
La revolución industrial exige el desarrollo de la red de transporte de electricidad
La transformación digital en la que nos encontramos, especialmente tras la pandemia, el despliegue de la IA y de regiones cloud en nuestro país requiere de los data centers. Y la red de transporte de energía eléctrica va a tener un papel determinante en el desarrollo de esta industria en España.
Por Manuel Giménez
El viernes 12 de enero, SpainDC formuló alegaciones a la Propuesta de Modificación Puntual del Plan de Transporte de Energía Eléctrica, mostrando su lógica preocupación por la falta de infraestructuras que amparen el necesario desarrollo de la industria de los centros de datos en España. Según la información que disponemos, al menos, 59 expedientes de solicitudes destinados a centros de datos han quedado excluidos de la modificación Puntual del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica, sin que conste el motivo.
Esta es una mala noticia, que debe hacernos reflexionar, pero estamos a tiempo de resolver. Todo lo que sucede en el ámbito digital tiene lugar en los centros de datos, sin los cuales no existe la economía digital.
El Plan de Desarrollo de la Red de Eléctrica que se pretende modificar fue elaborado en 2019, con datos de 2018. Esto le llevó a considerar una pírrica tasa de crecimiento de la demanda, inferior al 0,5% en la Península. Hoy, las necesidades reales de la demanda por efectos de la pandemia de la Covid, la transformación digital acelerada, los desafíos de la IA o el despliegue de regiones cloud en España son incompatibles con las ideas de 2018.
Entre 2015 y 2021, el número de usuarios de internet aumentó un 60% y el tráfico de internet un 440%, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. El tráfico de videoconferencias en DE-CIX aumentó un 50% y el tráfico de juegos y redes sociales aumentó un 25%.
Según el informe del MIT “The Great Acceleration: CIO Perspectives on Generative AI”, podemos esperar entre 2,6 y 4,4 billones de dólares al valor agregado global de la economía, llegando a representar un 40% del total gracias al desarrollo de la IA. Sin embargo, un estudio publicado por la consultora PwC establece que serán China (con un aumento del 26% de su PIB) y Estados Unidos (con un aumento del 14,5% de su PIB) quienes aprovecharán esta transformación.
España padece un grave déficit de infraestructura. Basta comparar la capacidad IT per cápita comparada con países de nuestro entorno. Países Bajos tiene una capacidad de 34,2 MW por millón de habitantes, mientras que en el caso de España sería 10 veces menor, por lo que existe un campo de crecimiento muy superior al que puede haber en otros sectores mucho más consolidados dentro del mercado energético.
Sólo mediante el desarrollo de una industria de centros de datos en España se podrán aprovechar las ventajas de esta cuarta revolución industrial. Se trata de ventajas que actúan a todos los niveles: incremento de inversión, mejora del empleo, de la recaudación fiscal, reducción de las emisiones contaminantes y desarrollo de la economía local y de las Pymes.
Sólo a través de los centros de datos en España podrá garantizarse la soberanía de los datos y la digitalización de los servicios públicos desde instalaciones en nuestro país.
España, un país que aspira a convertirse en una referencia en el ámbito de la generación eléctrica renovable, no puede ignorar las necesidades de la demanda de electricidad. La productividad industrial española se ha reducido significativamente en los últimos años, hasta llegar a consumos similares a los del año 2006. Los centros de datos generan ecosistemas de alto valor añadido, esencialmente, de empleo y PIB industrial y digital que podrían mitigar e incluso revertir esta pérdida.
Además, los centros de datos actúan como catalizador de la transición ecológica, haciendo posible el ahorro de más de 4,8 millones de toneladas anuales de CO2. En Estados Unidos, el regulador (North American Electric Reliability Corporation), ya ha incrementado sus proyecciones sobre las necesidades de la red de transporte de electricidad “tras años de stagnation”, para hacer posible una inversión de más de 150 mil millones de dólares en centros de datos y otras tecnologías limpias hasta 2028.
En España, la transición ecológica, la digitalización y la soberanía industrial sólo serán posibles si la red de transporte de energía eléctrica permite el desarrollo de la industria de los centros de datos. Estamos a tiempo de hacerlo.
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