una circunstancia que surgió de encontrar a gente con la misma pasión que yo.
Con dieciséis años comencé una productora con los que hoy son de mis mejores amigos. En total rodamos unos quince cortometrajes o más en un año y medio, mejorando en calidad técnica. Después decidimos ir en serio y fundamos Co.Cinema, que es una productora centrada en un contenido de alta calidad (cinematográfico) para medios online. Nuestro último cortometraje, “La Vieja”, recibió más de 100.000 visitas en 24 horas. Ahora se puede ver en el canal de YouTube de Rush Smith.
Recibí una llamada por parte de Pangea y me contaron sobre el proyecto. Creo que necesitaban a alguien creativo de “hemisferio derecho” porque el resto de integrantes, también muy creativos, tenían un background que se acercaba más a lo ingeriero-científico.
Entre todos propusimos ideas para llevar a cabo la transformación digital de Endesa. Las desarrollamos y perfilábamos en función del feedback que nos dieran. Estoy muy contenta porque una de las ideas que propuse y que más me gustaba por su gran impacto pasó hasta la fase final, lo cual me sorprendió porque aunque desde mi punto de vista era viable, no estaba segura de si Endesa pensaría que era arriesgada, simplemente porque no se había hecho antes. Al final fue una de las que más gustó y me siento muy realizada.
Me ha supuesto una buena experiencia en la que he podido conocer más sobre los retos de las multinacionales y sobre el sector energético, y por supuesto he conocido a personas apasionantes que ahora son amigos.
Mis proyectos a la vista son un largometraje que por ahora se encuentra en formato de guion. Se llama La Colección y su temática es la manipulación a través de la ignorancia, calada en un mundo distópico donde la cultura está prohibida. Un grupo de jóvenes descubren los libros y el arte, percatándose de la situación real en la que se encuentran y forjando un plan para derrocar al actual Régimen.
Creo que es buena idea contar a los demás sobre los proyectos en que uno está involucrado, no tener miedo a pedir. En mi experiencia, la gente está siempre dispuesta a ayudar.
En febrero de este año una noticia llenó de esperanza a muchas personas afectadas por la retinitis pigmentaria: la compañía francesa Pixium Vision había realizado con éxito en Nantes el primer implante de retina artificial. Este permitió al paciente, un hombre de 58 años, comenzar a percibir luces donde antes solo había oscuridad. Con el tiempo y una correcta reducación visual, será capaz de ver formas y movimientos, y recuperar así parte de la visión perdida.
El sistema, conocido como Iris II, está formado por el implante epirretinal biónico y un visor especial, parecido a un casco de realidad virtual. En su interior, y diseñado con tecnología muy compleja, reside una cámara inspirada en el funcionamiento del ojo humano que transmite señales al implante. Este posee 150 electrodos (tres veces más que su prototipo, el Iris I) que estimulan de manera artificial el globo ocular, ayudando así a restaurar parcialmente las funciones dañadas de la retina.
La idea de Pixium Vision es comercializar este maravilloso invento en Europa este mismo año, y, con el tiempo, comenzar a tratar otras dolencias relacionadas con la visión, como la degeneración macular producida por el paso del tiempo.
En diciembre de 2001, el emprendedor norteamericano Dean Kamen presentó en sociedad uno de sus inventos más conocidos: el Segway, un vehículo eléctrico de transporte ligero que, en aquel momento, supuso una auténtica revolución. Hasta el punto de conseguir que un gurú de la innovación como Steve Jobs afirmara que las ciudades del futuro estarían construidas alrededor de este nuevo medio de transporte. Sin embargo, a veces hasta los grandes genios se equivocan.
Nadie puede poner en duda la innovación aportada por el invento de Kamen: el Segway era el primer vehículo con autobalanceo. Controlado por un ordenador integrado, y equipado con motores y giroscopios, el Segway es capaz de mantenerse horizontal constantemente. Para manejarlo, solamente hay que inclinarse ligeramente hacia la dirección deseada. Además, es capaz de alcanzar una velocidad de 20 km/h. En definitiva, este podría haber sido el transporte del futuro: cómodo, rápido, no contaminante… Pero tras el boom que supuso su sorpresiva aparición en el mercado, el Segway no cumplió las expectativas generadas.
Su elevado coste fue uno de los motivos, pero también el peligro que supone el uso de este dispositivo sobre las aceras: su elevado peso (45 kg) y una velocidad muy superior a la de los peatones supuso su prohibición en algunas ciudades como San Francisco. Sin embargo, Kamen no ha tirado la toalla, y, quién sabe, quizás en el futuro, en cierto tipo de poblaciones urbanas, el Segway se convierta en el método de transporte más común.
Uno de los principales retos en la investigación sobre baterías es conseguir una forma de recargarlas sin necesidad de tener a mano un enchufe o una fuente de electricidad. Por eso, Sony Corp presentó en la exposición Eco-Productos de 2011 la Bio-Battery, una innovadora batería que funciona con papel.
El dispositivo se basa en las propiedades de la pasta de celulosa. Esta, mezclada con oxígeno y agua, sufre la descomposición de sus enzimas, lo cual provoca una reacción química que produce la energía necesaria para hacer funcionar un circuito eléctrico. La idea del invento surgió gracias a la observación de la naturaleza, en concreto de un tipo de hormiga y de las termitas, capaces de comer madera y procesarla para convertirla en energía.
Además la Bio-Battery tiene otra ventaja: no contamina. En palabras de Chisato Kitsukawa, antiguo senior manager de Sony,
“Las baterías ecológicas son óptimas para el cuidado del medio ambiente y tienen un gran potencial.”