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En 2020 la Unión Europea tenía marcado como objetivo mejorar un 20% su nivel de eficiencia energética con respecto a los niveles de 1990. Sigue leyendo si quieres saber qué es la eficiencia energética y cómo afecta a la riqueza de un país. Una pista, todo va a mejor.
La energía mueve el mundo. Y también mueve la economía. Los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, llevan años creciendo en una relación directa entre mayor disponibilidad de energía y mayor grado de desarrollo económico. ¿Lo hace también con el desarrollo humano?
A lo largo del siglo XX el desarrollo económico de los países ha implicado un aumento del consumo energético. Cada vez más, cada vez más rápido, con un crecimiento global exponencial impulsado por los países en vías de desarrollo.
Necesitamos energía para todo porque hemos hecho de la energía la base de nuestro modo de vida actual: viajes, producción de bienes y servicios, ocio…
El resultado de este modelo energético basado en combustibles fósiles no renovables y muy contaminantes es un cambio climático acelerado fruto de las emisiones constantes de CO2.
Pero algo ha empezado a cambiar. Con el nuevo siglo las renovables empiezan a tomar el relevo y comienza el declive del carbón y petróleo (aunque los combustibles fósiles siguen liderando la mayoría del consumo energético). Pero sobre todo ha cambiado nuestra mentalidad.
Las sociedades desarrolladas entienden la energía de otra manera. Tanto a la hora de producirla como a la de consumirla. Ahora el medio ambiente importa y es el momento de contribuir a la sostenibilidad del planeta. ¿Cómo?
En pocas palabras, el uso eficiente de la energía.
Tanto si hablamos de aparatos, procesos o instalaciones, se consideran energéticamente eficientes cuando consumen menos de la media para realizar una actividad. Esto es, gastan menos energía para realizar el mismo trabajo.
Solo tenemos que mirar alrededor para ver cómo la eficiencia energética se ha abierto paso y se ha ganado poco a poco un puesto importante en nuestras vidas: electrodomésticos de bajo consumo, bombillas LED que gastan veinte veces menos que las incandescentes, coches que recorren 100 km con 3,5 litros, casas pasivas que apenas consumen para controlar su temperatura… El cambio está aquí y es imparable. Veamos cómo influye en la economía
Nadie duda de que el uso consciente de las fuentes de energía y el ahorro energético son el camino a seguir. Por el bien del planeta y porque que de cara al futuro se presentan como un foco de desarrollo económico y social de primer orden.
La mejora de la eficiencia energética y el empleo van de la mano: son un equipo ganador.
En España, por ejemplo, el 80% de los edificios son ineficientes en términos energéticos. Esto hace que sean responsables del 40% del consumo de energía y de nada menos que un tercio de las emisiones de CO2. Pero tenemos una reglamentación técnica de vanguardia.
Solo en el sector inmobiliario, aplicar las medidas que propone el gobierno podrían generar hasta 88.000 nuevos empleos al año. Si ampliamos la visión al conjunto de sectores (industria, movilidad, nuevas tecnologías, I+D+I, ...) la creación de empleo asciende hasta los 250.00/360.000 nuevos puestos de trabajo.
Y esto es solo una pequeña parte. Los planes de eficiencia energética también tienen como objetivo reducir las importaciones de combustibles fósiles contaminantes en 75.000 millones de euros entre 2021 y 2030, lo que implica un aumento del PIB en 1,8% ese mismo año. Y de paso, dar un fuerte impulso a las renovables.
La conexión está muy clara, en el siglo XXI la riqueza de un país está ligada a su capacidad de ser eficiente en el uso de la energía.
“La eficiencia energética puede generar rápidamente un crecimiento del empleo y convertirse en un sector de empleo sostenible a largo plazo.”
En principio parece que desarrollo económico y búsqueda de la eficiencia energética van de la mano. Al menos en la Unión Europea y así lo refleja el estudio global The 2018 International Energy Efficiency Scorecard. Un informe que examina las políticas de eficiencia energética y el rendimiento en diferentes sectores de los 25 países que más energía consumen.
Este ranking, que puntúa sobre 100, tiene un empate en el primer puesto: Alemania e Italia con 75,5. Les siguen Francia con 73,5 y Reino Unido con 73. El primer país no europeo es Japón y después, España (que, además, ocupa el primer puesto en eficiencia energética en edificios por su reglamentación técnica).
Como curiosidades, China está tres puestos por delante de Estados Unidos, la India es más eficiente que Australia y los últimos puestos los ocupan dos países productores de petróleo: Emiratos Árabes Unidos (24º) y Arabia Saudí (25º).
Esto nos indica que el compromiso por la eficiencia energética debe ser transversal e involucrar a todos los actores sociales, económicos y políticos de un país.
Según la Agencia Internacional de la Energía, el 13% de la población mundial no tiene aún acceso a la electricidad. Para revertir esta situación sin hacer daño al planeta uno de los grandes puntos de los objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 es conseguir que este acceso mundial a la electricidad se realice con energías limpias. Una fuente renovable de crecimiento basada en la sostenibilidad y en el respeto al medio ambiente.
Por nuestra parte podemos colaborar eligiendo aparatos más eficientes y suministros 100% renovables. Un compromiso por el futuro que nos beneficia a todos.
En esta tabla puedes ver el lugar que ocupa cada país en el ranking de eficiencia energética junto a su Índice de Desarrollo Humano. Un indicador elaborado por las Naciones Unidas que clasifica los países teniendo en cuenta otras variables más allá de las económicas: esperanza de vida, salud, educación, empleo, estudios, etc.
Ranking Eficiencia Energética ACEEE 2018 | Puntuación | índice de desarrollo humano |
---|---|---|
Alemania |
75,5 |
(5) 0,939 |
Italia | 75,5 | (28) 0,883 |
Francia | 73,5 | (24) 0,891 |
Reino Unido | 73 | (14) 0,92 |
Japón | 67 | (19) 0,915 |
España | 65,5 | (26) 0,893 |
Países Bajos | 65 | (10) 0,933 |
China | 59,5 | (85) 0,758 |
Taiwan | 57 | |
Canadá | 55,5 | (12) 0,922 |
Estados Unidos | 55,5 | (13) 0,92 |
México | 54 | (76) 0,767 |
Corea del Sur | 52,5 | (23) 0,906 |
Polonia | 51 | (32) 0,872 |
India | 50,5 | (129) 0,647 |
Turquía | 50 | (59) 0,806 |
Indonesia | 45 | (111) 0,707 |
Australia | 40,5 | (3) 0,938 |
Ucrania | 38 | (88) 0,75 |
Brasil | 36,5 | (79) 0,761 |
Rusia | 34,5 | (49) 0,824 |
Tailandia | 29 | (77) 0,765 |
Sudáfrica | 23,25 | (113) 0,705 |
Emiratos Árabes Unidos |
18 |
(35) 0,866 |
Arabia Saudita | 16,5 | (36) 0,857 |