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Una de las dudas más repetidas entre los usuarios de coche eléctrico está relacionada con la posibilidad de realizar recorridos largos. Imagina que quieres hacer un viaje desde Madrid a París. Estás mirando vuelos pero te asalta una duda: ¿qué sería necesario para que fuera posible viajar en coche eléctrico entre países?
Una de las dudas más repetidas entre los usuarios de coche eléctrico está relacionada con la posibilidad de realizar recorridos largos. Imagina que quieres hacer un viaje desde Madrid a París. Estás mirando vuelos pero te asalta una duda: ¿qué sería necesario para que fuera posible viajar en coche eléctrico entre países?
Con el creciente número de coches eléctricos en nuestras carreteras, los diferentes países de Europa llevan años estudiando cómo adaptar sus carreteras a este tipo de vehículos sostenibles. El objetivo no es solo local, sino que también es compartido: conectar países a través de la movilidad sostenible.
Actualmente, la infraestructura de puntos de recarga sigue creciendo y con ella las posibilidades de abrir nuevos corredores para la movilidad de largo recorrido. Sin embargo, para maximizar las posibilidades de la misma es necesario que cumpla ciertos requisitos.
Según Google Maps, un viaje de Madrid a París en coche tiene una duración aproximada de 12 horas y media. Con un vehículo de combustión tradicional, la paradas en gasolineras no deberían suponer un gran aumento de tiempo, pero, ¿y con un coche eléctrico?
Mientras los puntos de recarga siguen aumentando y lograrán una expansión sin precedentes en los próximos cinco años, es esencial que aquellos de carga rápida también continúen llegando a más ubicaciones estratégicas. De esta forma, volver a tener la batería totalmente cargada no debería alargarse más que el café necesario para descansar entre tramo y tramo.
La universalidad de los cargadores es otra de las necesidades básicas que asegurará viajar en coche eléctrico entre países. La existencia de distintos fabricantes en territorios diferentes provoca que existan varios modelos de cargadores que no coinciden. Una infraestructura de puntos de recarga que permita recorridos tan largos siempre deberá contar con recursos que sirvan para todos.
Para que todo esto sea posible y llegue el coche del futuro, empresas de todo tipo de sectores deben aportar servicios de valor añadido con soluciones tecnológicas innovadoras que se ajusten a los usuarios a nivel local, nacional e internacional.
Audi es un gran ejemplo de esta nueva situación. Se trata de una de las primeras marcas que ya ha comenzado a apostar por ofrecer servicios de recarga que faciliten la evolución de estos viajes. Audi e-tron Charging Services es su nombre y permite, a través de un único contrato enfocado en la conducción urbana o en la larga distancia, el acceso a 72.000 puntos de recarga que se localizan a lo largo de 16 países de la Unión Europea y que engloban a 220 proveedores.
En la actualidad, todos los requisitos necesarios para los viajes de larga distancia continúan en desarrollo. Desde Europa en conjunto, así como desde cada país de forma individual, ya se han puesto en marcha diferentes proyectos que asegurarán la futura existencia de corredores europeos de calidad para vehículos eléctricos.
Uno de estos proyectos es CIRVE, un consorcio español para fomentar el uso de vehículos eléctricos entre España, Portugal y Francia. Como sus siglas indican, el objetivo del proyecto es crear corredores ibéricos de infraestructura de recarga rápida de vehículos eléctricos.
Para conectar desde el norte de Europa hasta la península, el plan pasa por incorporar 40 puntos de recarga rápida. De estos, 25 serán nuevas instalaciones en España y 15 serán adaptaciones de puntos actuales situados en zonas estratégicas de la península que se integrarán al catálogo del proyecto. Entre ellos, destaca la reciente inauguración de un punto de recarga en Alcalá de Henares (Madrid), puesto en marcha mediante un acuerdo entre Endesa y Galp.
Además, tan importante es la inversión en este tipo de proyectos como lo es la innovación de la tecnología que existe detrás. Es por eso que, en este caso, el conjunto de herramientas preparadas por el consorcio asegura que todos los modelos de vehículo eléctrico puedan utilizar los puntos de recarga y hacerlo, además, de manera rápida. De hecho, el 80% de la batería puede cargarse en apenas 15 minutos, facilitando la futura evolución de este tipo de viajes en coche eléctrico entre países.