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El precio de la luz ha subido en el último año principalmente por el incremento del precio del gas, que se ha agravado con la invasión en Ucrania. Pero ¿es posible reducir el impacto de esa subida en tu factura? Sí, te explicamos cómo.
Lo primero que necesitas saber es en qué mercado estás y qué tipo de tarifa tienes contratada. Aunque pueda parecer increíble, según los datos de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), el 40% de los españoles no sabe qué tarifa eléctrica tiene contratada. Para saber en qué mercado eléctrico tenemos contratada nuestra tarifa debemos fijarnos en el encabezado de nuestra factura de la luz.
En España, existen dos tipos de mercados: el regulado y el libre. Ambos comparten los peajes de acceso y los impuestos, pero se diferencian en el precio que se cobra por producir la electricidad.
Mercado regulado: atentos a los períodos horarios del PVPC
Dentro del mercado regulado hay una única tarifa conocida como PVPC (Previo Voluntario al Pequeño Consumidor). En esta tarifa, el precio de la luz varía cada día y cada hora, dependiendo del precio de la energía y del período donde consumas. Esta tarifa regulada no tiene permanencia y solo puede contratarse si tienes menos de 10 kWh de potencia.
“En la tarifa regulada PVPC, el precio de la luz varía cada día y cada hora, dependiendo del precio de la energía y del período de consumo”.
En caso de que tu tarifa esté dentro de este tipo de mercado, para controlar tu factura de la luz tendrás que prestar atención a los períodos horarios, ya que estos pueden afectar a lo que acabas pagando en tu factura. Actualmente, estos se dividen en tres franjas: horas valle, horas llanas y horas punta.
- Horario Valle. De 00h a 08h entre semana y durante todo el día los fines de semana y festivos.
- Horario Llano. De 08h a 10h, de 14h a 18h y de 22h a 00h.
- Horario Punta. De lunes a viernes no festivos, de 10h a 14h y de 18h a 22h.
Por norma general, el precio del kWh de luz es más alto en los períodos punta y llano que en los períodos valle. Este tipo de tarifas son una buena opción para aquellos hogares capaces de concentrar al menos un tercio de su consumo en ese período.
Sin embargo, para aquellos consumidores que no pueden adaptarse a los nuevos horarios o su situación actual no se lo permite, y no quieren estar expuestos a los vaivenes del precio de la energía, existe otra solución para que su factura no se vea alterada mensualmente según el precio de la luz: las tarifas de mercado libre.
Mercado libre: un precio de la luz estable
La principal ventaja del mercado libre es que, como su propio nombre indica, las tarifas se establecen de forma libre: el kWh cuesta lo que acuerdes con la comercializadora y se refleja en el contrato. De cara al consumidor, los precios son mucho más estables, ya que no están sometidos a alteraciones.
Es decir, si tienes una tarifa en mercado libre puedes olvidarte de los periodos, los horarios y las cotizaciones diarias. Además, esta “libertad”, permite que puedas beneficiarte de descuentos e, incluso, combinar suministros como luz y gas.
Lo mejor de este tipo de tarifas es que sabes de antemano lo que va a pagar. Además, al haber libertad de tarifas, puedes escoger la oferta que mejor se adapta a tu estilo de consumo.
“Los clientes de Endesa en el mercado libre pagaron en 2022 un 30% menos que los del mercado regulado”.
Dentro del mercado libre, en Endesa disponemos de un amplio catálogo de tarifas adaptadas a las necesidades de cada cliente y sus preferencias de pago para, así, aportar seguridad y tranquilidad, sean cuales sean las necesidades y preferencias del consumidor. En 2022, los clientes de Endesa que optaron por el mercado libre pagaron un 30% menos que los del mercado regulado.
Dentro de nuestra oferta destaca Única, una tarifa que hemos mejorado con el objetivo de ayudar a nuestros clientes a hacer frente a estas oscilaciones del mercado.