
El mundo tiene un interés cada vez más grande en predecir cuál será the next big thing tratando de identificar cuáles de las disrupciones que se acercan cambiaran (otra vez) el mundo de manera radical.
La aceleración del ritmo de cambio es un hecho poco discutible. De los 75 años que el teléfono tardó en contar con 100 millones de usuarios hasta los 25 días en los que Pokemon Go se hizo con ellos, la sensación que se ha instalado entre los actores tradicionales de cualquier sector por muy inmutable que haya sido su historia hasta el momento, no es otra que la del miedo a quedarse fuera en poco tiempo si no se interpretan bien las claves del entorno.
El último de esos casos es Blockchain, la tecnología popularizada por ser el sustento de criptomonedas virtuales, ha derribado una barrera aparentemente insalvable hace unos años: la creación de divisas sin necesidad del control de ningún banco central estatal o autoridad regulatoria que lo respalde.
¿Qué es Blockchain?
En cualquier encuesta informal que podamos hacer en nuestro entorno más próximo difícilmente vamos a encontrar un mínimo porcentaje de personas que declaren saber qué es blockchain, porcentaje que se reduce drásticamente si además esa declaración está fundamentada.
Una definición simplificada podría ser que Blockchain es una tecnología que permite de una forma innovadora, transmitir y registrar información digital, de una manera rápida, segura e integra.
La característica clave de esta tecnología es la descentralización, componiendo una red de datos distribuidos en diferentes estructuras con formato de bloques.
Dicho de otra manera Blockchain es un sistema que registra simultáneamente en una red distribuida la información que se registra en el último bloque de la cadena, quedando así asegurado que si uno de estos bloques se pierde o modifica maliciosamente esto no sería problema ya que la información estaría accesible en cualquiera de los otros bloques distribuidos como prueba fehaciente de la modificación.
Estas características lo hacen comparable a un libro contable en el que se pueden escribir nuevas transacciones, pero no está permitido modificar ninguna de las anteriores.
Debida a su complejidad es prácticamente imposible sabotear el sistema, que se rige por las normas definidas por el creador de la cadena.
Según El World Economic Forum aproximadamente el 10% del PIB mundial estará alojado a través de tecnología blockchain en 2025.
El mundo de las finanzas viendo que a este campo no se le pueden poner puertas ya ha puesto en marcha toda su maquinaria, tratando de unirse a esta revolución antes de ser derrocado por ella. El ejercicio de reinvención está siendo fascinante, dado que se trata de imaginar un mundo futuro sin uno de los pilares que tradicionalmente ha impulsado al mundo occidental como es la intermediación financiera.
En el último año se ha creado R3 un consorcio con 40 de los bancos más importantes del mundo, en el que se han invertido hasta la fecha más de 200 millones de dólares para monitorizar tendencias y tratar de sacar partido de ese escenario futuro.
Pero Blockchain no es solo eso, nuevas aplicaciones tales como las certificación de votos electrónicos, smart contracts, notarios electrónicos, micropagos, registros de armas, certificaciones de identidad o propiedad intelectual entre otras muchas aparecen cada día
.
El Blockchain en el sector energético
El sector energético no es ajeno a esa realidad, y por más que este sea visto como un mundo con fuertes condicionantes físicos que limitan la disrupción causada por un elemento digital como blockchain, ya han aparecido aplicaciones que prometen reinventar las relaciones entre los distintos actores del mundo de la energía.
Ya hay experiencias piloto como la de la administración Británica creadora de Govcoin, una criptomoneda que es canjeable por distintos servicios públicos tales como el suministro eléctrico.
En el mundo de la movilidad eléctrica proyectos como Blockcharge permiten los micropagos para recarga de vehículos eléctricos de manera rápida y segura utilizando protocolos Blockchain.
Otras iniciativas, como las de Transactivegrid, que permiten el intercambio energético entre particulares productores de electricidad domésticos, estableciendo smart contracts para cada transacción de manera rápida y transparente para los usuarios, son una realidad.
Blockchain Labs
En España, Endesa ha sido la primera gran empresa del sector en mover ficha hacia la exploración del nuevo mundo de posibilidades abierto por Blockchain, lanzando recientemente su nuevo reto a través de la plataforma Endesa Energy Challenges: Endesa Blockchain Lab.
Esta iniciativa reta a expertos en Blockchain de todo el mundo a poner en práctica su creatividad y capacidad innovadora para transformar el futuro de la energía.
Los participantes deberán proponer soluciones de valor añadido para los clientes, la compañía y la sociedad, utilizando en sus propuestas la tecnología Blockchain.
Las propuestas no tienen por qué ser exclusivamente relacionadas con el sector energético, también se valorara cualquier propuesta que ofrezca sinergias con las capacidades y cartera de clientes de Endesa.
Con esta iniciativa Endesa pretende avanzar hacia un futuro de energía abierta, convirtiéndose en líder de un cambio que promete ser apasionante.
Más información e inscripciones en: www.endesaenergychallenges/blockchainlab.
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