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En el tiempo que nos ha tocado vivir no escasean los desafíos. Entre los muchos que se pueden encontrar, destacan los que afectan a todo el planeta e incluyen un componente de urgencia cada vez más crítico.
Crisis ambiental, cambio climático, pérdida de biodiversidad… Problemas complejos que no pueden resolverse con una única respuesta sino con una combinación creativa de soluciones. Una de ellas es la arquitectura sostenible, con un papel relevante en la estrategia pactada entre los países miembros de la Unión Europea.
Es la era de la arquitectura sostenible
Arquitectura y sostenibilidad son dos aspectos que se deben fusionar a la hora de elaborar un proyecto. Se pretende fomentar edificaciones que sean energéticamente eficientes y que aprovechen los recursos naturales sin generar gastos innecesarios.
En este contexto, comienzan a surgir en el sector de la construcción innovaciones pioneras, con nuevos diseños arquitectónicos que incorporan elementos para mitigar la contaminación ambiental, la posibilidad de gestionar mejor los recursos de la vivienda e incorporar tecnología de aprovechamiento.
El auge de los proyectos sostenibles es una nueva manera de concebir el equilibrio entre diseño y optimizar inteligentemente los recursos naturales.
“Aprovechar los recursos naturales sin generar gastos innecesarios, esta es la máxima de la arquitectura sostenible.”
Principios de sostenibilidad en la construcción
Los proyectos constructivos de naturaleza sostenible tienen en cuenta los efectos de la propia construcción sobre las personas que habitan dentro y desarrollan sus actividades cotidianas.
De esta forma, podemos resumir los 5 principios básicos que siguen:
- Regla de las tres "3R": reducir, reutilizar y reciclar.
- Economizar los recursos naturales, en especial la energía y el agua.
- Gestión y análisis de los materiales usados para reducir el impacto de futuros residuos y gases de efecto invernadero.
- Aumentar la salud y calidad de vida de los usuarios del edificio.
- Proteger el entorno donde se va a desarrollar el proyecto de edificación.
La arquitectura sostenible se basa en conceptos como conservar, ahorrar y racionalizar el consumo. Esto tiene una traducción inmediata en beneficios ambientales y comunitarios. A grandes líneas, los requisitos para tener en cuenta son el consumo responsable de agua y energía, así como utilizar materiales que puedan aportar mejoras al ecosistema (los jardines verticales son un ejemplo perfecto).
Para minimizar el impacto sobre el medio ambiente es conveniente utilizar soluciones que impliquen volver a utilizar algo en lugar de desecharlo:
- Reutilizar materiales de grandes reformas y demoliciones: constituyen una excelente opción siempre que cumplan con la calidad requerida.
- Reciclar los residuos generados por la construcción: como pueden ser maderas y sus derivados (plásticos, ladrillos, entre otros).
- Incorporar materiales que tengan elementos reciclados: como placas de yeso, paneles, enseres metálicos, etc.
- Potenciar el comercio de la región: eligiendo materiales que estén en las cercanías de la obra. Por un lado, el menor desplazamiento de los vehículos genera menores emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado, sirve para dinamizar la economía local, evitando que la industria se concentre en pocos lugares.
- Incorporar en los proyectos maderas renovables como el bambú, elcorcho y árboles de rápido crecimiento. En este ámbito podemos encontrar maderas certificadas como explotaciones sostenibles.
- Utilizar pinturas e imprimaciones que no contengan Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
Conseguir la calidad en la edificación es una pieza clave para su lanzamiento en el mercado y esto incluye elaborar estrategias para conseguir materiales que mejoren las condiciones medioambientales, de ahorro y bienestar de las propias personas.
5 consejos para una oficina sostenible
Es importante antes de comenzar el proyecto arquitectónico, y siempre que sea posible, buscar un emplazamiento lejos de zonas de alta tensión o de lugares donde el subsuelo tenga características que puedan dañar la estructura del edificio.
Dentro de los apartados más importantes destacamos:
1. Prestar atención a los aislamientos para las cubiertas, fachadas y ventanas para conseguir una mayor estanqueidad frente a las condiciones meteorológicas.
2. La correcta orientación de las ventanas y su instalación estanca garantiza un mejor aprovechamiento de la luz natural que se traduce en ahorro energético.
3. Buena ventilación para evitar que se acumulen elementos radiactivos y tóxicos como el gas radón. Se pueden instalar controladores de CO2 para conseguir el nivel de ventilación apropiado.
4. Equipos más eficientes que presenten las categorías A++ y A+++, ya que reducen las emisiones de CO2 (con el consiguiente ahorro energético).
5. Uso de domótica para hacer el seguimiento y poder controlar los consumos de energía en el edificio.
Arquitectura y sustentabilidad no implican un mayor gasto para la construcción de los edificios, sino por el contrario hacer edificaciones sostenibles implica realizar edificios mejores con menor coste y mantenimiento.
“La arquitectura sostenible no tiene por qué ser más cara a corto plazo, pero debe salir barata a largo plazo debido al ahorro en costes y mantenimiento.”
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