- El proceso de desmantelamiento de la central se encuentra ya al 94 %.
- Mientras se están llevando a cabo estos trabajos, Endesa está desarrollando un plan de futuro que tiene como objetivo reavivar el tejido industrial con una inversión de 1.800 millones de euros y la construcción de 1.843 MW de potencia renovable, que generará más de 6.300 empleos en la etapa constructiva y 370 empleos directos ligados al proyecto renovable.
Endesa ha procedido hoy a la voladura de la tercera caldera de la central térmica de Andorra, última de las estructuras esbeltas de la planta y un paso más en el proceso de cierre y desmantelamiento de las centrales de carbón que la compañía está llevando a cabo y que completará en la península en el año 2027.
La demolición de las tres calderas de la central, junto con la voladura de las tres torres de refrigeración y de la chimenea de 343 metros de altura, ha supuesto un hito, no solo por el simbolismo de las estructuras sino también desde un punto de vista técnico. Para la realización de estas actuaciones ha sido necesario diseñar exhaustivos procedimientos con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición. Esta misma prevención se está aplicando en todos los procesos que conforman los trabajos de desmantelamiento y demolición de la planta.
En el caso de la voladura de las calderas el proceso ha sido complejo al tratarse elementos metálicos cuyo proceso de análisis, estudio y ejecución son diferentes a los de la demolición de estructuras de hormigón. La ejecución de estos trabajos es el resultado de un proyecto específico previo en el que se ha analizado estructuralmente la afección de los trabajos preparatorios, así como la dinámica de la voladura, su secuencia, dirección de caída, medidas mitigadoras de las afecciones, medidas de vibraciones y puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras afectadas.
Para la demolición se han utilizado 340 detonadores y 620 Kg de explosivo y se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros. El empleo de explosivos es el procedimiento más seguro. Una vez que la caldera está en el suelo se realizan los trabajos de corte y preparación para el transporte con máquinas pesadas, lo que evita tener que hacer trabajos con operarios en altura y se maximiza la seguridad del proceso.
La voladura de cada una de las calderas ha producido alrededor de 10.000 toneladas de residuos metálicos que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos serán valorizados para su posterior uso. Cada una de las calderas de la central tenía 70 m de altura y 780 metros cuadrados de superficie en planta.
Trabajos de desmantelamiento
La central térmica de Teruel (Andorra), construida entre los años 1974 y 1979, ha estado más de cuatro décadas operativa, creando un vínculo muy arraigado en la zona. Una vez que Endesa solicitó el cierre de la central en 2019, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro para la zona que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de 1.843 MW de nueva potencia, esta vez, renovable.
El desmantelamiento de la central térmica Teruel, es una operación de gran complejidad técnica que está movilizando ingentes recursos: alrededor de 250 personas de mano de obra directa, se están ocupando de los trabajos hasta su finalización en 2025. Como acompañamiento, Endesa ha promovido cursos de formación en Prevención de Riesgos Laborales en trabajos de desmantelamiento y operación en instalaciones industriales, de la que se han beneficiado 170 personas de la zona con el fin de promover la contratación local de personal especializado, una acción que ha permitido formar a más de 2.000 personas en toda España para diferentes cualificaciones relacionadas con nuestra actividad.
El equipo humano que se está ocupando de los trabajos procede en su mayoría de antiguas empresas contratistas o de residentes en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos y limítrofes, ya que Endesa, dentro de su compromiso con la sostenibilidad, dio prioridad en el concurso de adjudicación de la obra a las ofertas que incluyesen el mayor número de trabajadores locales.
La planificación exhaustiva y coordinación de todos los aspectos de seguridad y salud y medioambiente está teniendo carácter prioritario. En este sentido, la gestión del proyecto de demolición está siendo llevada a cabo por un equipo multidisciplinar, que es lo que requiere un cometido tan complejo como el que se está realizando en Andorra. Los trabajos siguen un minucioso proyecto y desarrollo de procedimientos de trabajo con el objetivo de evitar accidentes laborales a pesar del elevado número de personal implicado.
Desde el punto de vista medioambiental se está aplicando un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 260.000 toneladas que conforman el volumen de la demolición. Para reducir en todo lo posible las afecciones al entorno se ha implantado un plan de vigilancia ambiental con especial atención a las emisiones y vertidos durante la ejecución de los trabajos.
Dentro del compromiso de economía circular por el que apuesta Endesa está prevista la reutilización de los residuos de hormigón para lo que Endesa ha instalado en Teruel equipos de alta capacidad para obtener una valorización completa de este árido reciclado, que se empleará en el relleno de los huecos generados en las obras, así como en la remodelación morfológica del terreno tras las demoliciones. El objetivo es revalorizar el 90% de la totalidad de los residuos que generen estos trabajos.
Central Térmica de Andorra
La central térmica “Teruel”, situada en Andorra, constaba de tres grupos, con una potencia total de 1.100 MW. Cada grupo disponía de caldera, turboalternador y torre de refrigeración. Completaban la instalación el parque de carbones y caliza, el sistema de evacuación de cenizas y escorias, la planta de desulfuración y la chimenea de 343 m de altura para la evacuación de los gases de combustión.
Fue construida con objeto de llevar a cabo un uso extensivo de los lignitos negros procedentes de explotaciones situadas en la cuenca minera turolense, mezclados con carbones de importación. El lignito se transportaba hasta el parque de carbones de la central y los carbones importados se transportaban por barco hasta el puerto de Tarragona y, desde allí, por ferrocarril hasta la planta. Como combustible auxiliar para arranques y apoyo a la combustión se utilizaba gas natural.
Durante sus cuatro décadas de actividad produjo 224.000 GWh, equivalentes al consumo de electricidad peninsular durante un año. Para ello necesitó 142 millones de toneladas de carbón, de las que 110,9 millones de toneladas fueron de carbón nacional y 31,7 millones de toneladas de carbón importado.
Con el fin de hacer compatibles el desarrollo económico y el uso de estos lignitos con la conservación del medio ambiente a lo largo de la vida de la central se llevaron a cabo una serie de actuaciones que conllevaron inversiones superiores a los 400 millones de euros. Como resultado de esas inversiones la central consiguió estabilizar las emisiones a la atmósfera en niveles inferiores a 1 tonelada por megavatio hora producido.
Desarrollo renovable
La central térmica de Teruel (Andorra) ha estado operativa más de cuatro décadas, creando un vínculo muy arraigado en la zona. Una vez Endesa solicitó el cierre de la central en 2019, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética, esta vez, renovable.
Andorra pasará de producir energía con carbón, a generar energía limpia con una potencia instalada de 1.843,6 MW gracias a 7 proyectos renovables hibridados, 2 proyectos de almacenamiento con baterías, un proyecto de hidrógeno verde y un compensador síncrono.
Este desarrollo renovable va acompañado de un plan socioeconómico para la zona que tiene como objetivo generar empleo y valor en el entorno de la que fuera una de las centrales térmicas más grande de España.
El desarrollo renovable planteado por Endesa para Andorra no solo es la construcción de nueva capacidad eólica y solar, sino la hibridación de estos proyectos y el almacenamiento con dos plantas de baterías, lo que los convierte en únicos ya que permite aprovechar al máximo el rendimiento de estas tecnologías, mayor calidad y seguridad energética y equilibrio en el servicio al producir el mayor número de horas posible. Las nuevas plantas renovables se ubicarán en Albalate del Arzobispo, Híjar, Samper de Calanda, Castelnou, Andorra, Calanda, Alcañiz, La Puebla de Híjar, Jatiel, y Alcorisa.
A estos proyectos se une un electrolizador de 15 MW que permitirá gestionar los excedentes de energía renovable para la producción de hidrógeno verde que ayudará a descarbonizar industrias del entorno, la construcción de una fábrica de electrolizadores, y un compensador síncrono que permitirá verter esa energía renovable con mayor calidad favoreciendo el buen funcionamiento de la red de transporte eléctrico.
Para la construcción de estas instalaciones Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España, invertirá más de 1.800 millones de euros y, junto con el plan socioeconómico, generará más de 6.300 empleos en total, de los que más de 370 serán empleos directos ligados al proyecto renovable. A ellos se sumarán, una vez esté desplegado todo el plan de desarrollo socioeconómico, otros empleos estables de largo plazo. Todo ello eleva a 500 los puestos de trabajo fijos y de largo plazo que generará este plan de Endesa y sus 30 socios en 2028, lo que supone superar ampliamente los empleos directos e indirectos que generaba la central térmica.
Estas iniciativas renovables tendrán una hibridación más, esta vez con el sector primario, ya que todas las instalaciones estarán abiertas a este tipo de actividad. Endesa ya ha firmado preacuerdos con empresas ganaderas de ovino con arraigo en la zona, con empresas con actividad peletera y con empresas agrícola-ganaderas de ovino.
Asimismo, el Plan de Acompañamiento socioeconómico incluye el desarrollo de comunidades energéticas con una potencia total de 3.000 kW en varios municipios del Nudo de Transición Justa. Las localidades que forman parte de esta iniciativa participarán en la instalación de plantas de autoconsumo fotovoltaico en emplazamientos públicos con una potencia total de 3.000 kWp que permitirá a 3.800 beneficiarios un notable ahorro de su factura de energía eléctrica favoreciendo así la autonomía y la eficiencia energética de estas localidades. Alacón es el primer municipio que se ha sumado a esta iniciativa.
En lo referido al capítulo de formación, Endesa acompaña este plan con un programa de más de 300.000 horas de formación relacionada con la actividad que generarán las plantas renovables, planteado para más de 5.000 beneficiarios y favoreciendo a los colectivos más vulnerables en entornos rurales como son los jóvenes, mujeres, desempleados.
El plan formativo está constituido por un primer bloque en energías renovables, que contará con diferentes cursos, de montadores de paneles solares, de operación y mantenimiento de instalaciones renovables y de instalación de solar de autoconsumo. Y un segundo bloque de formación en actividades del sector primario, que se realizará en colaboración con entidades de referencia en la zona como son AFAMMER (Asociación de Familias y Mujeres en el Entorno Rural), ASAJA (Asociación de Jóvenes Agricultores), CFP San Blas y Fundación Juan XXIII y ATADI para personas con discapacidad. Con ellos se han definido más de 30 módulos formativos que van desde la agricultura ecológica, aromáticas, ecommerce, carnet digital, apicultura, etc. Por último, se plantea formación también en clave de inclusión, con un programa formativo diseñado con la Fundación Juan XXIII para personas con discapacidad basado en el desbroce y compostaje.
Bajo la denominación de Escuela Rural de Energía Sostenible y en colaboración con todas estas entidades se lanzarán diferentes ediciones en un calendario previsto para el período 2023-2025. Dentro de este Programa Endesa ya ha ofrecido 60.000 horas de formación y ha impartido 30 cursos en los que se han inscrito más de 800 alumnos.
Sobre Endesa
Endesa es una compañía eléctrica líder en España y la segunda en Portugal. Además, es el segundo operador gasista del mercado español. Desarrollar un negocio integrado de generación, distribución y comercialización eléctrica. Ofrece también, a través de Endesa X, servicios de valor añadidos orientados a la electrificación de los usos energéticos en hogares, empresas, industrias y Administraciones Públicas, incluida la movilidad eléctrica, donde es uno de los principales operadores de puntos de recarga de España. Endesa está firmemente comprometida con los ODS de Naciones Unidas y, como tal, impulsa decididamente el desarrollo de energías renovables a través de Enel Green Power España, la digitalización de las redes a través de e-distribución, y la Responsabilidad Social Corporativa. En este último ámbito actuamos también desde la Fundación Endesa. Nuestro equipo humano suma alrededor de 9.260 empleados. Endesa forma parte de Enel, el mayor grupo eléctrico de Europa.