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Las motos eléctricas están ganando protagonismo en el panorama de la movilidad en España. Con un mercado en evolución y un interés mayor por alternativas sostenibles, estos vehículos se posicionan como una opción clave para la movilidad urbana.
La movilidad urbana en España está cambiando. El transporte eléctrico y sostenible está ganando protagonismo y las motos eléctricas pueden desempeñar un papel clave en esta transformación.
Su capacidad para reducir emisiones, su eficiencia energética y su comodidad para moverse por las ciudades han impulsado su popularidad entre conductores particulares y usuarios de movilidad compartida.
Cada vez más ciudades españolas están apostando por este modelo de transporte, con iniciativas que van desde la expansión de flotas eléctricas hasta el desarrollo de infraestructuras de recarga. Además, los avances tecnológicos han mejorado su autonomía y rendimiento, consolidándolas como una alternativa real y accesible.
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades como Madrid o Málaga están facilitando la adopción de motos eléctricas, ya que están limitando el tráfico de los vehículos más contaminantes. Son ya muchas ciudades las que conocen esta realidad, como por ejemplo Barcelona o Sevilla.
En Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha impulsado un plan con 10.000 motos eléctricas compartidas en ocho municipios, incluyendo la capital catalana.
En Sevilla, el servicio de motos compartidas de empresas como Yego ya ha registrado más de 136.000 usuarios en 2023. Este modelo de movilidad conectada permite a los ciudadanos desplazarse de manera rápida, cómoda y sin emisiones, alineándose con los objetivos de la Agenda 2030.
Pero no todo es movilidad urbana, ¿qué hay de los moteros que buscan alternativas eléctricas? ¡Traemos buenas noticias!
Claro que existen motos atractivas, con potencia y eléctricas. Un claro ejemplo es la Zero SR/F, una de las motos eléctricas más avanzadas del mercado. Con una autonomía de hasta 200 kilómetros por carga, esta moto redefine lo que se espera de una moto eléctrica. Su motor de 110 CV consigue velocidades muy altas, sin sacrificar la eficiencia.
La Harley-Davidson LiveWire también es referente dentro de las motos eléctricas de alto rendimiento. Combina el legado de Harley-Davidson con la innovación tecnológica del motor eléctrico. Con un motor de 105 CV, alcanza una velocidad de 177 km/h. Es una de las motos eléctricas más rápidas del mercado y tiene una autonomía de hasta 150 kilómetros.
También integra tecnologías de conectividad, para que los usuarios puedan monitorizar su estado en tiempo real, añadiendo un nivel adicional de control y seguridad. Lo que permite que existan estas mejoras son las innovaciones digitales.
Las baterías de estado sólido ofrecen más autonomía, tiempos de carga más rápidos y una vida útil mayor. Además, se fabrican con materiales más sostenibles y su impacto ambiental es más bajo.
En paralelo, las motos eléctricas están incorporando más sistemas de inteligencia artificial (IA) y conectividad. Estos avances permiten optimizar las rutas, gestionar la batería y mejorar la seguridad del conductor. La IA facilita, por ejemplo, que la moto ajuste su rendimiento en función del tráfico o de las condiciones del terreno.
Por último, aunque aún en fase experimental, las motos autónomas están empezando a mostrar potencial. Estos modelos, capaces de funcionar sin conductor, podrían transformar la movilidad urbana, sobre todo en sectores como la logística o el transporte compartido, al ofrecer un vehículo más flexible y eficiente.
A pesar de los avances, hay desafíos que tenemos que superar para consolidar el uso de motos eléctricas en España:
Las motos eléctricas tienen el potencial de implantarse en España y están en el camino para lograrlo. La innovación en tecnología, el desarrollo de infraestructuras y el impulso del sector pueden conseguir que su adopción siga creciendo.