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“Esto no es Silicon Valley. Queremos ser Portugal”. Este es el lema de la campaña lanzada por el gobierno portugués con motivo del Web Summit, para, como declaró recientemente João Vasconcelos, el Secretario de Estado de Industria luso, “afirmar la identidad propia”.
Tras acoger el mayor evento tecnológico europeo, que promete revolucionar las startups, las TIC y la innovación, Portugal quiere reinventar esta última; tener su espacio diferenciado en el nuevo mapa. Porque el concepto Web Summit ha venido para quedarse. Y la capital lusa no quiere ser una nueva Berlín con sol. Su apuesta es diferenciada. Veamos el porqué.
Web Summit 2016
Mucho hemos leído sobre las comparaciones. Porque el Financial Times y The Guardian dicen ahora, con motivo del Web Summit, que Lisboa es la nueva Berlín con sol (y surf, añado ahora). ¿Pero será así?
Estar en la onda me parece muy bien, es oportuno y necesario. Pero no olvidemos que el concepto Silicon Valley está siempre cambiando de ciudad. Como ya habíamos comentado, Lisboa no es Berlín ni Silicon Valley. Tiene su singularidad, su personalidad y su cultura diferente, y una vocación enorme para promover la innovación y las startups, y “amenaza” con inventar una nueva estrategia. «Hemos colocado varios carteles por la ciudad diciendo que ‘esto no es Silicon Valey’”, afirmó contundente, aunque orgulloso de la comparación, João Vasconcelos, Secretario de Industria.
Para atraer emprendedores a Portugal, el gobierno luso ofrece cuatro ventajas del país: disponibilidad de 400 millones de euros para invertir en startups en partenariado con business angels y capital de riesgo, los beneficios fiscales para los inversores en las etapas iniciales de la empresa, las más de 80 incubadoras certificadas y banda ancha en todas las escuelas.
Las cifras más relevantes
Durante cuatro días -del 7 al 10 de noviembre-, el Web Summit acogió a más de 53.000 participantes oriundos de 166 países. Aforo completo, a pesar del valor de 900 euros de la entrada. Juntando a emprendedores, políticos, personalidades de la música y la moda, deportistas de élite… Jóvenes CEO de las startups recibidos por los anfitriones políticos como auténticas estrellas del rock. Sin trajes ni corbatas.
Veamos rápidamente algunos números: 15.000 empresas, 7.000 presidentes ejecutivos, 1.300 inversores, 2.000 periodistas internacionales y 2.500 voluntarios.
Surf Summit y Night Summit
¿Imagináis mejor forma de dar la bienvenida a alguien en un país que comenzar surfeando? Como preludio a la conferencia Web Summit, el Surf Summit consiguió que 200 geeks de la tecnología estuvieran unidos durante un fin de semana en la excelente playa de Ericeira, la primera reserva mundial del surf de Europa. Surf, stand up paddle, yoga…, y la posibilidad de compartir olas con estrellas de ese deporte, como Tiago Pires y el campeón americano Garrett McNamara.
Surfeando la ola tecnológica de los geeks. Sin trajes, sin corbatas.
Y como colofón, otro encuentro, aunque de distinta índole: el Night Summit, diseñado para que los participantes pudieran disfrutar de la vida nocturna lisboeta en el Barrio Alto.
¿Y las startups portuguesas?
Entre las cincuenta startups más solicitadas por los 1.300 inversores presentes en el Web Summit, se incluían ocho portuguesas de varios sectores: tecnología, energía, banca… Además, 31 startups lusas lucharon por el gran premio en el Pitch.
Los inversores, muy buscados, estaban identificados con distintivos rojos. Su preferencia: las Fintech (tecnologías en el área financiera) y la transformación digital que viven actualmente muchos sectores, como el de la energía.
En territorio portugués hay buenos ejemplos de éxito, pues en la edición de 2014 el premio Pitch Coca-Cola lo recogió la startup lusa Codacy.
Locura por Lisboa
Más de un millón de personas vieron la apertura de Web Summit en Facebock. El fundador y CEO del mayor evento de tecnología, innovación y emprendimiento, el irlandés Paddy Cosgrave, declaró que se sentía crazy. Además, sabemos que se enamoró de Lisboa, de su luz, cultura, diversidad y apertura, y del nuevo ecosistema de emprendedores. Y por eso Lisboa fue la elegida, a pesar de haber otras capitales europeas candidatas, a priori con mayor atractivo.
Messenger 1.3, una de las novedades presentadas
Durante el Web Summit, Facebook anunció su nueva plataforma Messenger 1.3, que facilita el que las marcas puedan interactuar directamente con sus clientes en el chat de Facebook. “Queremos acabar con la distancia que existe entre la web y las apps“, afirmó a los periodistas David Marcus, uno de los responsables de Messenger en la red social.
"Porque hoy en día, las marcas quieren una interacción de uno para uno con los consumidores, y esto es algo muy difícil."
La vencedora
El Pitch Web Summit 2016 lo ganó la startup danesa Kubo-Robot, que ha desarrollado un robot que enseña programación a los niños, para que se interesen en programar como si fuera un juego, divirtiéndose.
El futuro
Hasta 2020, Lisboa podrá acoger el mayor evento tecnológico mundial. En la presente edición el número de participantes se ha duplicado en comparación con la pasada, celebrada en Dublín. Con Web Summit tenemos un impulso económico inmediato en la ciudad, a corto plazo. Pero lo más importante es lo que viene después. A largo plazo, veremos el impacto en la economía nacional. Como declaró Paddy Cosgrave.
"Web Summit traerá más de mil inversores a lisboa, la gran mayoría por primera vez. el potencial para retener inversión es enorme, tal como es la oportunidad para que muchas empresas se enamoren del país y decidan invertir o establecer la sede en portugal."
A modo de ejemplo, tras los eventos de Web Summit realizados en 2015, las startups inscritas en las iniciativas captaron inversiones de mil millones de dólares (900 millones de euros).
Gratitud, felicidad y creencia
Finalizamos con las emotivas, sinceras y necesarias palabras de despedida del Presidente de la República, el Profesor Marcelo Rebelo de Sousa, durante la clausura del Web Summit: “Gratitud, felicidad y creencia. Gratitud a Web Summit, felicidad por ver que el mundo habla de Portugal y creencia en el futuro y en los poderes de la tecnología”.
Además, el presidente recordó que Portugal, hace 500 años, conectó el mundo y lanzó la era de los descubrimientos, y que ahora se mantiene en la cresta de lo que llamó “tsunami civilizacional”, es decir, la tecnología, un proceso imparable que “no puede excluir a los más necesitados”.
Crear, probar, fallar y volver a intentarlo
Veamos algunos ejemplos de este proceso en el ecosistema emprendedor luso.
El programa StartUP Portugal, diseñado por el gobierno portugués, está destinado a apoyar al emprendedor, asegurar la longevidad de las empresas de nueva creación y aumentar su impacto en la creación de empleo y de valor económico. Se trata de organizar, desbloquear, promover el compartir los recursos y las buenas prácticas. Pensada para los próximos cuatro años, se dirige a tres áreas de actuación: ecosistema, financiación e internacionalización.
En esta reinvención tecnológica, dando ejemplo, no se puede quedar atrás la capital, Lisboa, donde fue lanzada Startup Lisboa. La agencia de promoción económica y de captación de inversiones de Lisboa Invest Lisboa pone también toda su mejor energía, porque estamos todos en el mismo barco, creando puentes entre los inversores y las empresas.
Imagen, cortesía de Web Summit