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‘One band man’, el formato más sostenible
En Music Lover creemos firmemente que música y sostenibilidad han de ir de la mano. Por eso, vamos a dedicar este artículo a las bandas más sostenibles de todas, las que solo tienen un músico, también conocidos como ‘one man bands’. Alerta spoiler: hay más de un freak.
Comencemos por el principio. Un ‘one man band’ es un músico que toca varios instrumentos al mismo tiempo. A menudo usa dispositivos mecánicos o electrónicos, como pedales de efectos tipo looper, para conseguir o recrear el sonido de varios instrumentos adicionales mientras toca uno principal. También algunos usan grabaciones de instrumentos previamente grabados para acompañarse a sí mismos en vivo, pero esto es un poco trampa, así que hemos excluido a estos de la lista.
Un tipo de Arizona que aparece en sus conciertos con un traje de hombre bala y un casco de piloto espacial con un teléfono acoplado a modo de micrófono sin duda es una opción a tener en cuenta a la hora de decidir si acudir o no a un espectáculo musical (os dejamos a vosotros elegir si sí o si no). Al más puro estilo Daft Punk nadie sabe quién es, ni se conoce su rostro, pero no te importará si quieres disfrutar del Blues, Punk, Slide Guitar y Rock & Roll más grasiento.
En España tenemos a un partenaire a la altura, o incluso más ambicioso. Se trata de Vurro (si, con uve). No vamos a poner ni una coma a la información que puede encontrarse de él en la red. Ojo.
“Según la leyenda, en un pequeño y remoto pueblo en algún lugar de las montañas, un granjero perdió a su vaca en una tormenta de nieve. Amaba tanto al animal que no dejaba de buscarlo durante días. Se desmayó en la nieve y tuvo una visión, vio el lugar exacto donde estaba la vaca. Se despertó y caminó para encontrarla, pero los lobos la habían atacado y estaba enterrada bajo la nieve, muriendo. En su agonía, el animal le cedió la cabeza al granjero y se convirtieron en uno, dando a luz a Vurro: mitad hombre, mitad vaca”.
Hasta aquí, la leyenda, la realidad es que ver a este tipo en acción es impresionante.
También hay seres sobrenaturales, como Hombre Lobo Internacional, que, según él mismo asegura, es una ‘One Wolfman Band’, banda de un solo hombre lobo. Al igual que los anteriores, toca la batería con los pies, y su instrumento principal, en este caso, la guitarra, con las manos. Lo que pasa es que también tiene la manía (o necesidad) de aullar a la luna llena, pero eso nos pasa a muchos igual. Sus víctimas favoritas son los humanos a los que les apasiona el rock and roll primitivo, sucio y desenfrenado. También se desconoce su identidad humana.
Volvemos del más allá para conocer a Ortiga, el proyecto musical del gallego Manuel González. Tras finalizar su etapa anterior como parte del dúo ‘Esteban y Manuel’, muy recomendables, y no solo por haber inventado el cumbiatune, el santiagués inició su carrera en solitario como Ortiga, apostando por la fusión de la cumbia, el merengue, la bachata y el autotune. A diferencia de los anteriores loopers y samplers son los aliados de Ortiga en sus conciertos, junto a guitarra y teclados como instrumento principal. Sea como fuere, Imposible no bailar.
En la misma onda, vamos a incluir en esta lista al siempre sonriente Ed Sheeran. Y realmente no por nada en especial, simplemente se marco una gira mundial llenando estadios ÉL SOLO, haciendo versiones de sus temas adaptadas a una guitarra, teclado y un looper. Flipas.
Por cierto, si querés ver cómo funciona un pedal looper os recomendamos este vídeo, también de Ed Sheeran. ¿Quién necesita una banda?
Regresamos al ámbito más friki, aunque sin perder la elegancia. En ese lugar encontramos a Donny Benét. A medio camino entre la banda sonora de Corrupción en Miami y la de una pelicula porno encontramos la propuesta de este australiano que, sin duda, te obligará a mover el esqueleto (y las caderas) irremediablemente.
Cambiamos de tercio, radicalmente, para viajar a un lugar más serio y evocador. Os presentamos a Amorante, el nombre artístico del multi instrumentista guipuzcoano, Iban Urizar. Él define su estilo como música popular y desde luego bien puede serlo, dada su innegable influencia del folklóre tradicional, combinando instrumentos como guitarra española, el ukelele o la corneta, con medios tecnológicos (de nuevo, el inevitable looper, entre otros) para obtener un resultado único y original, con una sensibilidad abrumadora e hipnótica. Imprescindible en esta lista.
Sin abandonar el País Vasco y bajo el nombre de RRUCCULLA encontramos a la joven productora de electrónica y baterista Izaskun González. En este caso, su instrumento principal es la batería, que combina con bases electrónicas para conseguir una propuesta tan experimental como potente. A veces abstracta, a veces bailable, la música de RRUCCULLA no deja indiferente a nadie que esté dispuesto a escucharla con atención. Y a bailarla claro.