
Si prefieres ver la web siempre en español, haz click aquí.
Si prefieres ver la web siempre en español, haz click aquí.
La construcción sostenible es uno de los pilares de la sociedad del futuro. ¿Te suena exagerado? Toma un dato: dentro de un año el 60% de las constructoras habrán multiplicado por dos el número de sus proyectos sostenibles (pasando del actual 18% a un notable 37%).
En Endesa somos pioneros en el tema. Hace seis años, nuestra sede de Madrid fue el primer edificio corporativo de España en conseguir la triple certificación en Eficiencia Energética, Gestión Ambiental y Calidad Ambiental en Interiores.
Se acabó equiparar la construcción con algo poco ecológico y perjudicial para el planeta. Existen otros caminos.
Las construcciones sostenibles se centran en satisfacer las necesidades del ser humano sin comprometer a las futuras generaciones. Para conseguir esto, se siguen tres principios básicos:
“El primer mandamiento de la construcción sostenible es: ¿de verdad hace falta construir esto?”
El trabajo por hacer es enorme, ya que los principios anteriores exigen mucho tanto de la arquitectura sostenible como del resto de actores implicados en una construcción de este tipo.
Pero si tuviéramos que destacar algunos rasgos imprescindibles de un edificio sostenible, serían los siguientes:
Las construcciones sostenibles son el futuro, pero aún no son mayoritarias. Construir un edificio sostenible, o comprarse un piso que cumpla estas características, sigue siendo más caro que la opción tradicional.
Sin embargo, aunque el desembolso inicial sea más alto, hay estudios que aseguran que esta diferencia de precio se amortiza en un periodo de 5 a 15 años. ¿Cómo es posible? Gracias al ahorro continuado en agua, en luz, en calefacción... y en mantenimiento, pues los materiales tienen garantía de alta durabilidad.
Si nos fijamos en la sede madrileña de Endesa, ha conseguido reducir en tan solo 10 años un 46% las emisiones de dióxido de carbono, más de un 20% el consumo eléctrico, un 35% el de gas y un 28% el de agua. Al mismo tiempo, se ha reducido un 15% la generación de residuos y se ha subido hasta el 75% de reciclaje.
“Un edifico sostenible es más caro, pero se amortiza en 5-10 años por el ahorro de energía.”