¿Son las inversiones en la red eléctrica la solución a los cortes por fraude masivo?
Las crecientes inversiones en la mejora de la red resultan insuficientes para evitar a largo plazo los cortes de luz en las zonas más afectadas por el fraude eléctrico para alimentar plantaciones de marihuana. Las conexiones ilegales provocan sobrecargas que afectan al buen funcionamiento de la red y conllevan un grave riesgo para la seguridad de las personas.
Contexto actual del fraude eléctrico
En julio de 2024 hemos visto en Sevilla un ejemplo paradigmático de las consecuencias del fraude eléctrico en la red de distribución (principalmente el destinado a las plantaciones de marihuana) y cómo el refuerzo de la red eléctrica es una solución de corto recorrido para poder garantizar el suministro.
En Sevilla, las sobrecargas han afectado zonas como Polígono Sur, Torreblanca, Cerro-Amate, La Plata y otras áreas, donde transformadores y redes, ya renovadas, quedaron inutilizadas debido a la demanda desproporcionada tras conexiones ilegales. Por ejemplo, en Torreblanca y Cerro-Amate, la sobrecarga superó con creces la capacidad instalada, afectando a miles de hogares y poniendo en peligro la seguridad de las instalaciones.
Desde Endesa hemos trabajado durante los últimos cuatro años en un plan de inversión en estas zonas que ha implicado un gasto de 12,7 millones de euros. Además, llevaremos a cabo la instalación de tres nuevos centros de transformación, reforzaremos dos centros ya existentes (Padre Pío y Palmete) e instalaremos más de 17km de nuevas líneas de media y baja tensión.
A pesar de este esfuerzo, clientes con contrato de suministro siguen sufriendo cortes de luz por las sobrecargas de la red que no tienen justificación técnica, porque la capacidad de las instalaciones es muy superior a la que se necesita. Esta es la consecuencia de los enganches ilegales a la red, en muchas ocasiones dirigido al cultivo de plantaciones de marihuana, tal y como indica la auditoría realizada por la Junta de Andalucía:
“Las sobrecargas en la red eléctrica, provocadas por conexiones ilegales, son la principal causa de los problemas registrados. Endesa ofrece una potencia que supera la demanda de los clientes con contrato, pero la manipulación de instalaciones para alimentar plantaciones de marihuana, consumen lo equivalente a 80 viviendas de 100 metros2. Además, representan un gran riesgo para la seguridad de las personas y la integridad de las instalaciones eléctricas.”
¿Qué son los enganches de luz y cuáles son sus consecuencias?
Un enganche ilegal de luz es una conexión hecha por personas ajenas a la compañía, no autorizadas, directamente a la red de baja tensión sin ningún contrato de suministro, sin dejar constancia en la compañía eléctrica y que vulnera todas las medidas de seguridad de la red. Son el caso más habitual de fraude eléctrico y suponen el 60% de estos delitos.
Además de las consecuencias legales y económicas, las instalaciones manipuladas pueden tener un impacto muy grave en la salud y la seguridad de las personas y, por supuesto, en el correcto funcionamiento y calidad de los suministros. Debido al fraude, los clientes que sí tienen contrato activo y pagan sus facturas, sufren continuos cortes de luz, que se intensifican en los períodos de más demanda.
Para empezar, hay que tener en cuenta que los enganches de luz no cumplen con los elementos básicos de protección estándar, que son obligatorios por normativa para garantizar su seguridad y la de las instalaciones. Así, es muy habitual que estas instalaciones puedan desencadenar electrocuciones, descargas o, incluso, sobrecalentamientos desmesurados e incendios en edificios, por lo que pueden ser un peligro mortal para las personas.
Por otro lado, al manipular la instalación eléctrica, dejándola sin protecciones, y añadiendo más carga de la prevista a una red, es inevitable que disminuya su calidad, a pesar de que, como hemos dicho, la red está sobredimensionada. En este sentido, cuando se produce una sobrecarga en la red actúan las protecciones de los centros de transformación de la compañía (fusibles), para evitar, en la medida de lo posible, consecuencias de mayor envergadura.
Medidas para combatir las consecuencias de los enganches de luz
El problema de los enganches ilegales y los cortes de luz es muy preocupante tanto para la ciudadanía como para las instituciones y las compañías eléctricas. En Endesa, buscamos soluciones para intentar paliar las consecuencias y aumentar la seguridad de las personas:
- Coordinación con las Fuerzas de Seguridad contra el fraude eléctrico: los técnicos de nuestra filial de redes, e-distribución, realizan intervenciones junto con Policía y Guardia Civil para combatir el fraude eléctrico. En 2024 realizamos más intervenciones conjuntas con las Fuerzas de Seguridad en medio año que en todo 2023. ¿El objetivo? Desmantelar enganches en zonas con alta concentración de fraude en los territorios en los que distribuimos electricidad.
- Aumento de la inversión para reforzar la red: Realizamos planes de actuación anuales para reforzar la red eléctrica, contemplando actuaciones específicas para anticipar los incrementos de demanda, con márgenes de seguridad para hacer frente a los efectos de sobrecarga por los enganches de luz.
- Mejora de las tecnologías: mediante la digitalización de la red y el análisis de datos con machine learning y deep learning, nuestros equipos buscan desviaciones y otros comportamientos fuera de lo común para detectar de manera más certera posibles fraudes.
- Incremento y mejora de las inspecciones: hemos reforzado las inspecciones para destapar el fraude eléctrico, que se produce en diferentes sectores de actividad y segmentos de población. En los seis primeros meses de 2024 detectamos 32.336 casos de fraude eléctrico, un 40% más que en el mismo periodo de 2023, lo que supone una media de siete fraudes descubiertos cada hora. El volumen de energía recuperada es de 397 millones de KWh, el equivalente al consumo de 113.000 hogares.
- Colaboración de la ciudadanía: a través de los diferentes canales habilitados para denuncias, cualquier persona de forma anónima puede colaborar para para descubrir y desmantelar fraudes. En 2023, a través de estas vías se registraron 55.000 denuncias que permitieron realizar 21.260 inspecciones en la red.
- Las penas impuestas al delito de fraude eléctrico en España son muy inferiores a las de los países europeos de nuestro entorno, por lo que no tienen un carácter disuasorio y sirven como efecto llamada para las mafias que se dedican al cultivo y distribución de la marihuana. ¿Cuánto nos cuesta a nosotros como consumidores? Las estimaciones apuntan a más de 2.000 millones al año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro. Un cambio en la legislación para endurecer las penas por fraude eléctrico y equipararse a las impuestas en otros países europeos como Alemania, Francia o Italia podría contribuir a atajar el problema.
El fraude eléctrico, un problema en aumento
La realidad es que las crecientes inversiones en la mejora de la red y las actuaciones de detección de fraude resultan insuficientes para evitar las graves consecuencias de los enganches de luz por dos motivos principales: por un lado, las inversiones tienen un corto recorrido, ya que el aumento de potencia supone un reclamo para nuevos enganches, y por otro las personas que cometen fraude son reincidentes y vuelven a realizar la conexión.
Desde e-distribución, que opera como compañía distribuidora en Andalucía, Extremadura, Aragón, Baleares, Canarias y Cataluña, llevamos años reforzando nuestras redes para reparar los estragos que provocan el fraude masivo en la red.
Pese a todas estas medidas, el fraude eléctrico va en aumento. Entre enero y junio de 2024, las plantaciones de marihuana detectadas consumieron 141 millones de kWh, una cantidad de energía que equivale al consumo de 40.300 hogares. Este consumo representó el 35% de toda la energía defraudada que registramos desde Endesa. Se estima que el total de las plantaciones de cannabis en España podría estar consumiendo 2,2 TWh de electricidad al año, lo que equivale a la demanda energética de toda la ciudad de Sevilla en un año.
Para encontrar una solución a este problema estructural es necesaria la colaboración de todas las administraciones competentes, así como de las entidades sociales y de la sociedad en su conjunto para erradicar el cultivo ilegal de marihuana en los entornos urbanos.