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Han llegado a nuestras ciudades para quedarse y pueden ser el complemento ideal de otros medios de transporte para avanzar en la movilidad eléctrica. Te explicamos cómo están regulados y cuál es la normativa de los patinetes eléctricos.
En ocasiones, estamos acostumbrados a usar el coche o la moto para muchos desplazamientos, pese a que la distancia no sea elevada o resulte complicado aparcar. Caminar, coger el transporte público o la bicicleta y patinetes eléctricos son algunas de las alternativas al uso del vehículo personal que cada vez están ganando más protagonismo.
El patinete eléctrico es un tipo de patinete propulsado por un motor eléctrico. Su uso está destinado a la realización de viajes cortos y se conduce de pie. Al contrario que los patinetes tradicionales, el usuario no necesita impulsarse en todo momento mediante zancadas.
Se trata de un método de transporte reciente y con un gran futuro por delante. Su uso está creciendo y permite que muchas personas no tengan que coger el coche para sus desplazamientos en trayectos cortos. Además, el precio de recargar un patinete eléctrico es realmente económico y competitivo.
Los patinetes eléctricos están considerados por la DGT como vehículos de movilidad personal o VMP y están sujetos al reglamento para este tipo de transportes. Solamente aquellos patinetes que no sobrepasan los 6km/h están considerados como vehículos recreativos o juguetes y están exentos de cumplir este reglamento.
Este reglamento de la Dirección General de Tráfico establece dos categorías diferentes para los patinetes eléctricos.
Patinetes con motor de una o dos ruedas y velocidades de hasta 20 km/h. No pueden superar los 25 kg de peso y solo pueden ser usados por una persona. En esta categoría se incluyen monociclos, patinetes eléctricos, monopatines o skateboards eléctricos y los hoverboards.
Patinetes capaces de alcanzar una velocidad de 30 km/h, de un peso de hasta 50 kilos y con una persona a bordo como máximo. Forman parte de esta clasificación los segways, patinetes eléctricos de mayor potencia y los modelos con asiento.
La regulación y normativa para el uso del patinete eléctrico tienen un carácter general en toda España. Sin embargo, los ayuntamientos tienen la potestad de establecer medidas adicionales para el patinete eléctrico dentro del término municipal.
Los patinetes eléctricos están catalogados como VMP (vehículos de movilidad personal) y no como vehículos de motor, por lo que por el momento no necesitas un permiso de circulación.
La velocidad máxima permitida para los patinetes eléctricos es de 25 km/h. Aunque los patinetes de tipo B u otros modelos pueden alcanzar velocidades superiores, sobrepasar la velocidad límite puede acarrear multas de 500€ y la retirada del patinete.
A día de hoy los patinetes eléctricos no están obligados a tener un seguro como ocurre con otros vehículos como el coche. Al ser considerados VMP y no vehículos a motor no es necesario el seguro a terceros. Sin embargo, la DGT recomienda un seguro de responsabilidad civil para propietarios de patinetes eléctricos que cubra los daños materiales y a terceras personas en caso de accidente.
Según el propio director de la DGT, Pepe Navarro Olivella, seguramente muy pronto cambie esta normativa del patinete eléctrico y sea obligatorio un seguro para este tipo de vehículos como sucede en otros países como Francia.
En este punto también podemos encontrar diferentes normativas locales para el patinete eléctrico. Por ejemplo, ciudades como Barcelona, Benidorm y Alicante sí que obligan a los usuarios del patinete eléctrico a contar con un seguro.
Con la nueva ley de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial se establece como obligatorio llevar casco en el patinete eléctrico, así como en otros tipos de vehículos de movilidad personal.
Aunque hasta ahora solo era obligatorio el uso de casco en los patinetes eléctricos de tipo B, con entrada en vigor de la nueva norma el uso obligatorio también se extiende a los modelos de tipo A.
Si bien casi todos los modelos de patinetes eléctricos ya las incorporan, es obligatorio el uso de luces por la noche o en condiciones de baja visibilidad.
Las luces tienen que cumplir la regulación general de tráfico, siendo la luz delantera del patinete eléctrico de color blanco y la trasera de color rojo.
Los patinetes eléctricos pueden circular por el carril bici y por las vías o carriles restringidos a 30 km/h, las llamadas vías pacificadas. También pueden circular por la calzada de las zonas peatonales siempre que el Ayuntamiento lo haya permitido expresamente.
Con la nueva normativa de circulación los usuarios de patinetes eléctricos tienen prohibido circular por las aceras, vías interurbanas, travesías, autopistas y autovías, además de por túneles interurbanos.
Los ayuntamientos tienen competencias municipales para restringir el uso del patinete por zonas peatonales, por lo que es recomendable informarte bien de la normativa en tu localidad. Ayuntamientos como el de Barcelona, Madrid o Valencia tienen normas más restrictivas para este tipo de vehículos.
Los patinetes funcionan gracias a un motor eléctrico alimentado por baterías recargables que transfiere el movimiento, generalmente a la rueda trasera, gracias a la transmisión. La rueda delantera está conectada al manillar y es la que nos permite controlar la dirección.
Según el tipo de motor y transmisión disponemos de diferentes tipos de patinetes eléctricos.
A la hora de hablar de los sistemas de transmisión encontramos tres opciones distintas: por correa o cadena y directa.
Los patinetes también cuentan con un sistema de amortiguadores. Lo más frecuente es que sean de resorte helicoidal. Este sistema de amortiguación suele ser de suspensión delantera y trasera. Gracias a ello, la amortiguación del patinete será fiable y se reducirá todo tipo de sensaciones bruscas durante su manejo.
Dentro de los vehículos de movilidad personal o VMP podemos encontrar diferentes tipos de patinetes eléctricos. Aunque todos funcionan con un motor eléctrico impulsado por baterías recargables se conducen de manera un poco diferente.
Son los que más vas a encontrar en las calles. Hace años el patinete era un juguete con el que los niños podían realizar pequeños desplazamientos mediante zancadas. Estos vehículos han evolucionado de tal forma que ahora son usados por muchos adultos para ir a su lugar de trabajo. La mayoría de estos patinetes disponen de una autonomía de entre 25 y 40 km.
Estos patinetes disponen de una única rueda. Nuestros pies estarán a cada lado de la misma, sobre dos soportes laterales. Este tipo de patinete eléctrico exige mayor pericia que el de dos ruedas, ya que para poder progresar es imprescindible que el equilibrio de la persona que lo pilota esté siempre bajo control.
Uno de los vehículos más llamativos de esta lista. Seguro que los has visto alguna vez en centros comerciales. Suelen ser usados por empleados de estos espacios para desplazarse con rapidez. Desde hace un tiempo, también es posible verlos en las calles para uso turístico. Son muy cómodos y seguros, gracias a las dos ruedas de tamaños superior a los patinetes convencionales y las plataformas en las que apoyar los pies.
Su conducción es muy similar al segway, una plataforma donde apoyamos los pies y las ruedas quedan a ambos lados. Aunque no contamos con un manillar, tienen un manejo muy intuitivo y mucho más sencillo de lo que pueda parecer a primera vista. Eso sí, debes llevar cuidado tanto al iniciar tu trayecto, como al bajar del hoverboard. Es recomendable evitar los exteriores dada la irregularidad del terreno y no excederse de unos 15 km/h de velocidad.
Los amantes del skate tienen también su alternativa eléctrica para desplazarse. Es más pesada que una tabla convencional, dado que posee batería externa de un tamaño importante. Además, su velocidad de arranque es más elevada que con otros sistemas, por lo tanto, el skateboard eléctrico requiere algo más de habilidad en su manejo.
Gracias a estos aparatos, podemos realizar trayectos medios y cortos a velocidades moderadas dentro de la ciudad. Es una alternativa perfecta si no queremos usar el coche y no podemos ir andando.
La facilidad de manejo es una de las principales ventajas del patinete eléctrico. Además, cada vez están mejor adaptados a circunstancias imprevistas, como las condiciones meteorológicas. Las ruedas que incorporan son de mayor calidad y pueden adaptarse a un terreno mojado por la lluvia.
Otra ventaja fundamental de los patinetes es que al ser eléctricos son una alternativa mucho más respetuosa con el medio ambiente para el transporte dentro de las ciudades.
Además, los avances técnicos hacen que cada vez tengan una mayor autonomía y una mayor velocidad de carga. Actualmente la media para cargar las baterías por completo está entre las 4 y las 8 horas.
Si eres un usuario habitual del patinete eléctrico te recomendamos tarifas que te regalan horas de consumo de luz al día. Por ejemplo, la Tarifa Tempo Happy 2 horas en la cual durante dos horas seguidas de cada día tu consumo de luz te sale a 0€ el kWh.
Si concentras el consumo de luz durante unas horas al día puedes aprovechar esas mismas horas para cargar las baterías de tu patinete eléctrico. Así, ahorras en tu factura a la vez que te sumas a un medio de transporte más sostenible.