
Los retos de la red de distribución eléctrica frente a la transición energética
Gracias a la digitalización, estamos construyendo una red de distribución de electricidad más robusta, flexible, capaz de satisfacer las nuevas necesidades de nuestros clientes y, al mismo tiempo, avanzar en la electrificación de la economía.
Por José Manuel Revuelta
Nos despertamos encendiendo un interruptor y apagando la alarma de un teléfono móvil que ha cargado su batería durante toda la noche. La energía eléctrica está presente en prácticamente todas nuestras actividades diarias, pero conocemos muy poco la infraestructura eléctrica que lleva la electricidad hasta nuestros hogares, negocios, centros comerciales, centros industriales o hasta los nuevos cargadores de vehículo eléctrico.
La red de distribución forma una red mallada que alimenta todos los puntos de suministro, estén donde estén, tanto los ubicados en las grandes ciudades como aquellos situados en los emplazamientos rurales más alejados. Esta particularidad hace que en Endesa gestionemos 130.000 centros de transformación y 315.000 kilómetros de trazado de líneas eléctricas, lo que equivale dar ocho vueltas a la Tierra.
Como servicio esencial que es el suministro de electricidad, todas y cada una de nuestras instalaciones debe estar plenamente operativa las 24 horas del día y los 365 días del año, tanto si hace calor, hace frio, está lloviendo, está nevando o se producen los eventos climatológicos más adversos de las últimas décadas.
Recientemente hemos aprendido a operar nuestras redes ante la adversidad de un fenómeno natural desconocido para nosotros, la erupción de un volcán que ha sepultado más de 1.500 apoyos y 130 kilómetros de líneas eléctricas.
La transición energética requiere una mayor electrificación de nuestra economía, fundamentada en soluciones de movilidad eléctrica, sistemas de climatización eléctricos sostenibles como la aerotermia, etc. Todo ello redundará en una mayor dependencia de la sociedad hacia la red de distribución que nos exigirá más información, más datos, mejor calidad de suministro, la apertura de nuevos canales de comunicación con nuestros clientes, etc. En este punto, la digitalización es la palanca que nos está preparando para este gran reto en tres grandes ejes: centralidad en el consumidor, gestión de activos y operación de activos.
Digitalización al servicio del cliente
La digitalización permite mejorar la comunicación con el cliente, así como implementar nuevos canales de comunicación. Actualmente el consumidor ya dispone de información relevante sobre su suministro. Por ejemplo, los contadores de telegestión ponen a disposición del consumidor su consumo individualizado durante las 8.760 horas del año y la web de nuestra empresa distribuidora de electricidad, e-distribución, facilita información en tiempo real de las incidencias y afectaciones en nuestra red. A todo esto estamos añadiendo la implementación de técnicas de inteligencia artificial para atender de forma más ágil las reclamaciones que recibimos.
La digitalización nos permite implementar nuevas formas de gestionar nuestros activos mediante técnicas de mantenimiento predictivo basados en Big Data y Machine Learning, la monitorización avanzada de nuestra red, técnicas personalizadas de tala y poda según el potencial crecimiento de la vegetación en cada lugar, el diseño de nuevas instalaciones eléctricas mediante tecnología BIM (Building Information Modeling) y una trazabilidad completa de nuestros materiales desde el momento de fabricación hasta su reciclaje.
La operación de nuestros activos también se está transformando por completo mediante la implementación de un sistema que estima la posible afectación de eventos climatológicos adversos en nuestra red para anticipar reconfiguraciones, minimizar su posible afectación a clientes e incluso la necesidad de activar con antelación recursos sobre el terreno. Ante escenarios climatológicos adversos, la reposición del suministro se realiza de forma automática mediante el sistema LARS que es capaz de dejar fuera de servicio un tramo eléctrico afectado y reponer el suministro al resto de clientes en un mínimo tiempo.
En Endesa tenemos previsto invertir 2.900 millones de euros en las redes de distribución hasta el año 2024 para seguir mejorando nuestra calidad de suministro, avanzar en una mayor digitalización y automatización de nuestra red, así como en la implementación de soluciones avanzadas para anticipar las necesidades futuras de nuestros consumidores.
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