Si prefieres ver la web siempre en español, haz click aquí.
“Cuanto más aceleremos la transición energética, menos probable será que volvamos a vivir episodios de precios de la energía tan elevados”
La situación de los elevados precios de la energía eléctrica que estamos viviendo en los últimos meses y que, previsiblemente, podrá mantenerse hasta el segundo trimestre de 2022; viene determinada, fundalmentalmente, por los precios del gas.
Por Juan María Moreno Mellado
Aunque, inicialmente, se haya mencionado también el CO2 como una de las causas de la subida de precios, la verdad es que éste evoluciona según lo previsible; cumpliendo su función de servir de aliciente para la disminución de la utilización de combustibles fósiles. De hecho, en este momento debería situarse significativamente por encima de los niveles actuales para evitar que el carbón sea más competitivo que el gas. En cualquier caso, la actual coyuntura se trata de una situación transitoria que, previsiblemente, y según reflejan las cotizaciones de los mercados, volverá a normalizarse a partir del segundo trimestre de 2022.
¿Por qué se ha producido este rally de precios en el gas? Simplemente porque han coincidido en el tiempo varios efectos que simultáneamente han producido un desequilibrio entre la oferta y la demanda. Estos efectos son conocidos y se han repetido en multitud de análisis y publicaciones recientes: incremento de la demanda asiática por la salida de la pandemia y las políticas de reducción de emisiones, aumento de la demanda de gas en Europa provocada por un invierno 2020-21 intenso y largo, que produjo un importante retraso en el inicio de las campañas de relleno de los almacenamientos de cara al siguiente invierno; reducción de las exportaciones de gas ruso hacia Europa, provocado por diversos motivos tanto geopolíticos como de propia demanda interna y comerciales.
Una vez entendida la situación actual, sus causas y su extensión temporal previsible, quizá la pregunta sea: ¿Y esto, podrá volver a suceder? ¿Debemos acostumbrarnos y prepararnos para vivir este tipo de episodios de forma recurrente?
El gas será un combustible importante durante la transición energética, sobre todo después del cierre del carbón en generación eléctrica. Va a serlo en Europa y, quizá sobre todo, va a serlo en Asia. Por lo tanto, la demanda de gas va a continuar incrementándose en los próximos años. Los suministradores de gas ven, sin embargo, cómo su negocio va a ir disminuyendo en el largo plazo. Y lo que sí se observa ya, es que los contratos a largo plazo, históricamente tan habituales en esta industria, dan paso a una cuota creciente de contrataciones spot.
Esto último provoca una volatilidad en sus previsiones de ventas y una gran incertidumbre en sus inversiones de aumento o renovación de capacidad. La tendencia de estos suministradores es hacer recaer sobre los precios spot esa falta de ingresos derivados de contratos a largo plazo.
Por lo tanto, es posible que estos episodios vuelvan a repetirse, sobre todo en los inviernos, donde se concentra fundamentalmente la demanda. Otra posibilidad es que quizá observemos un creciente interés de los comercializadores por cerrar contratos de suministro, al menos de medio plazo, lo cual les permitiría depender menos de las compras spot.
En cualquier caso, cuanto más aceleremos la transición energética mediante la electrificación de la economía y la cobertura de la demanda eléctrica mediante generación renovable, menos probable será que suframos estos episodios de grandes subidas en el precio de la energía motivados por la evolución de precios de unas commodities de las que carecemos.