Uno de los pilares de la distribución energética en las futuras smart cities serán, sin duda, las smart grids, es decir, las redes eléctricas inteligentes. Gracias al crecimiento de las energías renovables, los consumidores de electricidad podrán ser también productores, y todo a través de la misma red. Y esa es precisamente la principal característica de una smart grid: su bidireccionalidad. La energía fluye tanto de la generación hacia el usuario como de este hacia aquella, lo cual, entre otras cosas, propicia un uso más eficiente de la red.
Pero no solo eso. Las redes inteligentes cuentan con otras ventajas muy interesantes. Sin ir más lejos, facilitan el almacenamiento energético, aportan a los consumidores las herramientas necesarias para un control eficaz de su gasto de energía (por ejemplo, proporcionándoles la información precisa sobre su consumo, en pro de una correcta autogestión), aumentan la calidad del suministro de electricidad, gracias, en parte, a su aprovechamiento de las ventajas de la generación distribuida, y se ajustan a los picos de demanda para no despilfarrar energía.
Gracias a los avances tecnológicos en las TIC y en otros campos, como el del smart metering (el desarrollo de contadores de energía inteligentes), cada vez se diseñan redes más fiables, capaces de optimizar la producción de electricidad. Pero para que estas puedan funcionar al cien por cien de su efectividad, es necesario contar con una buena infraestructura de subestaciones eléctricas.
El papel de las subestaciones eléctricas
Las subestaciones eléctricas son elementos vitales en un sistema de transporte y distribución de electricidad.
Aunque la tecnología de las subestaciones es muy eficaz, actualmente se trabaja en su actualización, con el fin de adaptarlas al nuevo paradigma energético que estamos construyendo, mucho más digital. Y dos de los proyectos más innovadores que se están llevando a cabo sobre este tema son el denominado 3S-CS (Standardization-Security-Synchronization Connected Substation), perteneciente al programa Innterconecta y cofinanciado, entre otros, por la Junta de Andalucía y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), y el proyecto IdEAS, que arrancó en 2016, y que forma parte del Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad, promovido por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
3S-CS
Esta iniciativa (que gestionamos junto a Integrasys, Schneider Electric) tiene como objetivo diseñar soluciones innovadoras para la digitalización de las subestaciones eléctricas, lo que supondría un aumento de la seguridad y de la eficacia de aquellas. En palabras de María Avery Fernández, de Endesa Distribución, lo que se busca, principalmente, es
"Una solución de futuro que nos permita adelantarnos a los posibles fallos en las instalaciones de la red de distribución eléctrica y mejorar así la fiabilidad del suministro."
Imaginemos modernas subestaciones eléctricas que presenten un comportamiento predictivo. Es decir, instalaciones cuyos componentes estén interconectados y realicen intercambios de información entre sí, y también con centros de control externos, con una meta clara: minimizar lo máximo posible el número de incidencias y de averías en el sistema, como cortocircuitos o sobretensiones. Para ello, este proyecto trabaja con diferentes tecnologías de comunicación, entre las que destacan el Internet de las Cosas, las transmisiones wireless y los protocolos IP, un método muy eficaz de interconexión de redes.
IdEAS
El proyecto IdEAS (Interoperabilidad de Equipos de Automatización de Subestaciones) se centra en la interoperabilidad de las subestaciones inteligentes, es decir, en ese vital intercambio de información entre los elementos de la misma del que hemos hablado hace un instante. Según Carmen Ranea Resalt, coordinadora de Protecciones, Telecontrol y Red Media/Baja Tensión en Endesa Distribución, el objetivo de IdEAS es
"Facilitar las labores de mantenimiento homogeneizando las soluciones tecnológicas para conseguir así la eficiencia operativa de las subestaciones eléctricas inteligentes."
O, dicho de otra forma, acabar con la disparidad de tecnologías usadas en las subestaciones, que a veces puede conducir a una ineficiencia operativa de sus sistemas nada deseable, y que afecta mayormente a la seguridad. Por eso se está trabajando codo con codo con empresas como Siemens, Schneider Electric, Circe o Schwitzer Engineering Laboratories, para, unificando criterios, diseñar entre todos equipos compatibles, con el fin de que las smart grids sean cada vez más inteligentes.
El proyecto MONICA
Mención especial merece, en relación con el desarrollo de las redes eléctricas del futuro, el proyecto MONICA (Monitorización y Control Avanzado), impulsado por un consorcio formado por Ormazábal Media Tensión, Ayesa Advanced Technologies, Ingelectus Innovative Electrical Solutions y el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la ETSII de la Universidad de Sevilla (a través de la fundación AICIA), y liderado por nosotros.
Su objetivo principal es conseguir monitorizar en tiempo real las redes de distribución de media y baja tensión, y realizar diagnósticos posteriores mediante una tecnología innovadora, algo que, hasta ahora, solamente podía llevarse a cabo en redes de alta tensión. Este nuevo sistema, muy preciso, podrá detectar incidencias al momento, por lo que mejorará la calidad, la seguridad y la eficiencia del suministro.
Gracias al auge de las smart grids, los telecontadores, los vehículos eléctricos o los nuevos sistemas de almacenamiento energético, están surgiendo herramientas disruptoras como MONICA, las cuales serán de grandísima utilidad en las ciudades inteligentes. Precisamente por eso ha sido Málaga, la ciudad española que cuenta con mayor número de tecnologías smart, la elegida para convertirse en el lugar de arranque del proyecto.