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El Parlamento Europeo ha vuelto a poner sobre la mesa una iniciativa que lleva años siendo objeto de debate: el cargador de móvil universal.
De conseguir la participación de todos los fabricantes, esta propuesta se llevaría a cabo en todos los países de la Unión Europea y en algunos otros, como es el caso de Suiza.
¿Qué es el cargador de móvil universal?
La Comisión Europea lleva desde el Mobile World Congress del 2009 tratando de conseguir la unificación de los cargadores móviles dentro de la Unión Europea. Por aquel entonces existían 30 modelos diferentes de clavijas y la basura electrónica que se producía cada año era excesiva. Esto provocaba que la escena se repitiera una y otra vez: tu teléfono se estropea, te compras uno nuevo y todos aquellos accesorios que venían con él resultan inútiles para tu nuevo dispositivo.
Desde entonces se ha conseguido, gracias al pacto con los principales fabricantes, reducir los modelos a tres, dos de ellos para los móviles Android (micro USB y USB-C) y uno para los teléfonos de Apple (Lightning).
Si esta propuesta siguiera adelante y se hiciera efectiva sería una gran noticia debido a sus ventajas, no sólo personales sino también medioambientales.
Disminución de la basura electrónica
El primer paso fue separar los cabezales de los enchufes de su cable. De esta manera, al comprar un teléfono nuevo, únicamente debe incluirse el cable. Esto no solo disminuye la cantidad de basura electrónica que producimos, sino que además abarata ligeramente el precio de los smartphones.
Al año se producen, aproximadamente, 51.000 toneladas de basura electrónica sólo en cargadores de móviles dentro de la Unión Europea. Eso, por no pensar en todos los que desechamos de las tablets, ebooks, cámaras de fotos, relojes inteligentes… Imagina todo lo que podríamos reducir la contaminación si no tuviéramos que deshacernos de nuestro cargador cada vez que cambiamos de teléfono.
Aumento de la vida útil de los dispositivos
Estamos acostumbrados a cambiar nuestros dispositivos electrónicos (junto con todos sus accesorios) de manera bastante regular. Pero ¿y si pudiéramos utilizarlos durante mucho más tiempo? Con esta iniciativa no sólo se pretende aumentar la vida útil de los cargadores, sino también de los teléfonos en sí.
Para luchar contra la hegemonía de la industria de las telecomunicaciones, la Unión Europea pretende implantar el "derecho a reparar" con el fin de hacer nuestros dispositivos más duraderos. Esta nueva iniciativa obligaría a los fabricantes a facilitar la reparación de los teléfonos, así como a actualizar su software para que no queden atrasados. Además, deberían utilizar materiales reciclados durante la fabricación e informar al cliente de cuál es la verdadera vida útil del aparato que está comprando.
Como un añadido a esta resolución, también empieza a hablarse de permitir al comprador devolver su dispositivo si este tiene fallos de fabricación o si no cumple con lo prometido por la marca.
Otra de las determinaciones que se están barajando es la de volver a instaurar en los smartphones las baterías extraíbles, algo que simplificaría la reparación de los mismos.
La preocupación surgió al darse cuenta de que la mayoría de los europeos no reciclan sus teléfonos, pero con estas propuestas reducirían la basura electrónica que producimos, disminuyendo así nuestra huella ecológica.
Ahorro
Un cargador universal ayudaría a disminuir nuestra inversión en tecnología ya que podríamos utilizar el mismo para todos nuestros dispositivos, por lo que no tenemos necesidad de gastar más de lo necesario. De esta manera, cada vez que comprásemos un teléfono nuevo, este vendría solo en la caja, sin ningún otro accesorio añadido, algo que lo haría más barato.
Facilidad
¿Cuántas veces hemos salido de casa con la batería "en números rojos" y al pedir un cargador ninguno de los que nos ofrecían era el que necesitábamos? Si todos nuestros teléfonos tuvieran la misma clavija, este sería un problema del pasado.
Además, podríamos limpiar ese cajón que hay en toda casa lleno de cargadores que hemos ido acumulando a lo largo de los años y que, por supuesto, ya no utilizamos o ni siquiera sabemos a qué dispositivo corresponden.
Utilizaríamos el mismo cargador para nuestro teléfono, libro electrónico, tablet, reloj inteligente...
Tecnología de última generación
Algo importante que hemos de tener en cuenta es el hecho de que la tecnología no para y es probable que los dispositivos y accesorios que utilizamos ahora se vayan a quedar obsoletos con relativa brevedad. Hoy por hoy ya existen los cargadores de móvil portátiles y ya se utilizan, incluso, multitud de cargadores inalámbricos.
La unificación de los puertos de entrada podría suponer un gran avance en tecnología. Los fabricantes no podrían lucrarse de las ventajas que tiene su dispositivo de carga rápida, por ejemplo, por lo que tendrían que trabajar en nuevas funcionalidades para sus dispositivos que marcasen la diferencia e hiciesen al usuario decantarse por una u otra marca.
Por otro lado, los cargadores son solo uno de los accesorios móviles a los que estamos acostumbrados que empezarían a venderse por separado. Hoy por hoy, ya estamos familiarizados con los auriculares sin cables y muchos smartphones ya vienen sin ellos incluidos.
En resumen, algo tan simple como una única clavija podría cambiar nuestra forma de ver la tecnología y ayudarnos a darnos cuenta de las consecuencias medioambientales que tienen nuestras acciones. Incluso aquellas tan básicas como cambiar de teléfono.