
Verlo siempre en Español
Hay lugares de España que están vacíos prácticamente todo el año. Amplias zonas con escasa población que, a lo sumo, experimentan un breve repunte con ocasión de la festividad local.
Pero incluso las metrópolis viven sus momentos de calma absoluta. Las ciudades se vacían cuando sus habitantes huyen para disfrutar de los pocos días de vacaciones.
Con los datos de los contadores eléctricos de millones de españoles, descubrimos los pocos momentos del año en que las ciudades parecen pueblos. Cuando su consumo de luz se desploma es cuando los cláxones de los coches dejan paso al silencio.
Las primeras fechas en las que las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia…) se vacían son las de la Semana Santa.
El éxodo turístico hace que ciudades como Sevilla, Valladolid y Zamora alcancen picos anuales de consumo eléctrico. Pero el repunte es también muy claro en zonas de costa sin ninguna tradición de procesiones.
Es cuando llega el calor cuando más se mueve la gente, distribuyéndose por una variedad de destinos y actividades:
Escapadas cortas en junio: fines de semana largos en la costa y festividades con gran seguimiento como el Corpus Christi en Sevilla (15 de junio) o la fiesta de San Juan con sus hogueras (24 de junio). Esta última demuestra un claro impacto en el consumo eléctrico a lo largo de todo el Levante, incluyendo Aragón y Pirineos.
Cerrado por vacaciones: somos un país veraniego, con unos 90 millones de desplazamientos en coches entre julio y agosto (según datos de la Dirección General de Tráfico). En estas fechas Madrid y Barcelona pierden un tercio de su población, pero a un ritmo muy diferente: Madrid de golpe, de manera muy marcada y exacerbada en agosto; Barcelona de manera más suave y paulatina. Unos se marchan y otros llegan: en torno a 2 millones de turistas visitan Madrid en verano, frente a los 4 millones de Barcelona. Lugares cercanos a estas grandes capitales (Segovia, Toledo, Figueres, Cadaqués) reciben a parte de estos visitantes, que aprovechan para hacer excursiones de un día.
“En verano 1 de cada 3 vecinos de Madrid y Barcelona abandonan la ciudad y se marchan fuera de vacaciones.”
Sanfermines: mención aparte merece San Fermín (7 de julio): durante esa semana Pamplona pasa de 190.000 a más de 1 millón de habitantes.
Ante todo mucha playa: aunque los destinos vacacionales son muy diversos, la playa es la reina absoluta. Si nos centramos en la Costa del Sol, son más de 7 millones los turistas. A partir de la tercera semana de agosto comienza la vuelta a casa y las ciudades vuelven a llenarse.
Cada lugar tiene una fiesta particular, pero en todos suele vivirse de la misma manera: aprovechando que es festivo para escapar. Aunque no puede compararse a las grandes ausencias del verano, algunos santos patronos tienen el poder de vaciar sus ciudades: