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Este año, la cifra de usuarios conectados a Internet ha superado la mitad de la población. Más de 4000 millones de personas, que representan el 53% del total de la población mundial. La masificación de la red y el poder de la nube están dando nuevas habilidades a los desarrolladores, que ahora cuentan con máquinas inteligentes que también modifican la forma de relacionarnos con nuestro entorno, fuera del mundo virtual.
Solo en España, el 85% de la población está ya conectada a Internet. El big data y la inteligencia artificial han derivado en técnicas de machine learning que pueden unirse a las últimas innovaciones de diferentes sectores para conseguir la eficiencia energética en empresas y hogares.
Las administraciones y las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de desarrollar tecnologías digitales que ayuden a fomentar la eficiencia energética. El objetivo de la Unión Europea es mejorarla en un 30% en 2030 y, para lograrlo, serán 400.000 los nuevos puestos de trabajo que se habrán creado relacionados con estas tecnologías.
a eficiencia energética deriva en la potenciación de la sostenibilidad y, más concretamente, en la reducción de emisiones. Tecnologías como el internet of things han evolucionado notablemente en los últimos años, pero aún está previsto que crezcan mucho más. Los 25.000 millones de dispositivos conectados en 2020 cruzarán sus datos para dar pistas sobre nuestra gestión de la energía.
Esta conexión tiene muchos objetivos, siendo uno de ellos la mejora de la relación energética entre usuarios y dispositivos. Con la información necesaria en manos de las organizaciones, puede generarse una evolución de las tecnologías actuales orientada a optimizar el ahorro energético y su compromiso con el medioambiente.
Casas conectadas, centros de datos, smart cities, ciudadanos concienciados e industrias innovadoras. Todos somos protagonistas de una era digital que debe abordar la eficiencia energética como una de las claves para alcanzar la sostenibilidad. Una de las tecnologías a través de las que podemos conseguir este objetivo es la inteligencia artificial.
La Industria 4.0 está trayendo nuevas técnicas innovadoras apasionantes. ¿Conoces los cognitive services? La inteligencia artificial comienza a aplicarse como servicio para potenciar las tecnologías ya existentes en nuestro día a día y convertirlas en aplicaciones que vayan más allá para lograr resultados que antes no podíamos ni imaginar.
Uno de los ejemplos más claros de los cognitive services dentro de la eficiencia energética es su gestión de la información, con la que es capaz de crear mapas de datos a través de los cuales generar recomendaciones a los usuarios sobre cómo potenciar su ahorro del consumo energético.
Tecnologías para resolver tareas del conocimiento, como su propio nombre indica, que no solo utilizan datos informáticos, sino que son capaces de gestionar voz, vídeo e imágenes. El poder de estas tecnologías innovadoras ha llevado a empresas como Microsoft ha crear verdaderos centros innovadores de inteligencia artificial.
Hablamos de un conjunto de herramientas en la nube que nos ayudan a enriquecer las aplicaciones de aquellos instrumentos que dispongan de un sistema operativo. Haciendo uso de los cognitive services, un termostato puede aprender cómo es nuestro día a día para regular la temperatura de forma automática sin necesidad de programación.
De esta forma, el gasto se minimiza al mismo tiempo que se potencia el uso real de la calefacción y el aire acondicionado. Las empresas comienzan a generar metadatos a través de la voz y el reconocimiento de imágenes y textos, entre otros parámetros, que pueden servir a sus aplicaciones para decidir cuando realizar una tarea.
Los cognitive services son soluciones que utilizan una serie de algoritmos que ayudan a optimizar recursos y que tienen la capacidad de ir mucho más lejos de lo habitual. Su componente visual puede reconocer emociones, anomalías en el comportamiento de un individuo e incluso establecer un análisis de la visita de un cliente.
Los sensores son uno de los ejemplos más visibles en este tipo de prácticas. Si los dispositivos pueden averiguar por qué zonas de un espacio nos movemos, serán capaces de aplicar ciertos esfuerzos energéticos únicamente en las áreas en las que sean necesarios. Se trata de información recolectada a través de técnicas de big data en las que se utiliza la inteligencia artificial.
Aplicar nuevas tecnologías innovadoras puede ser beneficioso en áreas muy diferentes. Desde el ahorro económico hasta beneficios para los empleados de las empresas. La era de la digitalización ya está en marcha y hace uso de los datos como principal herramienta para lograr la eficiencia. ¿Te unes a la búsqueda de la sostenibilidad?