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Lino solar
La magia de una nueva forma de cultivo.
Juan Antonio sabe mucho de cultivos, lleva toda su vida en el sector agrario. Su empresa abastece de plantas aromática naturales al mundo de la alimentación, la cosmética y el sector textil. De hecho, su cultivo estrella es el lino. “Para obtener un lino de buena calidad lo principal es que no haya pesticidas, que se cultive en un entorno sano”, explica este agricultor convertido en empresario de cara curtida por el sol pero con un rostro que da seguridad. “Perdona tengo que ir con la cosechadora, hoy tenemos un día diferente en nuestro trabajo”.
Y es que hoy es un día diferente. Es día de cosecha, pero no en cualquier lugar. Juan Antonio y su cosechadora van a recolectar el primer lino solar. No oculta su tensión. Es un trabajo que tienen que medir minuciosamente, pero una vez han colocado la pesada maquinaria en el corredor de paneles solares el motor arranca con fuerza y empieza la magia de una nueva forma de cultivo a nivel industrial.
“Ya estoy aquí”, exclama. "Perdona - añade - que teníamos que preparar bien todo antes de empezar. La verdad que la primera vez que vinimos, cuando nos presentaron el proyecto, nos preocupaba mucho el tema de las maquinarias. De hecho, el día que plantamos estábamos aquí todos los equipos, desde la gente de la planta solar de Las Corchas, hasta el CTAEX (Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario) y nosotros. No nos podíamos desviar un milímetro, si no, nos arriesgábamos a dañar los paneles”.
Y es que la maquinaria que se está empleando para esta recolección es la misma que utiliza Juan Antonio en cualquiera de sus cultivos. “No tendría sentido tener que utilizar una infraestructura diferente, el proceso perdería toda la viabilidad”, explica.
Y a juzgar por cómo lo cuenta y el ruido de fondo provocado por la cosechadora, todo ha salido bien. De hecho, se ve que Juan Antonio es un visionario. “Cuando me propusieron este reto la verdad que no me lo pensé, me pareció una idea fantástica. Aquí iba a tener la seguridad de que nadie echaba pesticidas, iba a poder ofrecer un producto de calidad y además con un valor añadido: es sostenible, es lino solar”, resalta mientras vamos caminando acompañando a la cosechadora de la que no pierde ojo.
Llegamos al final de una hilera de paneles, hay que seguir por otra calle. Es otro de esos momentos en los que Juan Antonio se aleja para ayudar dando indicaciones a la persona que conduce la máquina, que hace girar su mecanismo para la recolección del fruto. En este caso, lino, que será utilizado para consumo de animales, aves especialmente.
Poco a poco va girando hasta que se coloca en la nueva parrilla de salida entre paneles y repite la operación, así hasta cubrir las 3 hectáreas plantadas con lino en la planta solar de Las Corchas ubicada en Carmona (Sevilla). Se ha convertido en toda una planta solar de referencia al albergar proyectos pioneros que van desde este cultivo agrivoltaico a escala industrial, al primer apiario solar o al desbroce con ovejas.
Se hace el silencio, se vuelve a escuchar el canto de los pájaros y algún avión que pasa por las inmediaciones. Estamos cerca del aeropuerto de Sevilla. El motor de la cosechadora se ha apagado, se revisa la maquinaria y el fruto obtenido. Todo son caras sonrientes, conscientes de haber escrito un pequeño capítulo en la historia de la agricultura: la recolección del primer lino solar.
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